En los síndromes de sensibilización (migraña, fibromialgia, dolor crónico…) el organismo trabaja en modo alerta por evaluación (errónea) de amenaza. Este modo proyecta en la conciencia percepciones somáticas de protección, cogniciones catastrofistas y temores, que fuerzan al individuo a buscar conductas de evitación. Los planes quedan en suspenso; están requisados por la fuerza de los síntomas. El individuo restringe su actividad a una estrecha banda. Fuera de ella los síntomas imponen su ley.
Los errores evaluativos del sistema neuroinmune traen, en algunos casos, consecuencias graves para la salud.
Si se produce una reacción anafiláctica a la penicilina, lo prudente es evitarla y no exponerse a otra reacción, argumentando que la penicilina es inofensiva y que el sistema Neuroinmune está equivocado.
En el otro extremo puede desencadenarse una crisis de migraña por comer chocolate. Existen dos opciones: evitar el chocolate o comerlo sin miedo, desde la convicción de que es inofensivo y la crisis es debida al error evaluativo.
En este caso, la exposición confiada y argumentada al chocolate puede desactivar en muchos casos la evaluación errónea y, por tanto, la crisis.
No es mal consejo el “exponerse” a comer chocolate, una vez se ha comprendido el proceso del error evaluativo.
En el caso del dolor crónico inducido por la actividad, y en ausencia de un daño que lo explique y justifique, también disponemos de dos opciones: protegernos del dolor con movimientos cautelosos o, sabiendo que no corremos peligro, movernos de modo más normal.
En ocasiones podemos optar por la exposición gradual a la actividad normal, sin miedo. El resultado es impredecible. Exponernos a entornos a los que estamos sensibilizados, hacer ejercicio sabiendo que nos genera cansancio fácil y extremo… puede ayudarnos a recuperar el terreno perdido o generar crisis tras la exposición.
No hay una pauta común recomendable para todos los pacientes.
Es importante el marco teórico desde el que partimos.
El organismo es normal pero actúa desde la convicción de enfermedad. Hipótesis del error evaluativo. Sería imprudente seguir en esa banda estrecha de intolerancia.
El organismo está enfermo y no soporta la actividad normal. Sería imprudente salirse de los estrechos límites de seguridad.
La experiencia con pacientes de migraña recomienda, sin ninguna duda, la exposición a los “desencadenantes”, a la vida normal, una vez comprendido y aceptado el marco teórico del error evaluativo.
Con pacientes de fibromialgia, pienso que se puede recomendar la misma estrategia, de modo gradual. Cada paciente debe desvelar su ritmo de transición a la actividad normal.
En el dolor crónico “musculoesquelético” también es recomendable la exposición a la actividad normal bajo la guía de un fisio que ayude a la recuperación de patrones motores fisiológicos, a la vez que explica el marco teórico del miedo infundado al movimiento.
Tengo poca experiencia en Fatiga crónica y Sensibilidad química múltiple como para dar consejos.
Me reúno periódicamente con un pequeño grupo de pacientes de SQM. Han comprendido y aceptado la explicación del error evaluativo y se han propuesto recuperar una relación normalizada con el entorno. La respuesta ha sido positiva pero variable.
La conectividad neuronal es plástica, adaptada al aprendizaje, modulada por el miedo y la incertidumbre.
Con dudas y temor es más complicado. Los síntomas imponen la reclusión en un entorno protegido.
Es expuesto exponerse y también el no hacerlo. Los dos peligros deben considerarse y actuar con prudencia.
Miedo, incertidumbre.
No basta con conocer la teoría. Deben disolverse también las dudas y el pánico a los síntomas, al sufrimiento.
– No lo conseguiré…
Algunos, no pocos, lo consiguen.
Es una oportunidad.
Que buen artículo. En esta parte “En este caso, la exposición confiada y argumentada al chocolate puede desactivar en muchos casos la evaluación errónea y, por tanto, la crisis.” . Yo sí lo he logrado en la SQM con una cosa, bajo ese argumento. Sólo toleraba unos zapatos, luego se mojaron cambié a otros y me dieron por dos días síntomas horribles, regresé a mis zapatos habituales y le agarré al misma reacción “tóxica”.. cosa irracional, pero distrayendo mi mente y la verdad no sé que hice deshabilité los síntomas en 5 días. Pero lo curioso es que luego de un mes tuve que volver a ponerme los zapatos (porque los otros se rompieron) que desencadenaron los síntomas iniciales, pero ya había argumentado y sobretodo creído totalmente que era imposible tener síntomas habiendo un par de medias de por medio y que si eran el mismo material, misma marca no podían darme síntomas tan severos que casi me paralizaban.. no tuve miedo, me los puse confiadamente y no me dio nada, o algo muy leve que fácilmente superé.. hasta ahora no sé exactamente que hice, pero cuando leí esa parte entrecomillada, creo que eso fue lo que hice.. no tuve miedo, argumenté.. Sólo he logrado con 3 cosas deshabilitar los síntomas respecto a ellas… lo malo es que yo desarrollé síntomas a la ropa, cobijas, tocar cosas (todo realmente).. y desde ayer a mi cama.. y no sé por qué.. porque ni pensé que eso podría pasar.. Pero tengo certeza de que la duda hace que los síntomas se mantengan.. si bien sé que es un error evaluativo, por ratos me vienen las ideas de que si será tóxico, que quizás al no ser fibras naturales si me hacen daño y comienzan los miedos.. Resumen: creo que para deshabilitar los síntomas hay que estar convencido hasta el tuétano de la inocuidad de los desencadenantes.. en mi caso mi mente me sabotea mucho.. y tengo que dibujar, escribir, desmembrar cada argumento para encontrar solidez… Sé que se puede, sé que es posible.. al menos 3 veces lo he logrado (con mis pastillas para las taquicardias, y 2 pares de zapatos)..
