– Me duele el cuello
Esta expresión, correcta desde el punto de vista del lenguaje, no lo es desde la perspectiva de la Neurofisiología. El cuello no es capaz de generar dolor ni ninguna otra percepción.
– Siento dolor en el cuello.
Expresión correcta, desde ambas perspectivas: del lenguaje y de la Neurofisiología.
– Percibo dolor en el cuello.
También correcta desde las dos perspectivas.
La percepción es una función compleja que se genera en la intrincada red neuronal, fruto de la interacción continua de un organismo con el entorno. Esa interacción construye una teoría probabilística de sus consecuencias, que se plasma en una representación anticipada, predictiva, del organismo.
La realidad genera en el organismo estados, detectados por los sensores neuronales que confirman o desmienten lo que la red predictiva anticipa.
¿Duele?
La red neuronal se encuentra en ese momento, lugar y circunstancia en un estado de alerta protección.
– Mi cuello está en alerta-protección.
– ¿Y eso?
– Siento, percibo dolor en el cuello.
– ¿?
La cuestión es: ¿el estado de alerta-protección está justificado?
Cada cual hace sus cábalas, en función de la información aprendida.
– Supongo que tengo desgaste de cervicales, contracturas… demasiadas horas en el ordenador, estrés…
O bien…
– La conectividad neuronal está en modo alerta-protección en base a las creencias y expectativas disponibles…
El caso es que, si el paciente dice que siente dolor en el cuello y no miente a sabiendas de que lo hace, el dolor es real… como percepción.
Ante la evidencia del dolor y, en función de lo que cada organismo crea , tema y desee, se pro-moverá una conducta distinta, adaptada a las creencias y expectativas que operen en cada escenario.
– Siento dolor en el cuello. Voy al fisio a que me dé un masaje. Tengo que estirar, relajarme, tomarme las cosas con otra filosofía, cambiar de silla en el despacho…
En ausencia de un daño cervical que explique y justifique el estado de alerta-protección, son las creencias y expectativas las que, anticipando, imaginando un daño en el cuello, como consecuencia de la actividad en curso o inminente, generan ese estado injustificado de alerta-protección y promueven la conducta de una acción terapéutica del fisio, pero no es así para el profesional y el paciente, que creen lo contrario: son los tejidos del cuello el nido del dolor.
– Tiene contractura. Túmbese y relájese.
La intervención verbal y manual del fisio restablece la normalidad… perceptiva.
– Me duele menos.
La re-evaluación confirma las hipótesis previas. Dolía el cuello. El dolor surgía de tejidos del cuello. Músculos contracturados, articulaciones rugosas, comprimidas, estrés psicológico, vicios posturales… La acción manual del fisio ha restaurado una cierta normalidad. Ha eliminado toxinas, ablandado músculos, recolocado articulaciones, distendido ligamentos, tendones…
El Sistema refuerza su coherencia evaluativa. Cuello patológico-dolor; tratamiento manual-mejoría. Todo concuerda.
Desde la otra perspectiva hay, teóricamente al menos, una probabilidad menor de que duela el cuello con la misma tarea.Puede que no se evalúe peligro y, por tanto, no se active el estado de alerta-protección.
En el caso de que aparezca el sentimiento de dolor sobre el cuello, la reflexión-evaluación será distinta.
– Siento dolor. En mi cerebro se ha activado el estado de alerta-protección. Creo que no hay motivo. Voy a relajar física, cognitiva y emocionalmente mi cuello, y centrarme en lo que estoy haciendo, sin miedo a que eso perjudique los tejidos del cuello.
Puede que, también, duela menos.
La re-evaluación confirmará las creencias y expectativas previas.
¿Cuál de las dos es la interpretación y la consiguiente conducta correcta?
Para gustos (creencias y expectativas)
Lo que es innegable es que lo percibido, en este caso el dolor, surge siempre de un complejo proceso evaluativo, construido al calor del aprendizaje, guiado por la experiencia propia, la observación de hechos y relatos ajenos y por la instrucción experta.
– Siento dolor sobre el cuello. Querría reevaluar mi evaluación con lo que usted evalúe…
– A ver. Cuénteme… túmbese… mueva el cuello… qué piensa de su cuello?, qué le han dicho?… mire… imagine… no tenga miedo… muévalo… libérelo…
Pues eso… para gustos (creencias y expectativas del paciente y del profesional)
Hola Dr. Arturo,
Justamente mi hija y yo andamos con un dolor terrible en el cuello. Nos robaron la casa hace dos semanas y no hemos podido recuperarnos emocionalmente de esta penetración en el hogar y andamos con una ansiedad muy alta.
Además, en mi caso mi sensibilidad a mi celular aumenta mi dolor, ya que la SQM se me disparado de tanta ansiedad.
En este caso, el dolor es o no justificado por la ansiedad? Cuando duermo sobre una almohada alta también me duele más.
En mi caso ya es un dolor crónico, no sé si sea por la fibromialgia también.
El estrés justifica el dolor? Porque yo siento duro los músculos de mi delgado cuello.
Muchas gracias
No debiera, ya que no se da ninguna situación de peligro de muerte celular violenta (necrosis), al igual que el polen no debiera generar alergia ni la ansiedad potenciarla ya que ni el polen ni la ansiedad generan un peligro infeccioso.