Señales de dolor
Las señales de dolor no existen. No hay dolor en la espalda, la cabeza, el estómago o el pie. Puede haber nocividad, pero no dolor.
Las señales de dolor no existen. No hay dolor en la espalda, la cabeza, el estómago o el pie. Puede haber nocividad, pero no dolor.
No existen. Repito: no existen.
No. No insista. Grábeselo a fuego en su mente. No existen estímulos que segregan dolor cuando contactan con los tejidos.
En la literatura sanitaria se utiliza con frecuencia el término «estímulo doloroso». Cuando algo duele: el pie, la cabeza, el hombro… damos por sentado (intuición más o menos fundamentada) que el dolor se genera allí donde se siente.
No es una terapia. No damos pautas, remedios ni consejos. Quitamos vendas y animamos a abrir los ojos a la Biología. Visibilizamos lo invisible.