>Espejos y memeces
> La cultura occidental nos moldea con la ilusoria convicción del YO. Percibimos de forma convincente nuestra presencia, nuestra frontera, la propiedad de nuestro ser y la agencia de nuestras acciones. Cuando sentimos algo que no procede de nuestra voluntad o no puede ser explicado como consecuencia de lo previamente decidido tendemos a concluir que algo extraño se ha colado en nuestro sistema de decisiones.El dolor nos plantea ese tipo de perplejidades. Si no podemos interpretarlo como una consecuencia de nuestras decisiones previas surge la sospecha de que algún factor añadido anómalo se ha colado en nuestro organismo, precisamente allá …