Esta vez escribo yo, Inés, hija lianta de Arturo, la del bestseller “venga Inés, no me jodas“. Los Goicos estamos en cuarentena, cada uno en su casa. Somos muy culo-inquietos y estas situaciones nos sientan fatal: mi padre casi se ha escrito un libro entero (hace trampa, porque tiene chorizo, aceitunas, vino y una terraza literalmente más grande que su casa). Así cualquiera.
En esta incertidumbre, solo damos vueltas a cómo podemos ayudaros, coordinándonos como podemos. Esto no es del todo fácil: el otro día tardamos una hora en conseguir montar una videollamada. Es que Arturo se ha pasado a Mac.
De qué va esta entrada
- Contexto: ¿qué tal andan esos sistemas neuroinmunes? (en la situación actual de covid19)
- Vídeo de Arturo con ánimos y afrontamientos
- Testimonio
- Herramientas de repaso
Contexto: ¿qué tal andan esos sistemas neuroinmunes?
Los primeros días de cuarentena estábamos con un poco de despiste, porque de repente tuvisteis un bajón brutal de interacción con nosotros. Normal, ¡con la que está cayendo! Pensamos: “Será que, como de repente aparece esta amenaza, muy real, se les ha pasado a todos la migraña. ¡Qué bien, algo es algo!“
Pero seguíamos sospechando. Arturo hizo sus reflexiones y las colgó en esta entrada y en este vídeo. Dijo, en resumen:
La orden de confinamiento podría aparentemente venir al pelo a padecientes de crisis de migraña: «quédese en casa»; «elimine el contacto social». Es lo que su organismo quisiera, para proteger, egoístamente, su integridad física.
Arturo Goicoechea, 20 de marzo
Desconozco cuál es la situación en este nuevo escenario. No sé si las crisis se han espaciado y debilitado. Con los escenarios nuevos, el organismo cambia su estrategia, a peor o a mejor. En cualquier caso, una crisis con todos en casa y con la obligación de mantener el tipo, el buen ánimo, la escolarización a domicilio… tiene que ser tremendo.
¿Qué sucede con los afectados por dolor «músculoesquelético», los que acuden a diario a rehabilitación a por masajes, estiramientos, ejercicios, sesiones de psicoterapia… ? El confinamiento les ha eliminado el consuelo y alivio de la terapia manual. Sólo se salvan los fármacos, cuyo papel en el dolor sin daño que lo explique y justifique es, en el mejor de los casos, cuestionable.
Al final de la entrada, pedimos comentarios para ver qué tal llevabais la situación. El resultado fue:
- Personas que, pese a la situación de confinamiento e incertidumbre, siguen sin crisis o consiguen controlarlas. Se refuerza su convicción. Ole ahí.
- Personas que llevaban meses genial y ahora están teniendo crisis tremendas. ¡Lo que faltaba, además de la situación! 🙁
Jo, pues hay que hacer algo. ¿Un vídeo tranquilizador? ¿Un repasillo? Decidimos que era buena idea hacer un vídeo. Cogimos a Arturo de la oreja (virtualmente) y dijimos “haz como si tuvieras a una paciente delante, ¿qué le contarías para tranquilizarla?”.
Y le salió esto. Perdón por las campanadas, vecinos charlando y viento siberiano vitoriano. Gajes del encierro.
Resumen: ¿Qué hago con el dolor?
¡Leches, pues lo de siempre! Lo mismo que hicimos ya: combatir la irracionalidad. No son pautas ni trucos. Ya sabemos: solo debería aparecer dolor en la cabeza por infecciones meníngeas, hemorragias en el espacio meníngeo, un traumatismo, sinusitis… para que tenga sentido el dolor, tiene que haber destrucción de tejido en esa zona. Pero al igual que la sociedad está entrando en pánico, el organismo puede entrar en pánico y todo es amenazante.
