Si padeces dolor u otros síntomas podemos ayudarte en GoiGroup, la nueva plataforma que hemos creado con Arturo Goicoechea dedicada a pacientes y profesionales.


El dolor se enseña. Aprenda Biología

El aprendizaje en nuestra especie fluye alimentado por tres fuentes: la experiencia propia (aprendizaje asociativo), la observación de experiencias ajenas (ambas compartidas con otras especies) y la instrucción de expertos, exclusiva de nuestra especie.

Al nacer recibimos con el genoma la prestación del aprendizaje evolutivo, como especie, con todo el equipamiento necesario para iniciar el camino incierto de aprender individualmente, con una cuota variable de acierto a la hora de activar recursos de alerta-protección.

De las tres vías de aprendizaje la menos fiable es la tercera, la exclusiva de los Sapiens (ma non troppo): la instrucción de expertos. No hay mas que echar un vistazo a nuestra historia.

Los síntomas sacan los colores a veces al organismo. No ha sido capaz de evitar el daño. Los tejidos sufren, se estresan y dañan. Las neuronas vigilantes (nociceptores) detectan los apuros y destrozos e informan a través de códigos electroquímicos. Los centros evaluativo-motivacionales reciben los recados y organizan la respuesta adaptativa más eficiente, optimizando la relación beneficio/costos. Según los contextos en los que se produce el daño aparecerá o no el sentimiento de dolor en la conciencia.

No lo podemos saber con seguridad, pero probablemente ningún animal ignorante padecerá dolor sin que le preceda y acompañe un incidente nocivo. No imagino migrañas, fibromialgias, dolores crónicos, en ausencia de una patología fácilmente objetivable.

El equipo recibido al nacer por todas las especies dotadas de red neuronal es el mismo: nociceptores dotados de sensores de nocividad, neurotransmisores, neuromoduladores, respuestas de evitación… Todo eso lo compartimos.

Lo que sólo tenemos los Sapiens (ma non troppo) es un conocimiento acumulado sobre las interioridades de organismo. Gracias a ese conocimiento nos hemos hecho los dueños del planeta y hemos aumentado considerablemente la expectativa de vida.

Nada sale gratis. Hay contrapartidas. El sistema neuroinmune humano comete más errores que ningún otro. Probablemente influyan los tres componentes. Puede que hayamos minimizado la experiencia propia de daño; puede que tengamos más capacidad de absorber la experiencia ajena, empatizando con los relatos (cotilleo) y expresiones de daño ajeno y, sobre todo, puede incorporar el conocimiento aportado por los expertos, un conocimiento sensibilizador, que atribuye a todo la capacidad de dañar, antes o después. Los cambios, las dietas, los estreses, los estados de ánimo, todo lo que define la variación externa e interna, aunque no contenga ninguna amenaza objetiva de nocividad, activa estados de alerta-protección innecesariamente, en gran parte debido a la información que los expertos han facilitado.

El sistema neuroinmune está instruído en protegernos de todo tipo de variables inofensivas. Ha aprendido a asociar cualquier irrelevancia a la posibilidad de daño, no por capricho, sino porque le han enseñado a actuar así.

Lo enseñado no tiene nada que ver con la realidad, con los estados de los tejidos, sino con las creencias que el sistema ha dado por fiables.

En las publicaciones sobre dolor y cognición se reconoce que lo que el individuo crea y tema-espere influye poderosamente en que el dolor aparezca o desaparezca (nocebo y placebo), pero no se analiza la contribución de la información de expertos, a pesar de que en muchas ocasiones es contraria a todas las evidencias. Las emociones mal gestionadas y las cogniciones catastrofristas las pone el individuo generando una ·”disrupción” de los centros y vías nociceptivas.

La enseñanza del dolor es libre y fácil. Abundan los chivos expiatorios y las ofertas de remedios. Si no funcionan unos, se proveen otros. Todo vale, menos plantear abiertamente que el problema está en la información experta.

Nacemos con mucho aprendido. Nuestra historia evolutiva de tres a cuatro mil millones de años nos ha enseñado a saber cuándo algo es nocivo y debe evitarse y cuándo necesitamos hacernos con ello.

Basta con unos pocos años de contacto con la cultura somática facilitada por los expertos para que el sistema neuroinmune adopte el modo evitador generalizado.

La Institución de libre enseñanza se promovió en España a caballo de los siglos XIX y XX para promover un escenario de aprendizaje no sometido a los dogmas oficiales.

Habría que promover también una Institución de libre enseñanza en esta cuestión que nos ocupa: la del dolor (y otros síntomas) sin daño.

Existe una doctrina oficial, poderosamente esponsorizada y aceptada mayoritariamente por el cuerpo docente. El dolor se enseña y aprende dócilmente, ingenuamente.

¿Qué podemos hacer?

Biología, evolución. Conocimiento.

Know pain Biology, no pain Medicine.


Este blog es solo la punta del iceberg, se puede hacer mucho más.

