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Terapia cognitivo conductual y migraña

Las guias de buena práctica clínica de migraña, editadas por consenso de diversos comités de expertos, aprueban el complemento de la Terapia cognitivo conductual en aquellos pacientes que no responden bien a los fármacos y consejos.

La terapia cognitivo conductual pretende modificar 1) cogniciones, conceptos y creencias erróneas sobre el trastorno considerado y 2) conductas de afrontamiento inadecuadas que empeoran la situación.

Imaginemos a un paciente standard de migraña que acude a un psicólogo a recibir la terapia:

– ¿Qué opina de su migraña?

– Una enfermedad cerebral, con fuerte carga genética de origen misterioso e irreversible.

– ¿Cómo la afronta?

– Llevo una vida ordenada, sin abusos. Procuro relajarme. Tomo la medicación tan pronto como noto el dolor.

– ¿Cómo van esos ánimos?

– Cuando no me duele, bien. Con la crisis, quiero morirme.

– ¿Cómo le ha ido en la vida?

– Razonablemente bien. Tengo trabajo, hijos y pareja. No me quejo.

– ¿Cómo ve el futuro?

– Negro.

Ante esta situación el psicólogo debe decidir si lo que cree y hace el paciente es correcto.

– Es lo que me ha explicado e indicado el neurólogo.

– ¿Cómo lo lleva?

– Como puedo. Acepto que tengo migraña y debo afrontar la vida con optimismo a pesar de todo.

Las creencias y conductas del paciente son correctas y ajustadas a lo que los expertos afirman y recomiendan, en cuyo caso poco puede hacer el psicólogo salvo sugerir terapias relajantes, mindfulness, gestión del estrés… o yo qué sé…

Si yo oficiara de psicólogo me aplicaría a fondo en desactivar todo el entramado cognitivo y conductual sugerido por los neurólogos

– Los genes influyen de modo general y complejo. Lo importante es la interacción de esa condición genética con el entorno. Su cerebro es sano. No hay enfermedad. En la familia se transmite información, se copian modelos, no sólo genes. La migraña no nace. Se aprende.

– Los síntomas son la expresión en la conciencia de un estado defensivo que el organismo ha activado sin necesidad, alimentado por creencias-temores erróneas. Su cerebro está equivocado. Gestiona la seguridad física de su cabeza desde el alarmismo. La información experta alimenta esas creencias disfuncionales que usted da por buenas porque así se lo han explicado.

– La crisis de migraña se alimenta de un miedo irracional de su organismo. Contiene una estructura fóbica. Debe aceptar los escenarios que facilitan la crisis, exponerse a ellos y no evitarlos.

– La toma precoz del fármaco y buscar el refugio del cuarto oscuro refuerza el error.

– Debe llevar una vida normal, con los desórdenes y transgresiones que eso conlleva.

Desde mis convicciones es lo que propondría a mi paciente si fuera psicólogo: desactivar lo que el neurólogo le ha expuesto y propuesto. Cambiar creencias erróneas y conductas inadecuadas.

Pero soy neurólogo…

Por eso digo lo que digo

¿Terapia cognitivo-conductual?

Absolutamente de acuerdo.