Nota: estoy usando el plural porque nos incluyo. Al menos en mi piso compartido, estamos todos con un popurrí aleatorio de dolores que nos vamos “quitando”. Una juerga del sistema neuroinmune, en sustitución del pintxo-pote vasco de los jueves.
Enfriamiento emocional
Cuando hay una variable incómoda (por ejemplo, hace frío en la calle), podemos reaccionar emocionalmente (“tengo un poco de frío, me voy a casa a por un abrigo”) o tolerar la variable (“tengo un sistema termorregulador, no me va a pasar nada”). Aceptamos una variabilidad y nos adaptamos a ella para conseguir mayor tolerancia. Así evitamos el impacto emocional.
El dolor nos obliga a implicarnos emocionalmente. Hay que ser consciente de esto.
Uno puede notar un estado de alerta (pródromos). Pues deberíamos pensar “Bueno, ya veo que mi organismo está en estado de alerta, pues vale”. Podemos desactivar emocionalmente la situación con conocimiento y convicción de que no está pasando nada peligroso. Enfriarnos emocionalmente. Sabotear la propuesta del organismo.
Centrar la atención en lo que quieres hacer
No podemos quedarnos atascados pensando en el abrigo que podríamos coger en casa. No podemos quedarnos atascados pensando en el calmante que podríamos sacar del cajón. Hay que dejar de pensar en soluciones inmediatas. Lo importante es desviar la atención a la tarea que teníamos pensada y centrarnos en ella.
La utilidad del dolor
Recordemos que el dolor tiene que ser útil. Una migraña no lo es, para nada. Estos días, nuestro sistema neuroinmune nos intenta proteger porque se han encendido todas las alarmas. Hasta el país está, literalmente, en estado de alarma. ¡Normal que le estén dando ideas a mi organismo, solo está siendo formal! 😉
Es importante tener la base de conocimiento sobre cómo funciona el dolor. No vale decir “bah, pues me pongo a ver la tele y ya se pasará”. Si no tenemos las herramientas y solo pensamos en evadirnos haciendo ejercicio, echándonos una siesta etc, no estamos arrancando el problema de raíz. Tenemos que haber entendido bien la biología del dolor y crear nuestras propias “herramientas” a partir de ahí.
Testimonio
Pero, como siempre, uno empatiza más con gente que está pasando por lo mismo. La estrella de esta entrada es la padeciente que envió este audio ayer a Arturo, buenísimo. Ella llevaba meses fenomenal, sin crisis, hasta que llegó el estado de alarma (y el de su sistema neuroinmune) y volvieron con toda su fuerza. Aquí te cuenta cómo se deshizo de ella:
¡Muchas gracias por el testimonio! Seguro que ayuda a toda persona que lo escuche.
Repaso
Recordad que tenéis material inagotable para repasar conceptos. Esta entrada no es solo para los que habéis tenido un bache de dolor, sino también para los que acabáis de encontrar la propuesta. Aquí tenéis mandanga:
- El blog: una actividad muy de cuarentena. Más de 1.500 entradas, con cantidad variable de dibujitos.
- Los libros: Desaprender la migraña (2019), Migraña una pesadilla cerebral (2009), Depresión y dolor (2006), Jaqueca (2004). De menos a más técnico, diría yo, pero todos cuentan la Goicoteoría entera. El primero se puede leer en una tarde tonta. Los envíos de Amazon están un poco rarunos con algunos libros (entendible), pero siempre tenéis disponible el formato ebook, que se puede leer desde cualquier móvil, ordenador, tableta o Kindle.
- Los cursos online: Si prefieres que te lo cuenten antes que leer un libro, este es tu formato. Tienes tests para ir comprobando si has entendido todo.
