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El dolor expresa un estado de alerta-protección

El organismo cuenta con el Sistema Neuroinmune para evaluar continuamente amenazas consumadas o potenciales a su integridad física, en cada escenario, en cada acción, en cada zona.

La cabeza, la cara, el cuello, el hombro, el codo, la mano, un diente, un ojo, la planta del pie, el abdomen, el suelo pélvico… o todo el cuerpo… Cada lugar tiene su estado evaluativo fluctuante, en función de lo que sucede o lo que pudiera suceder.

Cada estado tiene su proyección en la conciencia.

Si no hay valoración de amenaza consumada, inminente o imaginada, nos sentimos bien, es decir, no nos sentimos, y podemos centrar la atención en lo que estamos haciendo.

Ese estado de vigilancia basal puede alterarse por cualquier incidencia de daño , de muerte celular violenta (necrosis), por una herida, un desgarro, contusión, infección, quemadura, congelación o infarto. Si el escenario lo permite, aparecerá en el momento y lugar en el que se produzca la incidencia el dolor informativo y protector.

Mientras la inflamación inicia la reparación del tejido dañado evitaremos utilizar el tejido en reparación. El dolor aparecerá en la conciencia para recordarnos que el lugar está vallado.

Otras veces la función evaluativa comete el «error menos costoso». Aprecia amenaza donde no la hay, en el momento, lugar corporal y circunstancia que alimenta ese temor infundado.

El dolor aparecerá en la conciencia proponiendo al residente, el individuo consciente, el usuario, una conducta vigilante y protectora.

El error podría detectarse como tal y disolverse pero con frecuencia sucede lo contrario.

– A mí me duele. Yo algo tengo que tener.

El usuario piensa mal, impulsado por el error menos costoso.

Otras veces es el profesional quien no aprecia el error evaluativo, un temor somático injustificado.

– Es una migraña, una lumbalgia, fibromialgia, dolor crónico, artrosis, etc, etc, etc, etc,etc,

Son etiquetas, simples etiquetas que impiden catalogar el error como error y tipifican el dolor como síntoma de enfermedad, misteriosa, irreversible, multifactorial, sistémica…

Lo correcto, quizás utópico (tal como está el patio) sería evaluar la función evaluativa.

– Me duele. Evalúe doctor si el organismo evalúa bien.

El profesional evalúa desde su pericia, a través de la historia y exploración, con pruebas complementarias opcionales…

– No hay daño necrótico consumado ni inminente. Es un error evaluativo. Haga vida normal, sin miedo, sin precauciones innecesarias.

– Eso pensaba yo pero quería asegurarme. Gracias, doctor.

Plausiblemente, el dolor de disipará según se vaya disipando el estado evaluativo erróneo, libre de etiquetas enfermizantes.

Así lo veo yo.

Quizás algún día la utopía se haga realidad.

El Sistema Neuroinmune es el único que puede crear problemas estando sano. Los demás órganos y sistemas no se equivocan. Están sanos o enfermos.

El Sistema Neuroinmune puede, también, estar sano o enfermo, pero aun estando sano, puede estar equivocado.

En este caso hay que detectar el error de predicción y corregirlo.

De otro modo se comete un sesgo de confirmación y la estrategia del error menos costoso, ver peligro en exceso por si acaso, puede matar (Sistema Inmune) o mortificare invalidar de modo extremo (Sistema Nervioso) y salir caro, dramáticamente costoso.

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7 comentarios en «El dolor expresa un estado de alerta-protección»

  1. Sí. En el año 84 me hicieron una timpanoplastia y reiteradamente he ido a mi médica de cabecera (recién jubilada) a preguntarle ante los síntomas que querían tomar cuerpo si había que hacer algo o era falsa alarma por exceso de pre-ocupación. A mí me daba seguridad y si acaso estaba con una infección incipiente poníamos remedio de inmediato. Un profesional de la salud es, lógicamente también, un acompañante que desmitifica si ha lugar, que nos sacude el miedo y nos libera.

  2. Durante la valoración y la exploración de un paciente hay alguna/s pregunta/s que podamos hacer sobre su dolor cuyas respuesta nos pueda hacer sospechar que el dolor expresa un estado de alerta-protección por un error evaluativo de su sistema neuroinmune.

  3. Manuel: podemos plantear la hipótesis del error evaluativo cuando hemos descartado una lesión o enfermedad que explique y justifique el dolor u otros síntomas. Determinadas etiquetas diagnósticas como migraña, fibromialgia o todas las englobadas bajo el título de «sensibilización central» son, en mi opinion, errores evaluativos.

  4. ¿Qué diferencia hay entre el dolor crónico y la sensibilización central, si es que hay alguna diferencia?

    ¿Significan lo mismo o son términos que definen cosas diferentes?

  5. El dolor expresa un estado de alerta-proteccion que contiene siempre y por lógica una sensibilización, es decir una facilitación del tráfico de señal nociceptiva y un modo excitatorio de la modulación descendente. «Dolor crónico» describe la variable clínica temporal (más de tres meses). Entiendo que si hay dolor crónico los centros de procesamiento están en modo alerta, sensibles

  6. Me surge una duda, pero puede que se escape de su campo de interés.

    La duda es si el dolor, cuyo origen haya sido por daño tisular, que supere los tres meses, podría estar justificado como normal que en su evolución natural siguiera doliendo uno, dos, o tres meses más y luego fuera disminuyendo hasta no ser consciente de el.

    No hay discrepancia entre los expertos a la hora de describir la variable clínica temporal para definir el dolor crónico cuando el origen del dolor esté justificado (daño tisular).

    Yo he sufrido dos síndromes relacionados con el dolor y la disfunción que los etiquetaron de lesión discal uno y el otro de pubalgia. Pues en ambos casos el dolor estuvo presente durante casi seis meses.

    Es decir, dependiendo del tejido lesionado, de su localización y de su funcionalidad no habría que aumentar esa variable temporal a más de tres meses

    Por otra parte, Usted cree que en estos casos de dolor crónico (superior a tres meses) cuyo origen haya sido el daño tisular podría aplicarse su hipótesis del error evaluativo (conjunto de creencias y expentativas erróneas invalidantes), o solo seria aplicable al dolor crónico sin un origen justificado (las determinadas bajo etiquetas diagnósticas como migraña, fibromialgia o todas las englobadas bajo el título de «sensibilización central».

  7. Manuel: lo de los tres meses es algo que se ha consensuado. Cada caso, cada tejido tiene sus condicinantes. Cuanto más tiempo lleve el dolor, en ausencia de una lesión activa, más probabilidad hay de que lo fundamental sea el error evaluativo.

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