Un quale es la cualidad subjetiva de una experiencia individual. La tristeza, el picor, el cansancio, el dolor, contienen una cualidad específica que las diferencia entre ellas. Cada experiencia perceptiva de un color, el verde, el rojo, el azul, contiene una cualidad o quale específica. Los qualia son privados, intransferibles. Sólo podemos relatarlos y esperar que el relato sea admitido.
Nadie puede ponerse en el pellejo subjetivo del dolor ajeno. No podemos adivinar cómo soportaríamos ese dolor si fuera transferido a nuestra conciencia.
Los qualia expresan una correlación variable con el mundo físico. Cada color, por ejemplo, aparece en la conciencia con un determinado espectro de absorción de la luz por los objetos.
El dolor aparece en la conciencia expresando una correlación con el daño necrótico consumado o con la presencia de estados físicoquímicos potencialmente letales, si no son evitados. Quemaduras, congelaciones, desgarros, contusiones, infecciones, infartos… se expresarán en la conciencia con el quale “dolor”. Estímulos térmicos, mecánicos, químicos potencialmente letales también generarán la aparición del quale “dolor” mientras se mantenga el estímulo, pero se desvanecerá ese dolor tan pronto como apartemos la mano de la cazuela caliente, del hielo frío, nos paremos en el descansillo de la escalera o cambiemos de posición.
El organismo puede representar en la imaginación escenarios y estados ya vividos. Podemos imaginar cualquier quale vivido o, incluso, representar objetos imaginarios irreales.
El quale dolor no es una excepción. Desde la experiencia de eventos de necrosis consumada o potencial previos podemos representar en la conciencia dolores vividos en el pasado o, incluso dolores jamás vividos. Normalmente el quale dolor, en ausencia de daño actual, debiera ser evanescente, fugaz, de poca intensidad y sin afecto negativo. Lo mismo pasaría con un color imaginado y no acompañado por un objeto real que evoca el mismo quale. Puedo imaginar una pradera verde pero el quale de la verdosidad se esfuma si no lo potenciamos con una foto o un cuadro… o una pradera real.
Cuando un quale adquiere la intensidad y consistencia del evento real en ausencia de dicho evento, hablamos de “alucinación”. Un quale dolor intenso, persistente, si no se acompaña de la presencia de un evento de daño necrótico consumado o un estado potencialmente necrotizante, es una alucinación. Un color verde persistente en ausencia de un espectro de absorción de la luz coherente es una alucinación del quale verde
El organismo, a través de su red neuronal, puede emular la realidad, reproducir sus qualia sin que exista el soporte físico coherente.
Cuando imaginamos algo estamos activando esa función de emulación o representación. Habitualmente el universo imaginario respeta unos límites y diferenciamos perfectamente lo real de lo imaginado. Uno puede imaginar que le toca el gordo de la lotería pero actuará de modo coherente, sabiendo que sólo es un sueño, un teatro, una peli que se ha montado. El agente que imagina es el yo consciente y por ello el poder de dotar de credibilidad a lo imaginado es limitado. No funciona lo de darse buenas noticias falsas uno mismo.
Sin embargo si es el universo opaco del organismo el que se deja llevar por la realidad imaginada, temida y el individuo no puede contener, rebatir, ese mundo imaginario, el quale dolor podrá entrar en un bucle o espiral creciente, como si la realidad estuviera presente y no sólo representada, imaginada.
Es lo que sucede en los sueños.El individuo no puede desactivar lo soñado hasta que se reactiva su presencia en la conciencia.
Lo que percibimos es un proceso alucinatorio continuo, limitado por los datos sensoriales externos e internos en tiempo real.
Podemos sufrir el quale dolor en cualquier lugar, momento y circunstancia del cuerpo. En ocasiones ese dolor expresará la llegada de información sensorial de daño consumado en ese lugar, momento y circunstancia. En muchas otras el quale dolor indicará que el proceso imaginativo se ha desvinculado de la información sensorial, de la realidad de los tejidos.
“Siento el quale dolor proyectado sobre la zona lumbar. Ha aparecido en la conciencia al agacharme a coger el bolígrafo. Mi organismo ha evaluado amenaza en esa acción. Creo que imagina sin sentido común, con miedo, sin validar la información de los sensores de daño lumbares…”
Es impensable y suena descabellada y cursi una reflexión así, pero no estaría mal que aprendiéramos a considerar esa hipótesis.
“Me duele la columna. Esas hernias y desgaste que me han visto en el Scanner me están matando. Me tomo un ibuprofeno”
Eso es otra cosa. Puro sentido común. Eso parece.
No esté tan convencido.
El individuo consciente puede y debe tratar de reconducir los qualia al ámbito de lo real, pero para ello debe saber que lo que percibimos no es más que un quale subjetivo, privado, que nos llega a la conciencia y que puede expresar una realidad física o un proceso imaginado descontrolado, desbocado, desmedido.
Know pain, no pain.
Hola D.Arturo, que opina usted, sobre los fisioterapeutas y los quiromasajistas? Lo pregunto al hilo de su vídeo contractura muy interesante, gracias
Fisioterapeuta o quiromasajistas, que opina? Referente a contractura, dolores de hombros etc?
Como puedo saber si me responde?
Elisa: no hay un sólo modo de ser fisioterapeuta. Cada profesional construye una idea y una práctica de su profesión. El colectivo de fisioterapeutas es el único que, en una proporción creciente, está haciendo el cambio de paradigmas, que nunca resulta fácil. Ya por eso me merece respeto, aunque, previsiblemente habrá cuestiones que no comparto.
Buenos días Arturo…!
Estímulos térmicos, mecánicos, químicos potencialmente letales también generarán la aparición del quale «dolor» mientras se mantenga el estímulo, pero se desvanecerá ese dolor tan pronto como apartemos la mano de la cazuela caliente, del hielo frío, nos paremos en el descansillo de la escalera o cambiemos de posición…. Puede explicar el ejemplo de… “cambiemos de posición…”…?
Gracias. Un saludo..
Cuando permanecemos mucho tiempo en la misma posición, cambiamos la mayor parte de las veces sin darnos cuenta.
Hola Arturo. Uno de los principales observaciones respecto al Marco de trabajo es que parece dejar de lado cuando es el caso donde ese Quale Dolor es continuo 24 horas, en donde no existen mecanismos desencadenantes erroneos los cuales se pueden entender o interiorizar, o movimientos que desencadenenen la evaluación erronea. Cuando no existe un periodo “basal” que sea el correcto, como llegar a poder llegar a evaluar correctamente y poder poco a poco revertir la situación? Me parece que en torno a las crisis migrañosas o dolores cronicos a movimientos especificos es muy valido, pero cuando ese dolor, sensación pierde ese componente del momento, el marco es muy dificil de que sea puesto en practica por el padeciente. Espero su opinión.
Un saludo.