En GoiGroup (el equipo de Arturo Goicoechea) enviamos consejos de lunes a viernes para desactivar los síntomas desde la raíz.

Además, al seguirnos recibes un audio de 10 minutos que para muchos de nuestros pacientes supuso un gran alivio.

Si esto te interesa, nos sigues aquí abajo con un click. Si cambias de opinión, dejas de seguirnos con otro click. Así de fácil:

Información Básica sobre Protección de Datos (GoiGroup)

Responsable: GOIGROUP SC. Finalidad: enviarte newsletter informativa con contenidos relacionados con la salud y promociones comerciales personalizadas automáticas. Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos, así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control. Información adicional: En la Política de Privacidad de Goigroup.org


4 comentarios en «El dolor se enseña. Aprenda Biología»

  1. Hola, Arturo,

    Vaya por delante que creo hay médicos excelentes, que tienen una preocupación real por el paciente y obran consecuentemente. Lamentablemente no todos son así. Incluso los hay que teniendo una preocupación real por el paciente no tienen el conocimiento (existente) necesario.

    En mi opinión muchos deberían bajarse de su pedestal de “sabiduría”, adquirir un poco de humildad (muchos andan bastante escasos) y ponerse a estudiar. Algo no va bien cuando es práctica aceptada que un médico escriba en un informe “SII: es un proceso generalmente crónico que conduce a una regular/mala calidad de vida […] Aprenda a convivir con la enfermedad que es muy frecuente, unos 6 millones de personas la padecen en nuestro país” y se quede tan a gusto, como fue mi caso, en lugar de decir “no sé/sabemos lo que te pasa”. Te etiquetan y a casa a pasarlo como puedas. No solo no te han ayudado sino que te han cargado ya con la información de crónico y de que tu calidad de vida va a ser regular/mala. ¿Y en qué se basan para decir eso si no tienen conocimiento al respecto? ¿En que muchos pacientes con SII no mejoran? Me pregunto si a todos les dicen lo mismo que a mí. ¿Y por qué será que es crónico en unos pacientes y en otro no? Esto no es exclusivo de los médicos. En España decir “no sé” está penalizado cuando reconocer que no se sabe algo es el primer paso para averiguarlo.

    Otro problema desde mi punto de vista es la no integración de especialidades, evaluar al paciente por partes y no como un todo, que es lo que somos.
    – Oiga, que yo hago zapatos y hago zapatos. A mí no me hable de cordones.
    Crear equipos multidisciplinares creo que sería necesario pero a lo mejor hiere el ego de más de uno.

    Dejar de tratar al paciente como si fuera estúpido también estaría bien. Es increíble la capacidad que tienen para sacar el recetario a pasear sin explicarte lo que tienes. Es divertido (en parte) ver cómo algunos se incomodan, cómo empiezan a retorcerse en sus sillones, e incluso llegan a enfadarse cuando les haces preguntas, como si preguntar por tu salud y lo que te pasa fuera un delito. Eso sí, en darte los consentimientos informados que les eximen de toda responsabilidad no fallan. ¿Sugiere esto que están demasiado centrados en sí mismos y menos en el paciente?

    Tampoco entiendo por qué no aceptan o al menos admiten a trámite una teoría que creo que rellena muchos vacíos que existen a día de hoy en la medicina.

    Aprovecho para darte las gracias, Arturo. Tras más de 3,5 años con unos dolores horribles, totalmente incapacitada y sin poder dar un paso sin estar destrozada de dolor (rotura de labrum + posterior artroscopia) en solo un mes y medio estudiando el curso “Know pain, no pain” el dolor ha bajado considerablemente. Por ejemplo, ayer pude salir a la calle media hora a hacer gestiones sin que fuera un auténtico suplicio 🙂 Me emociono escribiendo estas líneas por lo que esto supone para mí. Aun me queda mucho camino por recorrer pero estoy segura de que lo conseguiré gracias a tus enseñanzas. Millones de gracias a ti y a todos los Goico.

  2. Alejandra: agradezco con emoción tu testimonio. Es muy valioso para otros pacientes. Estoy convencido de que tu empeño y coraje seguirá dando frutos. Adelante con el conocimiento. Un abrazo

  3. Buenos dias , una noche mas sin poder dormir. no se que pasará acabo de conocer el blog atraves de mi doctora la verdad es que ayer cuando he ido a verla ya fue con un pensamiento. sera la ultima vez que buscaré ayuda algo tendré que hacer ( mal pensamiento) espero muy anciosa poder saber mas a respeto de la fibromialgia que me esta matando.Un Saludo

  4. Giselle: encontrarás en el blog herramientas para afrontar la fibromialgia desde una perspectiva novedosa que a otras pacientes les ha ayudado. Lo fundamental es comprender el proceso desde la perspectiva biológica, desde lo que realmente está sucediendo en el interior. Con calma y constancia se puede lograr el objetivo. Saludos

Los comentarios están cerrados.