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Las metáforas del dolor

Explicar el dolor en términos reales es complicado. Ni siquiera sabemos, realmente, qué es el dolor, ya que corresponde  a un contenido de la consciencia y, realmente, no sabemos qué es la consciencia, cómo se genera. Sólo podemos recurrir a las metáforas: la consciencia es como una pantalla de un cine sofisticado en la que se proyecta la película que el cerebro se va montando sobre la realidad, mezclando (sin advertirnos de ello) realidad y ficción, lo que sucede, lo que sucedió y pudiera suceder…

Cuando el dolor aparece en tiempo real acoplado a un episodio de daño violento, por ejemplo: una quemadura, un desgarro, un infarto, una infección…, no necesitamos metáforas… aparentemente. Parece que el dolor surge, «lógicamente», allí donde lo sentimos, allí donde se ha producido la agresión a los tejidos. Nadie pregunta al médico por el por qué del dolor. Pide algo que lo alivie. Sin embargo la pregunta sería oportuna:

– ¿Por qué me duele?

– Porque se ha machacado el dedo con el martillazo.

– Ya. Pero ¿por qué me duele?

Muchas veces confundimos el ¿por qué? con el ¿para qué?

– El dolor indica que ha habido una lesión, una agresión a los tejidos. Es como un sistema de alarma. Los sensores han detectado el suceso y se ha activado el aviso. El dolor es el sonido de la sirena. Está ahí «para» avisarle y para evitar que entre en la casa hasta que desaparezca el peligro.

– Ya. Pero ¿por qué duele? ¿Cómo se genera el dolor? ¿Dónde?

Esta conversacion no se produce en una consulta. Nunca me ha sucedido que alguien se interese por el origen real del dolor cuando el desencadenante es un episodio agudo de daño.

– ¿Me puede dar algo para que me duela menos?

El dolor sin causa aparente es otra cosa. El padeciente ya ha tomado los calmantes y aquello no funciona. El médico ya ha descartado daños relevantes.

– No tiene usted nada

– ¿Entonces? ¿Por qué me duele a todas horas desde hace tanto tiempo?

Aquí ya no funciona ni el «porque» ni el «para«. No hay justificacion ni beneficio en el dolor.

– Le mando al psicólogo.

La metáfora del sistema de alarma ya no funciona tan bien. Podría seguirse con ella…

– Es como un sistema de alarma que salta sin que nada suceda. Es una falsa alarma.

– Ya. ¿El sistema está averiado? ¿Quizás un cortocircuito?

– Puede ser. También pudiera ser que usted tenga miedo a «los ladrones», a las enfermedades…

– Yo tengo miedo al dolor, a que siga sonando la alarma y no pueda vivir con ese sonido espantoso y absurdo. Ya sé que no hay ladrones ni peligro. Temo al dolor… ¿Por qué duele? ¿Qué sentido tiene? ¿Cómo voy a dormir tranquilo sabiendo que puede saltar la alarma y despertarme en cualquier momento, impidiéndome dormir el resto de la noche?

– No le preste atención. Siga durmiendo… No pasa nada… Es una falsa alarma… Puede que los sensores sean muy sensibles… que su sueño sea ligero… que su obsesión por la alarma le impida relajarse…

– Yo antes dormía bien. ¿por qué, sin más, mi alarma salta sin ton ni son?

Realmente sabemos que el dolor no surge de los tejidos sino del cerebro. Si duele es porque el cerebro valora amenaza. Desde una perspectiva moderna, desde la neurociencia disponemos ya de explicaciones…

– Si duele es porque su cerebro valora amenaza.

– Ya, pero ¿por qué valora amenaza si sabe que no sucede nada?

Esta es la pregunta clave. Necesitamos las metáforas adecuadas para la respuesta.

Hay dos tipos:

1) la metáfora de la enfermedad: evidentemente su cerebro no actúa normalmente. está enfermo. El dolor crónico es una enfermedad. No sabemos cómo se adquiere. Influyen muchos factores: genes, estrés, alimentacion, hormonas… Tenemos pruebas de que el cerebro que genera dolor sin daño relevante es un cerebro distinto al que se comporta razonablemente. Digamos que es un cerebro sensibilizado. Los programas que generan el sentimiento de dolor han perdido el equilibrio, el control. Se regulan mal. Tienden al disparo espontáneo o facilitado con cualquier inconveniencia. El problema es complejo y hay que abordarlo desde varios ángulos: fármacos, terapia cognitiva, ejercicio, hábitos saludables, meditación, dieta…

2) la metáfora del cerebro evaluativo, instruido en una cultura sensibilizadora: un cerebro sano que valora amenaza por aprendizaje. Los programas dolientes se activan porque existe un estado de alerta, no por lesión, cortocircuito ni cúmulos de todo tipo de circunstancias, sino por cálculo cerebral de probabilidades erróneo, por sesgos de interpretación, estructuras fóbica, adicción, alerta…

Hay profesionales que conceptualizan el dolor crónico como una enfermedad, «de origen multifactorial».

