Hay sucesos o acciones estimulantes: generan un resultado significativo, positivo (apetitivo) o negativo (aversivo). Estos sucesos coinciden en tiempo y espacio con otros irrelevantes, pero si preceden repetidamente a lo estimulante, se convierten en pistas o señales que predicen que enseguida viene lo bueno o lo malo y permiten ganar tiempo.
Pavlov estudió esta obviedad con sus perros y demostró que, si a la presentación de la comida le anticipamos repetidamente el sonido de una campana o cualquier otro estímulo irrelevante, el perro acabará salivando con el sonido de la campana, aunque no haya comida a la vista.
Al estímulo irrelevante lo denominó estímulo condicionado y a la comida estímulo no condicionado.
La campana genera salivación a condición de que le siga la comida. Si dejamos de dar comida tras la campana, desaparece el reflejo. Las campanas no hacen salivar por sí solas.
El reflejo condicionado se ha estudiado en relación al dolor. Si aparece dolor en un contexto en el que se asocian estímulos irrelevantes, puede que alguno de esos estímulos se convierta en una pista o señal que la red neuronal asocie con el dolor, le atribuya un poder predictivo y aparezca en el futuro el dolor, aunque no suceda nada amenazante, igual que la campana y la salivación.
Cuanto mayor sea el valor biológico del suceso, más fácil se producirá el condicionamiento a estímulos irrelevantes. La muerte celular (necrosis) consumada o inminente tiene alto valor biológico y, por tanto, el condicionamiento a lo irrelevante está facilitado, si esa irrelevancia precede a un incidente de daño consumado o inminente y, una vez establecido el condicionamiento, bastará que se presente el estímulo condicionado para que el dolor se proyecte en la conciencia, aunque no suceda nada amenazante.
En experimentación se puede conseguir el condicionamiento a lo que se quiera, haciendo trampas. Cuando presentamos el estímulo irrelevante (por ejemplo, una luz roja o verde), subimos o bajamos la intensidad del estímulo nocivo sin comunicárselo al sujeto. Repetimos la jugada varias veces y conseguiremos en muchos casos, ya sin hacer trampas y manteniendo el estímulo constante, que la luz roja aumente el dolor y la azul lo disminuya.
Algo parecido sucede con los analgésicos: si en un suceso de daño administramos un analgésico-antinflamatorio, reducimos la señal nociceptiva (no la nocividad real), un efecto parecido a rebajar la intensidad del estímulo en experimentación, y la acción de tomar el calmante bastará para reducir el dolor en el futuro, sea cual sea el origen del dolor (con o sin daño).
En el aprendizaje del condicionamiento es fundamental que al estímulo irrelevante (condicionado) le siga inmediata y repetidamente el que tiene valor biológico (incondicionado). Si no es así, la respuesta refleja se extingue. La red neuronal, por miedo, puede cometer muchos errores, y ver pistas en todo tipo de irrelevancias, pero si tiene la oportunidad de modificar sus expectativas y creencias, por su condición plástica, dejará de atribuir valor predictivo a lo que la experiencia demuestra que es irrelevante.
¿Qué papel juega la información experta en el aprendizaje del condicionamiento?-
– Cuando sale el día nublado, me duele la cabeza.
La niebla no amenaza la integridad física de la cabeza, pero el dolor está ahí. Puede que hubiera un incidente de daño en la cabeza (un golpe) coincidiendo con un día nublado y eso facilitara el condicionamiento, pero lo lógico sería que la inteligencia potencial de la red neuronal no relacionara la niebla con el daño inducido por el golpe y no se produjera ese condicionamiento.
La cultura folk (popular) y experta puede generar expectativas capaces de activar estados de alerta-protección frente a todo tipo de irrelevancias y proyectar dolor sin necesidad de que esas irrelevancias se acoplen a un incidente de daño. No hace falta darse golpes en la cabeza o la rodilla cuando sale el día nublado para que un mal día la expectativa-creencia haya adquirido fuerza predictiva y aparezca el dolor.
El dolor no certifica nada. No es un estímulo incondicionado. No hay ningún elemento de daño potencial en el día nublado para establecer el condicionamiento y mantenerlo. Basta que la información folk-experta valide un supuesto valor de nocividad a lo que sea para que la red opere como si se tratara de un condicionamiento.
El dolor funciona como un refuerzo negativo que consolida el error evaluativo. Sustituye a la información sensorial de los tejidos.
Si al estímulo irrelevante le sigue el dolor, en ausencia de daño objetivable podemos concluir que la red está instruida en validar el dolor como informe de daño. Es una conclusión potencialmente errónea.
El estímulo no condicionado es la señal nociceptiva (daño potencial) o necroceptiva (daño consumado), la que, realmente, tiene valor informativo, pero en nuestra especie la información experta ha adquirido el valor de predictibilidad.
Las palabras pueden bastar para establecer condicionamientos que sólo llevan a la mortificación e invalidez innecesaria.
