En el capítulo 68 de mi libro Sapiens, ma non troppo (Ruidos en la cabeza), en la página 270 de la edición en papel y la 230 de la edición electrónica, existe un error que se me coló, pero lo detectó el Dr Iñaki Aguirrezábal. Se inicia un párrafo que dice: La percepción, desde el punto de vista neurofisiológico, es una alucinación NO controlada por los sentidos. Evidentemente el NO está de más, ya que lo que percibimos normalmente es una fusión de lo que el sistema imagina (alucina), pero limitado por la información que llega de los sentidos, del mundo real. Por tanto, el párrafo debería decir: «La percepción, desde el punto de vista neurofisiológico, es una alucinación controlada por los sentidos. NO, en este caso, es SÍ.
El error se ha colado por otra afirmación que no figura en el texto: La alucinación, desde el punto de vista neurofisiológico, es una percepción no controlada por los sentidos. En este caso, el NO es NO.
Lo que pretendo resaltar es una idea básica sobre lo que percibimos: no es algo que aparece en la conciencia de modo pasivo, sino que contiene siempre un proceso histórico de interacción del organismo y sus estados con el mundo. Aprendemos a percibir integrando dosis variables y cambiantes de imaginación y realidad. Los síntomas pueden aparecer a pesar de que no existe ninguna realidad interna que los justifique. No hay daño. No hay datos sensoriales de nocividad. Sólo imaginación, organismo virtual, alucinación.
Cuide la imaginación, sobre todo cuando no está protegida por los datos sensoriales internos, frente a la información de expertos. Frente a etiquetas y terapias.
Que tengan el año que merecen. Sin ninguna duda, no han hecho nada para merecer migraña, dolor crónico «músculoesquelético» ni fibromialgia, u otras etiquetas del voluminoso y mortificador apartado de los «síntomas sin explicación médica».
Feliz Postnavidad.
Know pain, no pain.
Tienes el libro aquí (ya corregido). Próximamente, disponible en otras plataformas también.