Otros defendemos la «no enfermedad», el cerebro sano que gestiona un organismo razonablemente sano pero que lo hace desde un estado de alerta injustificado, disfuncional, es decir, equivocado.

– Ya, pero yo… ¿qué hago?

La metáfora del cerebro enfermo conlleva el papel del padeciente como enfermo. Le obliga a una revisión «multifactorial» de sí mismo, de sus hábitos, creencias y actitudes, a seguir indicaciones de expertos multifactoriales…

La metáfora del cerebro equivocado potencia la idea de un padeciente normal que no necesita ninguna revisión de sí mismo sino de su cultura del dolor. Debe recuperar lo que daba sentido a su vida, sus proyectos, reconquistar la libertad del vivir razonable, sacudirse los miedos y la irracionalidad, saberse victima de un proceso de aprendizaje guiado por una cultura somática alarmista…

– Su sistema de alarma está enfermo… sensible, por el goteo acumulado del estres

– Su sistema de alarma es normal pero valora la amenaza de modo sensible por error aprendido.

Algunos sostienen que el cerebro procesa mal la información sensorial.

Otros defendemos que el cerebro procesa bien (ese es el problema) mala información (también es el problema).

…………………………………………….

Este es un artículo reciente sobre metáforas del dolor. Usted mismo.

 

 

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15 comentarios en «Las metáforas del dolor»

  1. Patricia: la fibromialgia es, para el paciente, la expresión consciente del programa «respuesta de enfermedad». Es un programa que genera modificaciones que afectan a todo el organismo. El programa activa la respuesta a una expectativa de enfermedad aun no habiéndola. Logicamente esa respuesta contiene cambios psiconeuroinmunoendocrino…y, podríamos alargar el término hasta incluir a todos los componentes del organismo.

  2. Fibromialgia, intestino irritable, migraña, marear en el coche, etc etc. Estoy completamente asombrado de la capacidad imaginativa que tiene el ser humano para desarrollar tanta cantidad de transtornos diferentes partiendo de una misma causa.

    Supongo que el dolor en el parto puede ser tambíen aprendido culturalmente, como puede ser tambien el caso del dolor en la menstruación. He estado observando el aprendizaje de una adolescente que utilizando el dolor de ovarios como estratagema, falta a clase y se libra de ayudar en las tareas domésticas cuando quiere, el dolor autosimulado tambien tiene sus ventajas.

  3. Entonces es psicológico, emocional, biologicamente esta en el cíngulo, yo provoco que mi cerebro se enferme, le digo que quiero estar enferma y le obligo a que así sea.? Esta en mi imaginación el paradigma del dolor? , porque él es normal.. Esa puede ser una conclusión? Todo esto de forma consciente?. O auto destructiva e inconscientemente?

    Otra cosa puede ser como dice Santiago usar el dolor existente para manipular , manejar relaciones y conveniencias.

  4. Lo que he querido señalar es que el dolor muchas veces no se cuestiona y una adolescente avispada puede usarlo en su beneficio, ya que sus padres dan validez a lo que su hija les dice, porque seguramente ellos colaboraron conjuntamente con la sociedad en enseñarle a tener su dolor de ovarios, por lo que todos forman parte del mismo engaño inconsciente.

    Hay teorías de tipo psicoanálitico que hablan del beneficio neurótico de los transtornos, pero visto el escaso éxito de las psicoterapias pienso no sirve de mucho ir por ese camino. Creo que sería de sabios saber reconocer los conocimientos que nos son útiles para diferenciarlos de los que nos estorban y enredan.

  5. Patricia: jamás he sugerido que uno se provoca la enfermedad ni ordena a su cerebro que encienda o apague programas. Yo siempre hablo de organismo, no del individuo consciente. Nunca podremos saber si alguien manipula su estado de aparente enfermedad. Evidentemente podemos mentir pero esa es otra cuestión. Los síndromes son reales como percepcion pero pueden o no estar co-relacionados con la enfermedad.. ..

