Al dolor le salen muchas novias con posibles terapéuticos. Los sabuesos de las “moléculas del dolor”, esas malditas moléculas que la evolución ha puesto en los tejidos para fastidiar, para que se inflamen y duelan, van identificándolas y poniéndolas a disposición de los Laboratorios para que estos vean el modo de neutralizarlas consiguiendo así el ancestral objetivo de evitar molestias al proceso de sobrevivir
La biología medicalizada: I
Muchos profesionales dan por sentado que, si hay dolor, hay inflamación, aunque no haya rubor, tumor ni calor y prescriben antiinflamatorio. El ibuprofeno puede que le ayude a sentirse mejor, pero no a proteger y regenerar la zona dañada.