Dolor justificado
El dolor es una percepción aversiva que contiene implícitamente una evaluación de amenaza de daño tisular, consumada o inminente. Si duele, puede que en la zona doliente haya tejido dañado o en apuros o, tal como sugiere la definición de la IASP, exista sólo una “vivencia o percepción de daño”. El padeciente se plantea primero la cuestión del origen: “¿tendré algo?” y, una vez aclarada la causa, se formula el deseo de que el dolor se vaya, con o sin ayuda. No siempre las explicaciones que se dan para solventar la cuestión del origen son convincentes. Se recurre con frecuencia …