Una vez establecida la creencia, puede costar desactivarla, pues se desvincula de la información sensorial, de la realidad y se fía de los contenidos de la conciencia. En este caso, el dolor.
– Yo sólo sé (me fío) de que me duele.
Es fundamental trabajar para disolver la creencia. Las herramientas serán el conocimiento, la información sobre los riesgos de la información (metainformación) y la exposición confiada a la realidad para que la red compruebe que no sucede nada.
– Yo sólo sé que veo una persona.
– Hemos hecho fotos y no sale la persona.
– Yo sólo sé que la veo.
Know pain, no pain.
Buenas y calurosas tardes,
Siguiendo las teorías del blog poco a poco voy dejando atrás la migraña, la incapacidad de dormir bien, y tratando ahora de abordar el cansancio. Lo que no soy capaz de abordar es un ruido constante en la cabeza, ni la falta de concentración.Mi pregunta es: cual es el objetivo de la red por defecto captando todos los recursos cognitivos e impidiendo focalizar nuestra atención en otras cosas, es decir, que busca está red actuando de esta forma, posiblemente al entenderlo sea capaz de abordar de una vez por todas el problema.
Un saludo afectuoso
Tydale: el modo por defecto se activa cuando el individuo no está concentrado en una tarea que requiera atención, es decir, en tareas muy automatizadas o cuando está pensando “en Babia”. Cuando aparece esa tarea cesa la actividad por defecto y la atención se desvía hacia la tarea. En contextos de dolor crónico u otros síntomas, como los acúfenos, la red dedica la atención a las cuestiones de salud, especialmente cuando generan incertidumbre. Es un modo intrusivo que repasa pasado, presente y futuro. El conflicto entre lo imaginado y la realidad se inclina hacia la evaluación de enfermedad y eso hace que los acúfenos se mantengan. La red prioriza el procesamiento de posibles señales de lesion-enfermedad. Es como el dolor en ausencia de daño. Aunque no existan señales óticas anómalas el cerebro predictivo-imaginativo construe esos artefactos sonoros (alucinaciones elementales auditivas).
Las herramientas son las mismas: desviar la atención, desenfocarlos y tratar de minimizar la vigilancia y evaluación, desde la convicción de que no informan de nada. No indican patología.
Buenos días Arturo . Un artículo que resume bien la teoría.
Como bien dices ,” Si al estímulo irrelevante le sigue el dolor, en ausencia de daño objetivable podemos concluir que la red está instruida en validar el…”. Si es el experto el que tiene que certificar que existe una patología ,por ejemplo “usted tiene una artrosis y le tiene que doler ” …pues empezamos mal… Usted Arturo siempre dice que tenemos que asegurarnos de que no existe daño y una de las formas de asegurarnos, en muchas ocasiones , es la opinión del experto con lo que nos vamos a casa con su opinión y en base a ella el dolor sigue o se va , incluso a los que conocemos su teoría y la llevamos a la práctica. A mí juicio creo que sería conveniente para todos nosotros que usted hiciera una lista de las patologías en las que el experto digamos mete la pata, patologías que no deberían de doler. Creo que es lo que nos falta para poder aplicar la teoría sin miedo.
Siempre agradecida… un saludo!
Arturo: Y que hacer con la niebla mental y la falta de concentración que acompañan estos acufenos? Porque por mucho que trato de convencer a mi cerebro que no hay necesidad de recluirnos entre la espesa bruma que forma entre el cráneo cuando aplica su programa de enfermedad, la claridad no vuelve, y vivir así, sin poder casi ni leer un libro, es difícil
Eva: no puedo ni debo enumerar esa lista que solicitas. Cada caso debe evaluarse contemplando muchos factores, pero como norma general yo incluiría en esa supuesta lista todas las etiquetas de “sensibilización central” (migraña, fibromialgia, dolor crónico sin daño…), y las “degeneraciones” de tejido, como la artrosis y la osteoporosis. Los diagnósticos no deben basarse sólo en imágenes sino que exigen una valoración clínica adecuada.
Tydale: la niebla mental no indica una alteración-insuficiencia cognitiva, sino un secuestro atencional hacia cuestiones somáticas de tipo intrusivo, hipervigilante, que compite con lo que el individuo quiere hacer. Lo que se puede y debe hacer es trabajar la convicción de organismo sano y desde esa convicción tratar de centrar los recursos atencionales en la tarea
buenas tardes Arturo. Estoy completamente de acuerdo en que no debes de dar una lista pero aún necesito que me contestes alguna pregunta… Por ejemplo en el caso de hernia discal y estenosis. Los médicos siempre se agarran a este tipo de patologías “usted tiene una hernia discal así que es normal que le duela”,” usted tiene estenosis y si le duele es por la estenosis, algún día habrá que operar.”
Si pudieras contestarme a estas estaría muy agradecida.
Un cordial saludo.