Inflamaciones

Clásicamente se ha considerado a la inflamación como una respuesta defensiva-reparadora frente a infecciones y lesiones. Clásicamente también se considera que si una zona se ha inflamado está caliente, hinchada y roja. Además, probablemente el individuo note dolor y no podrá utilizarla mientras se cura. Si no hay infección ni lesión que reparar no hay inflamación. Si la zona no está caliente, hinchada y colorada tampoco está inflamada. Eso debiera ser, pero no es. Hoy en día se echa mano del término «inflamación» aunque no se den las circunstancias que se exigían antaño. La obesidad, la senectud, el cáncer, las …

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El dolor no es un signo inflamatorio

  En el siglo I antes de Cristo, el médico romano Celso, describió los cuatro «signos» inflamatorios: rubor, tumor calor… y dolor. Evidentemente la inflamación genera calor, tumor y rubor en la zona inflamada, siempre objetivables , pero el dolor no es una cuestión de los tejidos inflamados sino del cerebro. Las neuronas sanas e hipersensibilizadas que rodean la zona inflamada generan señales informativas del proceso. Esa información llega al cerebro y, en función de muchos factores, aparecerá (o no) en la conciencia el sentimiento de dolor. Lo percibiremos en la zona inflamada pero no se genera allí, sino en …

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La Pedagogía y los fármacos

Dicen nuestros detractores que privamos a los pacientes del beneficio de los fármacos, ofuscados por nuestra fe en la bondad de nuestra particular «terapia cognitivo-conductual». En los cursos tocamos el tema de las terapias en general y el de los fármacos en particular. Desde la filosofía de nuestro enfoque lo que hacemos es explicar el mecanismo de acción. ¿Antiinflamatorios? Antes que nada: ¿qué es la inflamación?: una respuesta defensiva-reparadora de los tejidos que contiene un proceso muy delicado de autoregulación (antiinflamación). El proceso inflamatorio sensibiliza la zona lesionada y cualquier estímulo, aun siendo inofensivo en un tejido sano, puede ser …

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Grupos de migraña. Nocicepción y muerte celular accidental

El organismo es una Sociedad de células cuyo objetivo biológico (evolutivo) básico es sobrevivir, individual, colectivamente y como especie. La Sociedad celular dedica parte de sus efectivos a detectar peligro y activar respuestas defensivas adecuadas. Tanto el Sistema Inmune como el Sistema Nervioso disponen «células vigilantes de nocividad», especializadas en la detección de estados y agentes potencialmente letales. Los células (neuronas) vigilantes de nocividad del Sistema Nervioso se denominan nociceptores, es decir, receptores de nocividad. Todavía en muchos textos sobre dolor describen unas supuestas neuronas que son capaces de detectar el dolor generado en tejidos afligidos. Serían neuronas con receptores …

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CXCL5 ¡qué dolor!

Al dolor le salen muchas novias con posibles terapéuticos. Los sabuesos de las «moléculas del dolor», esas malditas moléculas que la evolución ha puesto en los tejidos para fastidiar, para que se inflamen y duelan, van identificándolas y poniéndolas a disposición de los Laboratorios para que estos vean el modo de neutralizarlas consiguiendo así el ancestral objetivo de evitar molestias al proceso de sobrevivir

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