“Me reúno periódicamente con un pequeño grupo de pacientes de SQM. Han comprendido y aceptado la explicación del error evaluativo y se han propuesto recuperar una relación normalizada con el entorno. La respuesta ha sido positiva pero variable.”
Buen articulo cardinal y buena estrategia isadiogo
En mi consulta tengo identificados 6 casos de SQM (en diverso grado)
Los 6 distintos e irrepetibles
Cuando propuse en mi ultima reunion conjunta de Region Sanitaria a la internista que llevaba la SQM le pregunte:
“¿Hay estudios en marcha sobre que ocurre si al igual que desensibilizamos sistematicamente a fobias o a alergenos, lo hacemos en base a exposiciones controladas y personalizadas en afectos de SQM?”
Poca respuesta…
Ante la incertidumbre o lack of evidence y aplicando la base teorica del error evaluativo , creo que podria sistematizarse en esta linea.
Bajo ciertas directrices:
1- desensibilizando a las moleculas mas comunes en el ENTORNO o ECOQUIMIOSISTEMA del sujeto
2- personalizando siempre
3- priorizando las sustancias mas limitantes parcial o totalmente de su calidad de vida socio-laboral
4-proceso autogestionado/ dirigido
Ej farmacos necesarios para otras patologias X severas
O sustancias ineludibles en actividad laboral…
¿Os parece descabellado el paralelismo rehabilitador con otras terapias ya existentes como las citadas?
Saludos
Peep: ya digo que tengo poca experiencia pero lo que propones puede ser un punto de partida a verificar.
Exacto y real, lo del chocolate como ejemplo, después de acudir a un reciente curso y comprender que la exposición no puede causar ningún daño, me he atrevido otra vez mas a introducir el chocolate, las anteriores veces fue un fracaso, ya que la crisis y el dolor era siempre segura, pero ahora por fin lo estoy consiguiendo, no pasa nada, es mas esto confirma en mi todo lo aprendido y aceptado, todo lo que me sucedía anteriormente era porque mi subconsciente le temía a todo lo que llevaba leche.
Y eso lo aprendí o lo interiorice, cuando unos supuestos expertos me dijeron que padecía de exceso de histamina, quedaba prohibida la leche, y así lo he venido haciendo, eliminar por completo leche y derivados, en toda gama de alimentos que la llevan, curiosamente antes de esta nueva amenaza uno de mis placeres era una buena taza de chocolate, exquisito.
Ya llevo tomándolo varios días, se que no me puede afectar en nada, y así es.
Animo a todos los que no os atrevéis a tomar chocolate que no os privéis de semejante manjar, eso si es imprescindible, no toparos con algún inconsciente que os diga que para la cefalea el chocolate es malisimo.
Y sobre todo aprender de Arturo, todo lo que explica, como es el proceso del dolor, porque sucede cuando no hay ningún daño, peligro, amenaza real.
La verdad q Nose si alguien m va contestar pero por si acaso.. jeje
Me gustaría pensar q todo esto es así.. pero creo q no m atrevo hacer ciertas cosas q m desencadenan migrañas como comerme una taza d chocolate .. puff es como ir directa a coger el dolor cuando le tengo pánico…
es solo una reflexión… gracias
ROSANA
Enviado desde mi iPhone
Hace muchos años que le leo y muchos más que luchaba contra mi dolor crónico de espalda. Habiendo leído tanto aquí y allí sobre el dolor, estaba claro que no tenía justificación. Yo estaba bien, no tenía nada que no tuviesen otros que no sufren dolor. Pero no encontraba la vía de abrir la trampilla del sótano y decirles bien alto “¿PODÉIS PARAR EL PROGRAMA DEL DOLOR, YA?”.
Después de problemas cervicales añadidos a los lumbares y una incipiente hernia discal, me apunté a una actividad de “Pilates” en el polideportivo del barrio. ¡Qué locura! Yo, que apenas me movía, apenas para hacer algunos recados, siempre trabajando en casa. Sin sobrepeso evidente, pero en baja forma con ese eterno dolor de espalda intermitente. ¡Qué locura, apuntarme al movimiento!. Si yo no debería moverme. El del sótano no me deja.
Pues por fin, después de varios meses de Pilates puedo decir que he conseguido darle el recado al tío del sótano. Decirle que todo está bien y que *puedo* moverme. Que voy dos veces por semana a un sitio donde nos obligan a movernos de formas que nunca pensaría posibles y a esforzarnos como mulas. Y aunque alguna cosa no me sale, por lo general, el resto sí. Y nada se ha roto. Y ya no me duele más la espalda.
Esto debe ser como haber dejado la bebida y alegrarte al pensar en cuánto tiempo hace que no te duele la cabeza. En mi caso era adicta a mi dolor de espalda, a mi “lesión tan extraña y oculta que nadie puede diagnosticarla y va a estallar”. Pero no existía y el tío del sótano también soy yo.
¡Gracias!