Releyendo mi libro primogénito Jaqueca, análisis neurobiológico de un dolor irracional, me he rencontrado con Óscar Vilarroya y la referencia a su excelente libro La disolución de la mente, en el que explica la falacia de lo que percibimos, el trabajo de la mente creativa. Como la magdalena de Proust, al leer “Óscar Vilarroya” ha aparecido un torrente de recuerdos de los años de lectura que precedieron a mi libro. Muchos eran de editorial Tusquets y uno de ellos fué La disolución de la mente de un tal Óscar Vilarroya.
He solicitado a Google una ficha actual de mi personaje y he comprobado con alegría que sigue vivo y colea y que ha escrito un libro que he empezado a devorar: Somos lo que nos contamos.
Óscar Vilarroya es médico y neurocientífico y anda metido también en el campo de las artes escénicas. Con tristeza y decepción, he visto que sólo cuenta con un comentario en Amazon sobre su libro La disolución de la mente, desde que vió la luz en 2002. Parafraseando su término “pancepción”, ha sido una “pandecepción”.
Si es usted un curioso de las cosas de la mente, la evolución, el cerebro, el mundillo Sapiens (ma non troppo), nuestra peripecia desde que fuimos expulsados del paraíso de los bosques africanos y condenados, por comer manzanas prohibidas, a buscarnos la vida y la muerte en la sabana, rodeados de fieras hambrientas, este libro, con toda seguridad, no le defraudará.
Óscar define a los Sapiens (m.n.t.) como criaturas narrativas y lo hace oportunamente en un momento de nuestra historia marcado por los relatos en las redes sociales, las fake news, las burbujas narrativas, el desborde continuo y fácil de los emoticonos, de la lisonja y el insulto arbitrario.
Comparto plenamente la propuesta de que somos un cuento, un relato, condicionado poderosamente por los cuentos de otros, investidos de una autoridad y competencia no siempre fundamentada ni desinteresada.
Óscar es, además, un excelente divulgador. Hace fácil lo difícil. Su narrativa literaria es amena y accesible.
Mi ansiedad “relatatoria” me ha obligado a darles la buena nueva de su nuevo libro (2019). No había tenido noticia en las redes de su existencia y no he podido evitar escribir mi entrada para cotillear:
-¿Sabes que el Óscar había escrito otro libro”? Habla del cotilleo Sapiens (m.n.t.). Ya me lo he bajado, pero no he podido resistir. Lo tenía que contar en mi blog. Te dejo, que vuelvo a sus páginas. Prometen.
A lo dicho: Óscar Vilarroya. Sólo conozco de él su cara y su libro La disolución de la mente. Me bastan para ponerle todas las estrellas que Amazon me autoriza, para hacer justicia a un autor que merece más difusión.
Gracias, Óscar.