Para cada profesional lo bio tiene una significación distinta.
Para unos el dolor es sinónimo de daño, identificable por imagen (radiografías, TAC, RNM…). Para otros el daño surge de una disfunción previa del movimiento, de un mal uso (desuso, disuso, abuso). Para otros el dolor, descartado el daño y disfunción relevante, sugiere la posibilidad de una alerta nociceptiva injustificada (miedo al daño).
Para unos el ámbito bio está definido por la estructura. Para otros incluye la función y para otros no está completo si queda fuera la evaluación, el significado (creencias y expectativas).
En mi opinión lo bio debe contemplar los tres ámbitos: estructural, funcional y evaluativo.
Puede que haya quien considere que lo evaluativo pertenece ya a lo psico. No es mi caso. Cada movimiento, cada acción, contiene una valoración de riesgo, de costo-beneficio, que condiciona poderosamente el programa motor, perceptivo y emocional.
Toda acción que resulte en dolor contiene un problema bio. Analícese la estructura y la función pero también la posibilidad de una evaluación alarmista por parte del cerebro. Probablemente el individuo no es consciente de que el movimiento está en alerta. Por tanto no es un problema psico. La nocicepción puede estar sensibilizada, con la población de nociceptores hipertrofiada y activada, con las zonas de paso de señal abiertas. La memoria de dolor a través del circuito córticotalámico puede estar proyectando a la conciencia daño imaginado, probabilístico… Eso también es bio…
La percepción es una alucinación constreñida por los sentidos… dicen los neurocientíficos. El dolor es una alucinación temerosa de daño constreñida por la nocicepción, el sentido del daño.
En la visión hay una cuota variable de señal retiniana y relleno imaginativo central. Sucede lo mismo con el dolor: hay una cuota variable de señal nociceptiva y relleno imaginativo cerebral.
– Veamos la nocicepción. Puede que los tejidos sufran con el movimiento.
El evaluador debe ver más allá de estructura y función. Debe conocer los patrones del movimiento miedoso, tenso, la presencia de un estado de alerta nociceptiva.
Mi profe de violoncello, en ausencia de lesiones, analizaba la postura, el movimiento y la actitud, el miedo a la ejecución, al fallo, a la desafinación… Todo ello forma parte de la técnica. El alumno debe aprender a conocer sus limitaciones. Le vienen dadas y el profe es el experto que las detecta y ayuda a corregir.
El aprendizaje de un instrumento es biopsicosocial. La ejecución correcta exige estructura, función y confianza. El profe es quien debe mostrar el camino para proteger y reforzar la estructura, analizando el movimiento y disolviendo el miedo. Los tres componentes están entrelazados como lo están los átomos en una molécula.
Huesos, músculos, articulaciones, estrés físico tisular, desuso, disuso, abuso… todo es bio.
Alerta nociceptiva… También lo es.
Me está gustando este ciclo, definitivamente. Lo bio como estructura, función y evaluación. En el caso del movimiento alterado por dolor existen conductas motrices, patrones que reflejan los tres componentes…pero, ¿como discretizar la dominancia de cada uno en cada caso?
Oceano Mar: se admiten respuestas a tu pregunta. Mañana toca hablar de los números adimensionales. Quizás conteste en parte a la cuestión de hacer discreto lo indiscreto.