>¡Ahá!
>Hay cuestiones que se nos resisten. Disponemos de datos, explicaciones, ejemplos… pero no acabamos de verles el rostro con claridad. Las presentimos, casi estamos a punto de sorprenderlas… hasta que un buen día aparecen de cuerpo presente, casi materializadas. A partir de ese momento forman parte de nosotros, no necesitamos invocarlas ni solicitarlas. El momento en que eso sucede se acompaña de una vivencia especial, inconfundible. Es el momento ¡Ahá! ¡Ya lo tengo! ¡Ahora lo he entendido! Es como una cerradura que no acaba de obedecer a la llave hasta que tras varios intentos descubrimos que estábamos girando en la …