La interacción del organismo con el entorno genera relaciones con escenarios relevantes (positivos o negativos) o irrelevantes. Nunca se sabe si se generarán consecuencias positivas o negativas o seguirá todo igual. Hay que experimentar y hacer caso de lo que dicen los que saben.
El ideal es no perder el tiempo y las energías en trivialidades y centrar la atención y los esfuerzos en conseguir lo relevante positivo y evitar lo negativo.
El aprendizaje consiste en eso: separar el grano de la relevancia de la paja de lo irrelevante. Sensibilizarnos a lo que contiene valor y habituarnos a lo banal.
Lo que para unos acaba resultando relevante para otros es del todo indiferente. Cada uno escribe su propia historia de relevancias.
Un músico se sensibilizará hacia valores musicales. Le resultará insoportable un acorde desafinado, un hecho absolutamente indiferente para un ciudadano lego.
El aprendizaje de habituar y sensibilizar tiene apartados conscientes, intencionados, e inconscientes, ajenos a la voluntad del individuo.
Habrá quien se sensibilice a las “bajas temperaturas” y no tolere lo que para otros es una temperatura normal, perfectamente tolerable.
Muchos síntomas expresan que el organismo está sensibilizado a algo: estímulos mecánicos, térmicos, moléculas volátiles… No ocasionan ningún daño pero resultan intolerables para quien ha desarrollado una sensibilización.
Para algunos, los estados de sensibilización innecesarios e improductivos, que sólo aportan mortificación e invalidez funcional, son el resultado de una acción patológica de diversos factores, físicos y psicológicos. El organismo se ha vuelto patológicamente hipersensible.
Para otros, entre los que me cuento, todo puede explicarse, al menos en muchos casos, por el proceso del aprendizaje. El organismo es normal pero ha derivado por vías de sensibilización cuando lo que tocaba era habituar. La cultura experta ha influido en esa deriva hipersensibilizante.
Si la sensibilización es consecuencia de una enfermedad sólo queda la esperanza de un tratamiento que restaure la condición de salud.
Si es el aprendizaje el responsable pudiera revertirse el problema, a través del aprendizaje,
Pedagogía y exposición a la actividad normal, Desensibilizar. Habituar. Eliminar el miedo. Corregir creencias y expectativas sensibilizantes.
En esa línea trabajamos, con resultados esperanzadores, al menos para algunos, bastantes, pacientes.
No sé porqué me da que tu post deriva de mis previas preguntas al aire;)
Totalmente se adecua a mis cuestiones previas Arturo
Si. Hay respuestas que me das.
Me quedo con la del aprendizaje mientras espero otra possible o adyacente
Un dia deberiamos hablar del poder cultural del refranero popular como sensibilizador o habituador en dolor y otros neuro programas
Seguro marca un % en este affair
Un long term potentiation quizas sin mala intención
Entiendo que, con el aprendizaje de habituarse conseguimos estrategias para lograr cambios sutiles en nuestro lenguaje y quitar obstáculos para la acción, sin embargo aprender a sensibilizarse obtiene excusas o razones para comportamientos contraproducentes para la persona.
Doracinas: la sensibilización y la habituación son mecanismos básicos de aprendizaje, que se producen a nivel inconsciente y que sirven para acercarnos a lo relevante positivo y alejarnos de lo relevante negativo. Cuando la evaluación negativa es contraproucente porque el organismo evalúa amenaza donde y cuando no la hay debemos hacer consciente el aprendizaje y desandar el camino erróneo.
En un post bastante pasado, leí que cuando uno duerme (cae en la inconsciencia) los síntomas se apagan. Pero yo he observado que cuando duermo a veces me duele el cuerpo (fibromialgia) y dormida me rasco por todos lado por usar una manta polar poliéster (por la SQM), me pica tanto que me despierta.. cómo puede ser esto posible si estoy en la inconsciencia?
He notado que logro desensibilizarme más rápido de cosas nuevas.. tengo una una lista de unas 20 cosas a las que ya no le tengo o le tengo muy poca sensibilidad química.. logrado en un año desde que encontré su blog.. sí un poco lento.. pero mi mente y organismo se resisten (aún me deben de faltar unas 1000), siempresaltan las dudas. Las cosas que llevan años sensibilizadas como el celular, el polar, etc.. a pesar de los argumentos que le he dado a mi cerebro no quieren dejar de producir síntomas. Yo me imagino que es porque las conexiones neuronales han estrechados muchas raíces y vínculos que fomenta la acción fóbica de mi organismo. Será así?.
Sigo armando convicciones para cada cosa.. y pues no dejo de salir de casa, sólo lo hago si ya caí en crisis por sobreexponerme..
Mil gracias Dr. Arturo por su respuesta