  6. Me quedo con ésta dr, para los informáticos nos viene al canto:

    Persistent pain is like a software failure. When your computer freezes or crashes, it’s almost always a software error. If you looked inside the computer you wouldn’t find anything wrong with the hardware. You don’t run out to a computer store and replace the hard drive or internal modem, because the problem is the software, not the hardware. Chronic pain is a problem with the software. There is nothing wrong with the hardware in the body (e.g. bones, muscles, organs), but the software that sends messages throughout your system has a glitch (N. Schechter).

  7. Antoniojesusruiz: me parece bien la metáfora pero queda incompleta y desustanciada si no se explica cómo se construye el software. Ahí entra la plasticidad, el aprendizaje, la cultura, la imitación… es decir, el cerebro humano y el modo cómo organiza y actualiza su conectividad.

  8. Cuando voy leyendo «Migrañas…» y leo los artículos que van saliendo en el blog, me quedo pensando en este nuevo panorama que tengo delante. Depende de mí, lo que es una nueva forma de afrontar problemas de dolor, malestares físicos y etc. En vez de «doctor recéteme algo que me quite este dolor (de lo que sea)» estoy en » a ver, qué puedo hacer o qué herramientas tengo para cambiar estas situaciones» Y recursos parece que tenemos, así que le voy a dejar a mi médico de cabecera un poco más tranquilo y voy a intentar descubrir cómo puedo conseguirlo con la ayuda de Arturo.

  9. La metáfora de N.Schechter sobre el hardware y software es muy expresiva y me ha gustado, lo que pasa es que el comentario de Arturo es mejor porque tiene en cuenta la capacidad del cerebro humano para gestionar nuestro entorno.

  10. Dr. Arturo entiendo entonces que la conciencia suspende el tiempo psicológico, es el ahora, el estar presente. Tenemos los pensamientos que son un pequeño aspecto de la conciencia que recorren ese tiempo psicológico, pasado y futuro y que se salta con rapidez el presente, el que se desliza como un ladrón. El pensamiento no puede existir sin la conciencia, pero la conciencia no necesita al pensamiento.La no-mente es conciencia sin pensamiento. Visto de esta manera, el abordaje de la pedagogía del dolor es estar en el Ahora con una buena dosis de conocimiento. Visto también de esta manera, la fibromialgia como organismo es una cosa real, pero también el otro lado de la moneda da a entender que es emocional, biologicamente emocional, cerebro equivocado y en alerta, cultura.

    Todo esto deja en la evidencia la complejidad y dificultad de asir estos sindromes, mi síndrome y la forma de enfrentarlo.

  11. Has viajado con la familia para pasar un fin de semana tranquilo en la costa. Lo estáis pasando de maravilla, hasta que…. Una llamada a tu móvil te avisa de que se ha saldo la alarma en casa. ¿Qué hacer? Te dices que es nada. Seguramente una falsa alarma, provocada por el viento o un pájaro. Te lo repites varias veces y de momento parece que logrado controlar la histeria. Pero pronto entra la duda y empieza a comerte el coco. ¿Y si esta vez es real? ¿Y si en este mismo momento hay alguien dentro de tu dormitorio buscando, excavando, rompiendo? Y tu estas en la playa tragando de tu copa….! Las FALSAS ALARMAS son un dolor de cabeza. Pero te aseguro que ese dolor de cabeza es EVITABLE. Como evitar falsas alarmas.

  12. Hola Dr Arturo, Mi nombre es Patxi, y es la primera vez que entro en este blog de ciencia, que he empezado a leer casi por casualidad buscando remedios para ciertos dolores cronicos, y no cronicos.
    Me parece muy interesante la puesta en marcha de un nuevo funcionamiento de nuestros nociceptores, a traves de un entrenamiento proguesivo en su forma de expresar y enviar al mismo tiempo su forma peculiar de alarma a traves del dolor.
    Y aqui va mi pregunta: Es debido a este, digamos entrenamiento antisensorial el que, los que pasan descalzos sobre ascuas encendidas no sienten esa alarma de dolor? o podriamos decir tambien que no sienten es dolor por la cultura misma de esa tradicion?
    Muchisimas gracias por este blog, que nos permite ir aprendiendo a llevar nuestra salud y nuestra vida de una forma mas completa

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