Palabrería
Al nacer disponemos de una densa red neuronal que recibe a través de los sentidos internos y externos datos de las variables físicoquímicas. A un ritmo frenético se van estableciendo patrones de conectividad que permiten atribuir un significado a los escenarios, a cada interacción del organismo con el mundo externo. El flujo de datos sensoriales seguirá a lo largo de la vida, pero ya será filtrado, gracias a que la red ha aprendido a separar el grano de la paja, la señal del ruido, lo relevante de lo irrelevante, desde criterios objetivos y subjetivos. El lenguaje recoge parcialmente este proceso. …