>Malentendidos (II)
> Si se acepta que el dolor (en ausencia de daño) está producido por una valoración errónea, innecesaria, de peligro por parte del cerebro, la solución es sencilla: “dígale a su cerebro que le deje tranquilo, que tiene mucho que hacer…” La mayoría de los pacientes aseguran que han captado la idea pero puede que muchos se muestren escépticos sobre su utilidad. – O sea, que tengo que pensar que no me está doliendo y así el dolor se irá… – En absoluto. Eso, con toda probabilidad, hará que el dolor aumente. Si alguien intenta …