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La unidad de dolor crónico

 

Hay dos mundos en el dolor: el que emerge en relación a un proceso agudo o crónico de necrosis celular-inflamación  y el que aparece en la conciencia sin que exista tal proceso en la zona dolorida.

Hay dolor por daño consumado o inminente y dolor por daño imaginado (por el sistema neuroinmune).

Las Unidades de dolor se ocupan de ambos contextos. Tengo la convicción de que realizan un buen trabajo en el manejo del primero (dolor con daño-inflamación) pero es cuestionable la eficiencia en el dolor crónico, sin daño relevante.

Quizás el problema deriva de que se aplique la misma filosofía y marco teórico a ambas situaciones y, en mi opinión, eso es un error.

El dolor crónico no es, simplemente, un dolor agudo prolongado. Una vez descartado el daño activo, hay que desenfocar la zona dolorida y poner la atención en el proceso evaluativo, en el organismo que el propio organismo, a través del sistema neuroinmune, imagina.

El individuo consciente y concienciado forma parte de ese Sistema y, aunque no sea consciente de ello, colabora pasivamente con sus creencias y expectativas, a mantener  vigente la conectividad neuronal que sostiene su dolor.

– ¿Quiere decir que pienso que me va a doler y por eso me duele, que duele porque quiero, que todo es psicológico?

– En absoluto. Usted intenta minimizar el sufrimiento y la invalidez haciendo lo que su sistema neuroinmune, a través del dolor, le propone, en base al organismo que imagina. Si usted acepta la evaluación de una columna desgastada, que roza y pinza, con músculos agarrotados, está colaborando, sin darse cuenta, a mantener activo el miedo al movimiento.

Lo que procede es que alguien, una unidad física de una categoría profesional, explique al paciente la trama compleja del dolor, la normalidad funcional de su columna y le anime a recuperar, sin miedo, la actividad requisada por su sistema neuroinmune.

La Unidad del dolor crónico puede ser perfectamente una sóla persona, que conoce la biología neuroinmune y tiene la experiencia de explicársela al paciente, a la vez que le anima a mover el esqueleto con garbo y sin miedo.

En el momento actual, esa Unidad de dolor crónico abunda entre los fisios, tanto de la Pública como de la Privada. No necesitan medios sofisticados. Sólo que se les reconozca la capacitación profesional adquirida en la cuestión (dolor crónico) y se promueva y aprecie lo que hacen, sin comisarios que lo controlen.

¿Unidades de dolor crónico?

Hay abundantes. Están por ahí. Sólo necesitan que los que deciden contacten con ellos y les dejen hacer.

Educación en Biología neuroinmune.

Actividad.

Individualmente o en grupos.

En la pública o la privada.

Sólo eso.

Habilitar desde la Universidad más unidades de dolor. Para ello hay que retirar el modelo biomédico de las aulas.

Eso, me temo, llevará su tiempo.


Este blog es solo la punta del iceberg, se puede hacer mucho más.


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    7 comentarios en «La unidad de dolor crónico»

    1. Totalmente de acuerdo Arturo, gracias por tus conocimientos y la persistencia que nos motiva diariamente.
      Un saludo,
      Julián

    2. Si, muchas gracias. Sigo tu blog muy de cerca.supongo que mucha gente como yo lo lee casi a diario pero no escribimos nada. No quisiera que la falta de respuestas te hiera pensar que no estamos interesados. Muchísimas gracias.

    3. Suscribo el comentario de Marijo.
      Nada que aportar, pero mucho que agradecerte, Arturo.

    4. Me uno a los comentarios anteriores. Aparte de llevar el blog al día lo estoy leyendo desde sus inicios, estoy a punto de terminar 2010. Me van surgiendo dudas, siempre pienso en plantearlas, pero suelen resolverse solas en cuanto avanzo unas pocas entradas, o con las aportaciones de los comentarios, por lo que al final no las expongo.
      Reconozco que al principio estaba un poco ansiosa, esperando encontrar una solución a mis síntomas, con la misma actitud con la que se aborda cualquier “terapia” nueva; ahora se me ha olvidado esa urgencia, me he dado cuenta de que esto es otra cosa, parece que el hecho de leer e instruirme me resultara valioso por sí mismo, sigo avanzando porque quiero saber más, afianzar lo que (creo que) he aprendido, sin esperar nada concreto. Confieso que la posibilidad de llevarme el premio y recuperar mi vida sin síntomas se me antoja maravillosa, pero intento no dejarme cegar por ello. Gracias por todo.

