El organismo interactúa continuamente con infinidad de agentes y estados, externos e internos. A lo largo del aprendizaje, consciente e inconscientemente, responde a cada escenario en función de la relevancia, positiva o negativa, que ha aprendido a atribuirle.
No hay ninguna garantía de que la relevancia atribuida esté justificada. Puede que haya escenarios irrelevantes, inofensivos, que queden catalogados como amenazantes. Si el aprendizaje ha llevado a ese error, cada vez que se dé ese escenario, el organismo entrará en modo alerta-protección.
Otras veces, estímulos ofensivos, como el humo del tabaco, son catalogados como apetitivos y el organismo presionará al individuo a que le procure ese humo tóxico, simplemente porque por imperativo cultural ha quedado grabado como algo positivo. El árbol bronquial se habituará al humo para permitir su entrada hasta los alvéolos pulmonares, sin activar la tos.
En la migraña, estímulos irrelevantes, como los famosos desencadenantes, alimentos, cambios meteorológicos u hormonales, el bendito estrés, los fines de semana…etc, debieran catalogarse como irrelevantes a efectos de nocividad y, por tanto, el organismo debiera habituarse a ellos, tolerarlos, sin activar la alerta-protección.
No es así. Ni siquiera hace falta que haya desencadenantes. El organismo activa espontánea y periódicamente la alarma y se mete en el charco de la espiral migrañosa. La conectividad neuronal construye circuitos sensibles que, sin motivo justificado encienden el despropósito sensible.
¿Cómo se llega a esta situación?
Dicen los neurólogos que no se llega. Se nace con la condición neuronal hipersensible. No hay, al parecer, aprendizaje, habituación, sensibilización, condicionamientos, instrucción experta, imitación, bucles de retroalimentación ni otras cuestiones de gran calado neuronal, debidamente fundamentadas.
En el dolor crónico el organismo se sensibiliza respecto a la actividad. Acciones inofensivas generan la alerta-protección, duelen, por defecto de tolerancia, de habituación y exceso de lo contrario: sensibilización.
Al final, la estructura fóbica domina el quehacer neuronal. Se predican conductas de evitación en vez de promover la exposición gradual, confiada, a lo inofensivo. Se potencia el consumo de terapias focalizando en la acción externa el proceso.
– Está usted enfermo. Acéptelo. Evite esto y lo otro. Tome estos fármacos. No se deje engañar si alguien le dice que lo suyo tiene cura. Fíese de nosotros. Somos científicos. Hay mucho charlatán suelto.
Bastantes alumnos de los cursos han pasado por el calvario de las evidencias y han optado por aprender cosas básicas del organismo. Atienden, reflexionan, le ven la lógica biológica y se aplican en aplicarla, con resultados variables, en general positivos.
El conocimiento guía el proceso del aprendizaje. Inclina la balanza de lo que debe sensibilizarse o habituarse, hacia el lado sensato.
En este caso el hábito sí hace al monje.
Tengo fibromialgia, fatiga crónica y sensibilidad química múltiple y no sé si estoy muy de acuerdo en exponerme a los tóxicos que me hacen daño, aunque cuando puedo y en donde puedo me voy quitando la mascarilla, lo que si es cierto que estoy en constante estado de alerta
Soy una aferrima seguidora suya, gracias por compartir sus conocimientos y sabiduría
MaAngeles: nunca es recomendable exponerse a tóxicos pero sí es desarrollar tolerancia a lo inofensivo
HOla Dr. Arturo. Cuando un cerebro se sensibiliza, puede ocasionar cualquier clase de síntomas?. Yo tengo SQM y durante un tiempo me sensibilicé a la medicación que tomo para las taquicardias, me daban taquicardias tomarla!!! lo seguí intentando por 2 semanas más, ya que me daba de todo y pues ya luego no. Igual con la sensiblidad al timón de cuero del carro, me daban tremendas palpitaciones, Ahora ya es mucho menos. Igual el celular, me dan aún taquicardias. Es decir, tengo mil síntomas, pero mi pregunta va por las taquicardias, porque luego de 12 años de tenerlas y aparentemente todos mis ecodoplers salieron normales, recién me dicen que tengo prolapso de la válvula mitral, aún no sé en que nivel. Pero como toda buena ansiosa, ya ni caminar he querido porque ahora todos los dolores del pecho siento que son por mis taquicardias. Pero ahora que estoy más calmada, veo que por sensibilidad también me dan. Y pues a la sensibilidad ya no le tengo miedo. Viera todo lo que he progresado gracias a usted. YA salgo sola, puedo usar ropa que no toleraba..me dan amagos y luego pasa, me va faltando el aire y sigo.. a “ver si es verdad que me ahogaré”, ya no evito los olores, los enfrento.. salvo el thinner que es horrible, aún muy fuerte para mi.. las colonias las tolero más.. en fin, redactaré un escrito para contarle todo lo que he mejorado en estos 18 meses. Pero como la noticia de la válvula la recibí el sábado, ando angustiada por eso. Mil gracias por su respuesta!!! PD. el médico que me hizo el procedimiento, me lo dijo sin que yo le preguntara, como si se hubiera sacado la lotería.. no me debió decir nada, porque no sabía a quien tenía al otro lado.. a tremenda ansiosa..y aguantar así todo el fin de semana, contándome la película que me dará insuficiencia mitral.. mire como soy!