Convocamos para el sábado 16 de Enero, en Vitoria, un nuevo curso intensivo para pacientes de migraña. Será la edición Nº 15.
Poco a poco van consolidándose los cursos de educación en neurofisiología del dolor como una herramienta valiosa en distintos ámbitos
Desde la Fisioterapia se ha extendido la aplicación pedagógica en problemas de dolor «músculoesquelético» con buenos resultados. La tradicional «escuela de espalda» del enfoque estructuralista, en el que se trabaja la mecánica, la postura y la musculación ha encontrado el enfoque alternativo de la programación motora. Las acciones motoras se programan y ejecutan respondiendo a criterios cerebrales de coste-beneficio y, en muchas ocasiones, estos programas son estrictamente defensivos debido a que el cerebro evalúa amenaza en la ejecución. La intervención del fisio puede tratar de solventar el estado de amenaza protegiendo los tejidos con posturas y acciones fisiológicas y fortaleciendo los músculos para procurar un corsé biológico o bien tratar de eliminar una evaluación de amenaza injustificada (aprendida) que no hace sino generar estrés mecánico y dolor facilitado.
En el ámbito de la migraña nos encontramos ante el mismo dilema: protegemos la cabeza con estilos «saludables», partiendo de la premisa de una condición de hierexcitabilidad constitucional o abordamos esa hiperexcitabilidad desde la perspectiva del aprendizaje tratando de recuperar la convicción de una red neuronal razonablemente normal y promoviendo la recuperación de una actividad normal, libre, sin miedo.
Es fácil alimentar el miedo.
Es fácil hacer promesas de solución externa.
Es fácil inhabilitar al padeciente si se le muestran caminos erróneos de afrontamiento que no hacen sino ahondar el problema.
La trillada recomendación de identificar y evitar el desencadenante en la migraña comienza a tambalearse ante estudios que demuestran:
- la exposición en laboratorio a los desencadenantes no consigue activar una crisis de migraña mas que en el 10% de los casos
- la exposición gradual y confiada a los desencadenantes genera, por sí misma, una reducción cercana al 50% en dolor y consumo de fármacos.
El padeciente de migraña da por cierto aquello que se le ofrece como tal por los expertos. Pone a prueba la propuesta oficial y si no funciona desvía la confianza a las propuestas de «lo alternativo», natural y/o esotérico. Si el dolor amaina se valida la oferta sin entrar en más consideraciones.
Con la Pedagogía intentamos que el padeciente vea la cara oculta de la migraña: la importancia de la participación del cerebro como órgano evaluativo que protege el recinto físico del organismo, activando programas defensivos cuando ve amenaza en las acciones del individuo, a veces a posteriori.
Los fisios que valoran la responsabilidad del cerebro trabajan contra el miedo al movimiento. Nosotros trabajamos contra el miedo a llevar una vida normal que incluye inevitablemente estrés, cambios hormonales, cambios meteorológicos, buena cocina y alguna copichuela.
Normalizar lo que es normal.
El cerebro está capacitado para adaptarse a múltiples y variopintas situaciones pero es vulnerable a la instrucción cultural.
La cultura puede hacer débil o fuerte la mente.
La ilustración en ciencia neuronal básica es una buena estrategia para fortalecer la racionalidad de las decisiones cerebrales.
El dolor es una opinión, dice Ramachandran.
Con el curso tratamos de que esa opinión esté apoyada en conocimiento y no en marketing publicitario.
Quien esté interesado puede obtener información en “infoescueladeldolor@gmail.com” o llamar al teléfono 696541479.
«No tiene nada que perder, salvo el dolor» (Kevin Allcoat)
Estimado Arturo, quiero dejar constancia de mi testimonio después de acudir al curso realizado en Vitoria el 03/10/15. Acudí al curso con parte de los deberes hechos como buen alumno (la lectura del libro Migraña una pesadilla cerebral). Hasta su lectura padecía unas 10 crisis mensuales (cefalea cada 3 días) durante años. Seguidamente pasé a 3 cefaleas mensuales y ahora despúes del curso una cefalea en octubre y otra en Noviembre. O sea que desde la pedagogía del dolor, desde el conocimiento y aprendizaje sobre él he encontrado la mejor defensa ante tanto dolor injustificado. El dolor ya no me produce miedo, inseguridad, temores. Ante la percepción del dolor cuando le veo venir a mi consciente, el continuar con mis tareas programadas, restarle importancia, no tomar el analgésico, mantener la antención intencionada en lo que estoy haciendo ha hecho que la intensidad sea menor (el dolor se va de la misma forma que ha venido) y la frecuencia sea expectacular. Aunque sé que el camino del concepto «desaprendiendo la migraña» llevará tiempo y habrá que sufrir dolor de vez en cuando, llegaré a buen puerto para normalizar una situación que debería de por sí ser normal ante un dolor injustificado. Recomiendo este libro y sus cursos por el gran trabajo y la gran difusión de información de la buena, de calidad y no la información alarmista que siguen predicando los neurólogos en cantidad de páginas web. Para mi la percepción del dolor tanto en la migraña como en dolores musculoesqueléticos ya no es la misma desde el punto de vista de las nuevas creencias, convicciones y expectativas. Como dice Arturo no tenemos nada que perder salvo el dolor que ya es bastante. Un abrazo a todos