El sistema neuroinmune actúa en base a lo que opina de los escenarios. En ocasiones desde evidencias firmes y otras desde la incertidumbre.
No estoy seguro, depende, por si acaso, no sé, me han dicho, parece que …
El perro de Pavlov salivaba con la campana a condición de que anunciara realmente una comida inmediata. Las neuronas de la salivación no eran incondicionales al sonido de la campana o cualquier otro estímulo no comestible y apetitoso. Evidentemente la campana ni su sonido se comen. No justifican la salivación. Sólo si se cumple la condición de que les sigue inmediata y repetidamente la comida.
“Si no lo veo, no lo creo”. “A mí me funciona. Salivo, luego la campana a mí me hace salivar… Creo en el poder salivador de los sonidos de las campanas (a condición de que anuncien, informen, de que ya está la comida)
Todo es creíble con la condición de que le siga un beneficio o un perjuicio. Un fármaco, un pinchazo, una cirugía, un producto homeopático, modifican el dolor u otros síntomas, a condición de que aparezca el beneficio (placebo) o perjuicio (nocebo) prometido.
Si acoplamos un estímulo inofensivo, por ejemplo una luz azul, a un estímulo nocivo y cada vez que lo hacemos bajamos la intensidad del estímulo, sin que el individuo lo sepa, el subsistema neuronal concluirá que la luz azul es analgésica. Bastará luego presentar la luz azul antes de un estímulo ya sin reducir la intensidad, para que el dolor sea menor.
Si el subsistema puede extraer o recibir información suficiente para modificar su confianza (se confiesa la trampa), la luz azul dejará probablemente de ser analgésica.
El polen es un estímulo inofensivo, equivalente al sonido de la campana o a la luz azul, pero si los centros de evaluación del subsistema inmune lo codifican como señal de peligro, cada vez que contacta el organismo con el polen o la simple expectativa (información: hoy el aire contiene mucho polen), se producirá la respuesta de protección (reacción alérgica). Hay mucha probabilidad de que esa respuesta errónea se mantenga en el tiempo. Será incondicional, refractaria a todas las evidencias (el polen no daña los tejidos)
Se ha perdido en las respuestas alérgicas la confianza en la evidencia científica. Opera la fe, la creencia robusta, lo incondicional. Sólo cabe el sabotaje a los mensajeros de la respuesta (antihistamínicos, corticoides).
Las creencias del subsistema inmune se van gestando a través del aprendizaje del componente adquirido, extrayendo información de los eventos moleculares internos y externos que se suceden, con toda una gama de correlaciones en tiempo y espacio. Pueden coincidir moléculas de agentes inofensivos con otras de gérmenes patógenos o señales de daño celular. “A río revuelto ganancia de pescadores”, y “pueden pagar justos por pecadores”. La respuesta alérgica sólo certifica la creencia ya incondicional del subsistema respecto al polen.
El subsistema neuronal defensivo no sólo extrae información de las correlaciones de los sucesos sino que está abierto a recibir información a través de la palabra de los expertos, cuando ha madurado lo suficiente para comprender ese lenguaje. Hasta ese momento extraerá información de la experiencia propia y la observación-imitación de daño ajeno, especialmente en allegados.
Un chupito puede desencadenar la respuesta violenta de una crisis a condición de que los centros evaluativos atribuyan al chupito una propiedad nociva. La ausencia reiterada de daño en la cabeza tras los intentos de chupito debiera eliminar la la respuesta de alerta-protección (evidencia empírica, basada en los hechos). Bastaría con ofrecer información sobre la realidad, y que los centros la dieran por buena. Si al chupito le sigue la crisis quiere decir que la creencia está muy arraigada en los circuitos. Se ha establecido el modo incondicional del creyente pase lo que pase, la fe ciega.
Si no lo creo no lo veo. La evidencia empírica no considera los hechos objetivos (ausencia de daño en la cabeza)sino los subjetivos (me duele).
A mí no me funciona esa evidencia. Yo sólo sé que me viene la crisis.
La fe incondicional se refuerza a veces con la fe también incondicional en el calmante.
– Tengo que tomar el ibuprofeno o el triptan.
Otra respuesta incondicional de signo contrario. El dolor que expresa la fe incondicional en la amenaza del chupito (o de lo que sea) sólo se mitiga con la fe incondicional en el efecto protector del ibuporfeno sobre una zona (la cabeza en este caso) en la que no está sucediendo nada.
En definitiva las respuestas siempre están condicionadas a la información que el subsistema neuronal ha acumulado y validado a lo largo del aprendizaje.
“En mi experiencia”
“A mí me funciona”
“Si no lo veo no lo creo”
“Yo sólo sé que me duele”; “yo sólo sé que me lo quita”
Lo que debiera ser condicional se vuelve incondicional, como la fidelidad a los colores del Betis (manque pierda).
El subsistema neuronal defensivo debería operar desde la plasticidad, la apertura cognitiva y no la rigidez.
No se trata de probar todas las respuestas condicionadas para ver cuál es la que “funciona” mejor, sino de facilitar la mejor información disponible para que las evaluaciones del subsistema sean más razonables, se condicionen a la información de lo que está sucediendo realmente en los tejidos. Hay evidencias que debieran ser incondicionales por tratarse de conocimiento validado por la biología. Otras debieran extinguirse por ser condicionamientos adquiridos por la información experta.
Know pain, no pain.
Know pain.
Now brain, now gain.
hola Arturo,
como enncaja en todo eso las populares pruebas alérgicas de punción en el brazo ?
«Eres alérgica al polen, pero no a los ácaros, ha salido en la prueba»
gracias.
mbo: sirven para identificar los antígenos que han ocasionado el error de valoración. Serían el equivalente al estímulo condicionado. el polen puede contener una molécula biológica similar, por,ejemplo, a un germen e inducir el error o coincidir la exposición al polen con una infección respiratoria y evaluar el subsistema inmune que esa presencia de moléculas del polen pudieran ser responsables del destrozo celular. Hay que tener en cuenta que el proceso evaluativo opera siempre desde el principio de precaución, del por si acaso.
El todos los escenarios en los que el sistema neuroinmune tiene que evaluar amenaza lo fundamental es la información disponible en ese momento y la adquirida en el aprendizaje. Es una cuestión de creencias y de la mayor o menor rigidez cognitiva, la resistencia al cambio.
La Medicina no estudia la creencia como una cuestión biológica. Genera información y se despreocupa de sus efectos y de su validez, a pesar de la proclamación continua a la evidencia científica.