- Consultas online: Maite Goicoechea y María Jiménez tienen muchos años de experiencia (unos 20, calculamos) en llevar la Goicopropuesta al paciente. Si necesitas algo más personalizado y ves que no hay forma de desatascarte, te recomiendo que te pongas en sus manos, que son unas cracks y van a espabilar bien a tu sistema neuroinmune. Es lo bueno de la pedagogía en neurobiología del dolor, ¡que se puede hacer a distancia! 😀 . Ponte en contacto con ellas para pedir cita en el teléfono 696541479.
¡Ánimo con esa cuarentena!
PD: Arturo está quietecito en casa, ¡aprovecha! Si tienes muchas ganas de un vídeo en concreto, puedes ponerlo en los comentarios y nos pondremos manos a la obra.
grande Arturo, inmensamente sabio!!!
gracias por tu “pedagogía del dolor” y por tus “goicopropuestas”
Hola Inés,
Me ha gustado mucho este resumen (me quedo con una frase: el dolor tiene que ser útil).
Quiero hacer un apunte que se me ha ocurrido, el de la “Negociación emocional”.
Tenemos miedo, si (por la situación actual, por ejemplo), pero “negocio” con este miedo, le veo su lado bueno (protegerse de esta infección vírica, por ejemplo), y contemplo su lado menos bueno (el miedo por si solo no solucionará nada).
Intento tratar ese miedo, incertidumbre, dolor, etc, como algo pasajero, como un “despiste” de mi cerebro que se ha “perdido” en películas imaginarias (inconscientemente, obvio).
Me doy cuenta de ese “despiste” y/o “error” y desde ahí, vuelvo a tranquilizar mi pensar. Un pensamiento, una inhalación, otro pensamiento, una exhalación.
Negocio conmigo misma que (igual que mis pensamientos) el miedo es una elección.
Cambio el pensar de cerebro alarmista, por cerebro tranquilizador. Contemplo y siento el dolor, nerviosismo, etc… y no me fuerzo a combatirlo, a erradicarlo, sino que lo siento y lo dejo ir, lo dejo marchar, lo suelto. Porque…no pasa nada…..
No sé si se entenderá lo que he querido transmitir… igual es demasiado filosófico…. a mi me sirve.
P.D. Me gustaría mucho un video de Arturo desarrollando el sistema motivacional de organismo (ahora estará motivado, jeje) y también, otro (por pedir, jajajaja) donde refiera sobre Fibro, Fatiga crónica y SQM.
Un fuerte abrazo a Arturo y al Goico-Team
Buen video. La carga emocional es muy fuerte por la incertidumbre de lo que pasará. El futuro. Estar encerrados no supone peligro.
Pero una vez que tengamos que salir?
Ese estado de preocupación, por ratos ansiedad intensa, nervios, insomnio y la información alarmista (real) que recibimos por todos los medios de lo que pasa me ha movido mucho.
Y encima leí que la lejía (cloro) daña el sistema inmune y pues ahora me da síntomas que ya había superado. Que el tóxico y tal por el uso de desinfectantes que no me molestaban ya..
La ansiedad y preocupación (emociones) es lo que me ha reactivado ciertos síntomas.
Pues a mi también me gustaría un video de SQM, fibro, FC.
Genial, Inés! He encontrado la respuesta que buscaba… Hace unos días le pedía a Arturo alguna recomendación para este rebrote de síntomas, ya que haciendo lo mismo que llevaba haciendo año y pico (eso creía yo), me habían venido todos, uno detrás de otro, y no sabía por qué… Si yo seguía haciendo lo mismo!!… Y gracias a tu:
-¿Qué podemos hacer? -¡Leches, pues lo de siempre!
Me he dado cuenta de que yo no estaba haciendo lo de siempre, me había dejado llevar por los pensamientos malos, muy malos, malísimos…. Y gracias a esta frase tuya, Inés, se me han vuelto a abrir los ojos. Así que ya sé por dónde coger el toro, esta vez.. A por ello! 🙂 Muchas gracias a tí, a Arturo y a la mujer que da su testimonio en el audio. Besos.