Si padeces dolor u otros síntomas podemos ayudarte en GoiGroup, la nueva plataforma que hemos creado con Arturo Goicoechea dedicada a pacientes y profesionales.


Y tú, ¿qué aceptas?

En los síntomas sin explicación médica, pero etiquetados (migraña, fibromialgia, dolor crónico músculoesquelético, colon irritable…), se aconseja a los pacientes que acepten su situación, que no se generen falsas expectativas y que se concentren en vivir desde esa situación, en vez de estar pendientes de los síntomas.

Se pone el ejemplo de otras enfermedades crónicas como la diabetes. “Usted tiene diabetes. Acéptelo. Conozca la enfermedad y adáptese a las limitaciones que le produce. Controle su impacto negativo y céntrese en vivir, en conseguir sus objetivos”. Otro ejemplo extremo sería el de la ceguera: “Usted es ciego. Acéptelo y consiga adaptarse a la situación. Aprenda a andar por la calle con el bastón”. Renuncie a la expectativa de la curación.

Cada paciente se instalará en su situación aceptando o rechazando las distintas opciones.

  1. La oficial: padece una enfermedad misteriosa, crónica e irreversible. Acéptelo y concéntrese en adaptarse a esa condición. Le ayudaremos a minimizar el impacto negativo de la enfermedad. Le daremos consejos y terapias sintomáticas.
  2. La esperanza es lo último que se pierde: algún día se conocerá la causa oculta y por fin dispondremos de un tratamiento.

El error evaluativo neuroinmune

Desde la perspectiva del error evaluativo neuroinmune inducido por la información experta, proponemos otro marco de referencia:

Los síntomas sin explicación médica expresan un error de evaluación aprendido. Los errores del componente inmune deben ser aceptados y adaptar la conducta a esa condición: “Tengo alergia a la penicilina o al látex: debo evitar la exposición, por el riesgo que ello conlleva”. Los errores del componente neuronal, sin embargo, son reversibles, pero deben ser evaluados como tales errores como paso previo, necesario.

No todos los pacientes aceptan la propuesta del error evaluativo. Les resulta más creíble la de la “enfermedad misteriosa e irreversible”.

“Tiene que aceptar que el componente neuronal de su sistema neuroinmune actúa desde un error no corregido, promovido y consolidado por la información experta. No acepte la propuesta de la enfermedad. Está usted sano, pero su sistema neuroinmune opera sobre la base de una enfermedad real.”

Es una propuesta plausible, con lógica biológica. Muchos pacientes la han aceptado y les ha ido bien.

¿Existe el componente adquirido neuroinmune? ¿A lo largo de toda la vida aprende, se adapta a la información disponible? ¿La información de los expertos influye en lo que el sistema evalúa?

“No, no lo acepto. Los síntomas de enfermedad son reales. No los imagino. Si me siento enferma, es que estoy enferma.”

En este tema, lo que uno acepta es fundamental. Hay que tener cuidado con las comparaciones, los ejemplos, las metáforas.

La opción de aceptar la hipótesis del error evaluativo abre la puerta a un camino a seguir. Consiste en conocer y aceptar procesos biológicos bien establecidos. Somos humanos. Creemos. Muchas veces sin las pruebas necesarias. Decidimos entre opciones. Aceptamos. Rechazamos.

No es fácil acertar.

“Lo probé y no funcionó. No lo acepto. Eso del aprendizaje es un timo. Uno más.”

Know pain, no pain