Ya para terminar con las reflexiones críticas del programa de TV3 Conviure amb la migranya comento la parte final de las propuestas terapéuticas.
Desde la base conceptual (en mi opinión, errónea) de que el dolor surge de unas meninges inflamadas y que dicho dolor ya construido llega al “centro del dolor”, bombardeando y saturando circuitos hasta un nivel extremo, se recomienda el uso de antinflamatorios convencionales como la aspirina y el ibuprofeno y otros fármacos más potentes, de triple acción, los triptanes: vasoconstrictores, antinflamatorios “naturales” y bloqueadores de la transmisión de las señales de dolor al centro de dolor.
Tal como ya saben los lectores habituales de este blog, el dolor no se origina en ningún tejido, por muy inflamado que se le suponga. No hay neuronas que detectan dolor, no hay señales de dolor, no hay un centro del dolor. No hay, por supuesto, inflamación ni tampoco vasodilatación en vasos y meninges.