Sostiene Ramachandran que el dolor es una opinión. Opino que no le falta razón. El dolor, y cualquier otro síntoma, expresa en la conciencia una opinión, un estado evaluativo-motivacional fluctuante del organismo. Se entiende más claro con el picor, que, por supuesto, también es una opinión. Expresa en la conciencia una evaluación (amenaza en una zona de la piel) y una propuesta (¡ráscate!).
El individuo conoce la opinión de su organismo recibiendo el síntoma y opina como puede. Lo lógico es que pida opinión a un profesional.
Todas las enfermedades generan estados de opinión del organismo, evaluaciones. El cáncer es el resultado de una opinión. La gripe, la diabetes, la depresión, la migraña, y, por supuesto la fibromialgia, también se expresan en la conciencia como consecuencia de la opinión del organismo.
Hay dos estados límite de una opinión: equivocada (cero) y acertada (uno). Entre esos dos estados caben los decimales, las décimas y milésimas, los errores y aciertos parciales.
Respecto a la fibromialgia algunos opinan que no es una enfermedad sino algo “psicológico”, en el peor de los sentidos. En mi opinión, opinar así no es sólo erróneo sino inmoral.
Otros opinan que es una enfermedad real, misteriosa, de origen desconocido, multifactorial, irreversible.
La OMS opina que es una enfermedad y la clasifica entre las enfermedades reumáticas.
Las Asociaciones de pacientes de fibromialgia opinan que la enfermedad es, por supuesto, real, y que quien la padece tiene derecho a todas las prestaciones disponibles. Opino que tienen razón.
La doctora Maria Jesús Barrenengoa, médico de atención primaria, ex-paciente de fibromialgia, optó por la hipótesis de que toda enfermedad, incluída la fibromialgia, expresa una opinión y que, en este caso, estamos ante un error de evaluación por parte del organismo. Actúa como si hubiera una enfermedad, pero no la hay. Desde esa convicción se puso a trabajar y convenció a un grupo de profesionales (médic@s, fisi@s, psicólog@s, enfermer@s) de que había que ponerse las pilas y convencer a los pacientes de que habitaban un organismo sano, pero gestionado por un sistema neuroinmune equivocado.
En horas libres, no remuneradas, organizó los talleres-curso oportunos y expuso la hipótesis de la enfermedad-error a grupos de pacientes, debidamente etiquetados, unos más escépticos que otros, respecto a la propuesta.
En un estudio preliminar se vió que la propuesta “funcionaba”. Muchos pacientes redujeron considerablemente el impacto de los síntomas hasta dejar de cumplir con los criterios diagnósticos exigidos. Cada cual opinó a su manera. Algun@s opinaron que, dado que la fibromialgia no se cura, los que se “curaron” no padecían fibromialgia sino probablemente otra cosa, puede que “psicológica”.
Visto lo visto diseñaron un proyecto de investigación con grupo de control. Distribuyeron aleatoriamente a l@s pacientes en el grupo de intervención o en el de control y comprobaron lo que sucedió a lo largo de un año. Hicieron las cuentas y la prestigiosa revista European Journal of Pain, dió el visto bueno. Opinó que el estudio contenía información validada y valiosa.
El cáncer es una opinión equivocada del organismo. Una colonia de células se salta las normas de seguridad, engaña a la vigilancia inmune y consigue un trato de favor cuando debiera recibir lo contrario, la activación de la muerte programada.
La diabetes juvenil es la consecuencia de una opinión equivocada. El sistema inmune evalúa (opina) amenaza en las células que fabrican insulina y las elimina.
La fibromialgia es el resultado de una opinión equivocada. El sistema neuroinmune activa el estado “enfermedad”, el mismo que se enciende en una enfermedad real (por ejemplo, la gripe). El paciente recibe los síntomas correspondientes (dolor generalizado, cansancio, niebla cognitiva (fibrofog) y dificultad para conciliar el sueño. Lógicamente opina que padece una enfermedad, en sentido clásico.
Los profesionales opinan de diversa manera. Los que defienden la hipótesis de la enfermedad real sitúan el problema en el sistema nervioso. Procesa mal la información que opera en el organismo y gestiona los recursos frente al estrés de modo sensible. Está enfermo. Es la hipótesis, digamos, ortodoxa, promovida por las guías oficiales, del Ministerio.
Otro grupo de investigadores vascos opina que l@s pacientes de fibromialgia padecen una distorsión del esquema corporal:
El organismo construye una idea inestable de sí mismo, con creencias negativas facilitadas y un modo hipervigilante. No aclara si ese estado define una patología de la red neuronal, una psicopatología del paciente o un error evaluativo inducido. más o menos, por la cultura. En cualquier caso, se puede opinar que el organismo se vigila-evalúa-protege desde una opinión equivocada.
Este es el panorama, en mi opinión, claro.
En todo caso opino que debiera tomarse buena nota de lo que propone el grupo liderado por la doctora Barrenengoa y actuar en consecuencia.
Por mi parte, felicitar a Mariaje y su cuadrilla por el excelente trabajo. Tuve el honor de participar como oyente en las clases de uno de los grupos y puedo dar fe de lo que allí sucedía.
¿Los errores se curan?
Usted, ¿qué opina?
Know pain, no pain
Dr, me podría decir cómo evolucionan esos estudios que usted decía en 2019 eran bastante alentadores? soy paciente de fibromialgia, y estoy desesperada. Gracias
He experimentado personalmente esta patología sintomática, a la que no llamo enfermedad, si dolencia.He vivido y he superado todos los síntomas, por desgracia no ha sido con los diagnósticos del reumatólogo y medicación la cual condena a una vida de sufrimiento Por desgracia solo se acepta y se TRABAJA personalmente en esta conclusión cuando has tocado fondo, pero doy fe personalmente de que hay luz al final del túnel y una vida normal y estupenda y espera detrás.Gracias Arturo, como lector de tu blog, trabajador del concepto y como paciente recuperado.
David: gracias por dar tu testimonio. Nos ayuda a seguir en la brecha. Saludos