Si padeces dolor u otros síntomas podemos ayudarte en GoiGroup, la nueva plataforma que hemos creado con Arturo Goicoechea dedicada a pacientes y profesionales.


Migraña. Un callejón con salida

La vida en un organismo migrañero es un infierno. Las-os pacientes hacen lo que pueden por aprovechar todos los momentos de calma que la meteorología borrascosa de su cerebro concede. Todo hace pensar que siempre será así o peor. Se han agotado las terapias disponibles, ya no existe ninguna privación más a considerar. Es como vivir en un túnel, en una cárcel, a la que uno debe adaptarse, pues no va a haber otro hábitat disponible.

Además de la tortura del dolor, los vómitos, la intolerancia sensorial y la incomprensión social, se padece la desesperanza por la falta de expectativas de solución. Ya no cuelan los mensajes que anuncian la aparición, por fin, de una solución específica y determinante para las crisis.

Uno puede aceptar su condición de presidiario y esforzarse en mostrar buena conducta para obtener ventajillas que alivien el internamiento, incluso permisos de libertad ocasionales. Aunque no conozca su delito, el recluso da por sentado que ha existido, pues de otro modo no estaría allí.

El régimen interno que aplica el organismo enmigrañado es severo. Nada de esto ni de lo otro, orden y más orden, nada de automedicación, evite el estrés, los cambios, los desánimos, las contrariedades, su insufrible perfeccionismo.

La cuestión no es qué hacer para aliviar la reclusión sino otra previa.

¿Ha pensado en la posibilidad de que, realmente, no ha cometido ningún delito que justifique la condena?

– ¿Por que está usted aquí?

– No tengo ni idea. Le he dado miles de vueltas a esa cuestión pero no identifico ninguna conducta que no sea la de los ciudadanos libres.

No es posible identificar esa conducta penalizable porque no existe. Una-o es inocente y debiera estar en libertad, sin cargos.

Esa es la cuestión:

¿Qué o quién ha dictado la orden de reclusión?

¿En base a qué?

¿Es posible la alegación y obtener la libertad, si se demuestra que, realmente, no ha existido ese supuesto delito?

La respuesta es sí. Es posible y con un alto índice de probabilidad de éxito.

Lo primero que debe hacerse es conseguir la convicción de inocencia del penado.

Debe comprender, además, cómo ha llegado a estar encarcelado sin haber cometido ningún delito, dónde se «decide» el internamiento.

La clave está en probar la inocencia.

El paciente es quien debe hacerlo.

Hay que habilitarlo para conseguirlo, «empoderarlo», como dicen ahora.

El conocimiento de lo que allí se ha ido cociendo, los círculos viciosos, la dinámica kafkiana del proceso.

La cárcel es segura e impide la fuga pero tiene puertas con llaves que pueden abrirlas.

Hay que conseguirlas.

Ahora estamos en GoiGroup

Este blog es solo la punta del iceberg, hay mucho más.

En GoiGroup (el equipo de Arturo Goicoechea) enviamos consejos diarios sobre síntomas.


Al seguirnos, recibirás un audio de 10 minutos que ha sido de gran ayuda para nuestros pacientes.

Si esto te interesa, nos sigues aquí abajo con un click. Si cambias de opinión, dejas de seguirnos con otro click. Así de simple:

Información básica sobre protección de datos. Responsable: GOIGROUP SC. Finalidad: enviarte newsletter informativa con contenidos relacionados con la salud y promociones comerciales personalizadas automáticas. Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos, así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control. Información adicional: En la Política de Privacidad de Goigroup.org.

2 comentarios en «Migraña. Un callejón con salida»

  1. Buenos días Arturo,
    Hace tiempo que sigo tu blog e incluso me apunte al curso que impartes de migrañas pero por circunstancias no pude asistir y se que la labor que haces es encomiable, pues está sacando Del Pozo de la desesperanza a muchos migrañosos. La razón por la que escribo en el blog es saber si el método que enseñas tiene evidencia científica y sin conocer la respuesta, casi me alegraría que me dijeras que no.Como sanitaria que soy y terapeuta estoy algo harta de la “evidencia científica” que muchos utilizan como arma arrojadiza para tirar por tierra el trabajo de buenos profesionales, aunque ya sabemos que de todo hay en la viña del señor. Bueno sólo quería conocer tu opinión.

  2. Dedi: comparto contigo las reflexiones sobre la evidencia científica. Es evidente que los conceptos que explicamos en el curso son conceptos básicos de Neurociencia, de Biología, debidamente sustentados por la Ciencia. Tenemos hecho un trabajo para validar con «evidencia científica» los buenos resultados pero no conseguimos que lo acepten para publicación.
    A mi lo que me interesa es el funcionamiento del organismo. Lo estudio y se lo explico a los alumnos de los cursos. Eso es todo.

    Saludos

Los comentarios están cerrados.