El organismo está defendido activamente por el sistema neuroinmune. S,e encarga de la vigilancia de la integridad física y psicosocial del individuo, tratando de minimizar daños y esfuerzos condenados al fracaso. No existe una garantía absoluta respecto al acierto. Con cierta frecuencia lo inofensivo genera respuestas defensivas innecesarias (falso positivo) y lo amenazante es dado como trivial (falso negativo) o se dedican esfuerzos considerables a objetivos absurdos mientras se impone la desgana para lo necesario.
Resulta complicado comprender cualquiera de los dos errores y sobre todo enmendarlos.
Una colonia de células consigue burlar la vigilancia neuroinmune y prolifera sin problemas poniendo en peligro la supervivencia del organismo. Cáncer.
Se establecen patrones de conectividad en el sistema motivacional que mantienen activo y con apremio hábitos tóxicos. Tabaquismo. Obesidad. Alcoholismo.
Se niega la gana y energía para levantarse e iniciar la jornada.
Duele todo sin aparente motivo.
Las metáforas pueden ayudarnos:
El gobierno, los jueces y la policía ignoran la conducta delictiva de un grupo de ciudadanos e incluso le dan un trato de favor (falso positivo). Cáncer y conductas adictivas. No hay problema. Coma todo lo que pueda.
En el blog me ocupo de reflexionar sobre el otro error, el falso positivo.
El gobierno, los jueces y la policía criminalizan o desmotivan la conducta de ciudadanos ejemplares haciéndoles la vida imposible. Sin dar explicaciones arrestan, encarcelan y multan o incitan a la desgana absoluta. No pruebe bocado. A pan y agua. No se esfuerce. No trabaje. ¿Para qué?
Ambos contextos, el de la promoción insensata de sobrealimentar a quien debiera ayunar y desmotivar a quien puede valerse por sí mismo y ser apreciado, son incomprensibles.
La naturaleza es sabia, dicen. ¿Seguro?
Analicemos con más detalle la metáfora de un sistema de alarma de la casa que uno habita y le trae en jaque, activándose con frecuencia sin que aparentemente suceda nada amenazante:
La policía investiga y llega a una fascinante conclusión. No hay evidencia de robos ni ladrones. Tampoco parece que la casa vaya a caerse.
«Tiene que ser usted. Imagina robos. Piensa que le van a robar. El sistema detecta su angustia y salta»
o bien…
«Su casa está hipersensible. Puede que después de algún robo ya no se fíe, ni siquiera de usted. ¿No intentará usted mismo robarse?»
«Hay casas que salen así».
«Quizás los problemas del curro o con la pareja hacen que los sensores evalúen cualquier estímulo como una amenaza».
Intente desarrollar metáforas absurdas. Si lo consigue quiere decir que ha comprendido el absurdo en el que puede caer el sistema neuroinmune.
«Este aire es peligroso. Contiene polen. No lo respire»
» No me fío de esas células renales. Destruyamos el riñón»
«Qué bien. No falta comida. Adentro»
«Da gusto ver a esas células cómo comen y engordan. Ración doble».
Piense en el despropósito. Piense en una sociedad, en su organización, en los jueces, los políticos, intereses de todo tipo, en el miedo, en los medios de información… privación de libertad, evitación, consejos.
Encontrará todas las metáforas que quiera.
Me duele…
Me canso…
No duermo…
No me concentro…
La columna… el hombro, el codo, los pies…
Vómitos, vértigos, desmayos, mareos
Usted mism@
Elija la etiqueta y la terapia.
