He leído muchos de sus artículos. Conocer esta nueva realidad acerca del dolor que él expone tan claramente, es un tesoro y un punto de partida para poder atajarlo para los que lo sufren. Desde mi punto de vista, trabajo como enfermera, la clase médica debería dejar de dar la espalda a estas evidencias y no negarlas sin ningún tipo de criterio. Gracias Arturo.