Ayer tuvimos la revisión de los pacientes de migraña de la edición Nº 19. De 13 acudieron 9. De cuatro no conocemos los resultados. De los 9 alumnos restantes, estos son los datos.
Respecto a los dos meses anteriores al curso, en los dos que le siguieron:
De 145 días de dolor a 38
De una intensidad media sobre 10 de 7,7 a 4,7
De 147 calmantes a 20
Habría que añadir un similar descenso en el vómito y supresión de actividades no laborales (los pacientes con migraña contrariamente a lo que maliciosamente se les supone, rara vez dejan de acudir al trabajo por una crisis; suspenden actos sociales).
Cuando la crisis asoma, ya no se precipitan a tomar el calmante. Siguen con la actividad programada, no rehuyen el chupito y, generalmente todo queda en un amago.
Notable el caso de tres hermanas a las que se les podría suponer una carga genética que les estaba condenando a padecer el infierno migrañoso de por vida.
¡Pues no!
Ha podido más la pedagogía que el supuesto impacto genético.
Notable también que en bastantes casos la migraña menstrual haya desaparecido o amainado, a pesar de que los “cambios hormonales” sigan estando presentes.
Llamativo el comentario de la neuróloga a una de las alumnas al conocer la contundente mejoría tras el curso, “a pesar” de dejar todos los fármacos: “bien, ahí tienes los fármacos para cuando se pase el efecto de la “relajación”.
Como siempre, la perplejidad de que el recurso a la pedagogía de la biología sea algo absolutamente desconocido, no sólo ignorado sino despreciado por quienes debieran interesarse más por cómo trabajan las neuronas.
En general incomprensión en allegados.
Sé que todo esto acabará imponiéndose por la fuerza del propio conocimiento pero a la vez que la alegría de la restitución de la libertad cotidiana sentimos rabia e impotencia por el exiguo interés y apoyo de los gestores de la Salud Pública.
En fin, que nos quiten lo bailado.
El sábado que viene tendremos una nueva edición. Siempre emociona el encuentro porque estamos convencidos de que devolverá el visado para vivir dignamente a la mayoría de los alumnos.
¡Salud!