    5. Hola,estoy totalmente de acuerdo con lo que dices.Yo migraña nunca he tenido pero si diferentes dolores cronicos sobretodo en la columna,bueno ahora ya no los tengo,leí un libro del Doctor Sarno no se si lo conoces que habla mas de los problemas de columna,gracias al libro pude recuperar mi vida.ya que me queria morir por mis dolores sobretodo de columna,que con 25 años me tenia casi invalido,tengo una hernia discal y actualmente con 51 años hago todo tipo de deportes desde pesas a correr y bicicleta.Nuestro subconsciente es muy malo y hay que hablarle al cerebro y cabrearse con el para solucionar toda esa clase de problemas,me gustaria poder ayudar a gente pero a mi casi nadie me cree,quitado de mi familia que lo han vivido.Estoy contento porque veo que hay gente que en realidad saben de esto y ayudan a gente,gracias Arturo y que ayudes a mucha mas gente.

    6. Hola, estas vacaciones una persona de mi entorno, sabedora de que ando leyendo “cosas de cerebro”, y con toda su buena intención, me ha regalado uno de los libros del dr. Sarno (curar el cuerpo, eliminar el dolor). Lo empecé con ilusión, tratando de aceptar la existencia de la miositis, incluso encontrándole sentido, al fin y al cabo a mi dolor pélvico se han añadido hace unos meses unos dolores inespecíficos en las piernas, los fisios que me han visto me encuentran cosas en los tendones, y justo leo al dr. Sarno referirse a inflamación en los tendones… De modo que pensé “ya está, esto es lo que tengo, vamos a ver cómo se puede revertir”. Pero a medida que avanzaba en el libro, y profundizaba en el tema de las emociones inconscientes, empecé a no creer lo que leía, de golpe. Me dio rabia pues me había propuesto leerme el libro con mente abierta, pero no he podido terminarlo. Además a raíz de ello pasé unos días muy nerviosa, dudando de todo… Al volver de las vacaciones continué con mi lectura del blog, ya voy a empezar 2012, y sorprendentemente la lectura me ha ido tranquilizando, la sensación ha sido la de volver a casa, no sé explicarlo mejor. Seguiré por ahí entonces. Pero ese libro me ha dejado la desagradable sensación de la duda.
      Aún así me anima mucho leer testimonios como el de Isidro, he sabido de más personas a las que han ayudado los libros de Sarno, también es cierto que todas ellas padecían de columna. A mí en 40 años que tengo nunca me ha dolido la espalda, pero ya no me atrevo a decir este tipo de cosas muy alto…
      Por cierto, al consultar sobre mis dolores de piernas, me han hecho unas placas y me han encontrado ¡sorpresa, artrosis! No pude evitar sonreír por dentro al recordar todo lo leído en el blog. No contenta con los consejos que me dieron (evitar esto, lo otro, tomar ibuprofeno,…) fui a un traumatólogo privado, según me dijeron el mejor de la ciudad, 5 meses de espera… y tras diagnosticarme condromalacia rotuliana (y nuevamente prohibirme movimientos) me explicó muy serio que el enemigo de las articulaciones era la humedad, que me dolería más los días de lluvia. Y que tomara glucosamina+condroitina. Ahí ya no sonreí por dentro, sino que me invadió la decepción, y pensé en Arturo, y en lo desprotegidos que estamos los pacientes en general. ¿Dónde ir? ¿A quién creer? Deberíamos tener la tranquilidad de poder ir al médico y encontrar, si no la solución, al menos información veraz y debidamente contrastada. Gracias por todo Arturo, ¡sigo leyendo!

    7. Laura: muchos pacientes me hablan del libro del Dr Sarno. Mi opinión es que empieza bien (desde mi perspectiva) y acaba fatal (también desde mi perspectiva) implicando a las emociones y a una supuesta”miositis tensional” que no sé qué carajo es.

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