No es lo mismo que falle el freno a que no frenemos cuando debiéramos hacerlo. En el primer caso el coche tiene un defecto, una patología. En el segundo el coche es normal, está sano, pero ha fallado la gestión de sus recursos. El conductor se ha equivocado.
Un organismo es un artilugio complejo. Puede contener múltiples defectos.
La gestión de los recursos del organismo también es compleja y envuelta en la incertidumbre. Contiene, inevitablemente, errores.
Para algunos la migraña expresa una condición defectuosa del organismo. El debido equilibrio de los circuitos neuronales se rompe porque algún supuesto componente (molécula) no guarda la debida proporción dando lugar a un un estado sensible, hiperexcitable, en algún supuesto generador responsable de activar un conjunto de respuestas defensivas (alerta, dolor, vómitos, intolerancia sensorial).
Antaño el defecto estaba en la conducta humana que contrariaba a los dioses y hacía que estos descargaran su indignación generando la crisis de migraña.
La ubicación del generador bajó de los cielos a la cabeza instalándose en venas y arterias. Contenían algún defecto que las hacía contraerse y dilatarse de modo sensible y excesivo en múltiples situaciones (desencadenantes). El defecto vascular era congénito y obligaba a quien lo padecía a llevar una vida ordenada y aburrida sin que ello aportara alivio alguno.
El defecto generador se trasladó más tarde a las terminales del trigémino que abrazan arterias y venas. Ese defecto las hacía sensibles e hiperexcitables generando dolor sin motivo aparente.
Más adelante el generador se ubicó en el corazón del cerebro, en alguno de sus múltiples centros. El defecto responsable de la condición sensible e hiperexcitable pasó de las terminales perivasculares del trigémino a algún centro neuronal responsable de la puesta en marcha de los recursos defensivos.
En condiciones normales ante una emergencia en el interior de la cabeza (una hemorragia, una infección) el supuesto generador activa la circuitería responsable de la alerta, el dolor, los vómitos y la intolerancia sensorial), informado del suceso por las terminales vigilantes del trigémino.
En una meningitis el supuesto generador activa una crisis de migraña. Hay motivos.
En la crisis de migraña ese mismo supuesto generador se activa sin que nada amenazante aconseje hacerlo.
Los neurólogos defienden la condición defectuosa, congénita, del generador.
Otros consideran que el generador responde con normalidad a supuestos bombardeos de excitadores provenientes de diversos tejidos (ATM, musculatura cervical, estrés, histamina, meteoros diversos). El defecto está fuera de la cabeza si bien cabe una explicación mixta de generador sensible (defectuoso) neuronal y bombardeo periférico diverso, por los defectos correspondientes.
En mi opinión, un organismo razonablemente sano, sin defectos relevantes, puede activar recursos porque así lo decide. La función más importante del cerebro es la toma de decisión y la condición más evidente de esta función es la de poder equivocarse.
El defecto en la migraña puede estar en la decisión de activar el supuesto generador.
La red neuronal humana organiza su conectividad durante el aprendizaje y el aprendizaje humano está poderosamente influido por la observación-imitación y la instrucción de tutores teóricamente expertos.
No se necesita un generador defectuoso, sensible e hiperexcitable. Basta un aprendizaje sensibilizante.
El problema es la decisión errónea.
Un error no es problema si es detectado y corregido.
Sí hay problema cuando es ignorado y las decisiones se empecinan en ir por la dirección contraria a la debida (sesgo de confirmación).
Ha sonado la alarma.
No hay robo.
¿Defecto o error?
Sistema hipersensible e hiperexcitable, de fábrica.
Es una hipótesis plausible pero no se debe ignorar el aprendizaje ya que la red neuronal contiene una conectividad abierta (sensible) al aprendizaje, a la imitación y tutoría de los cuidadores.
El aprendizaje puede facilitar errores de activación de recursos defensivos. Su condición sensible e hiperexcitable puede ser adquirida, aprendida.
Negar el aprendizaje en la conectividad neuronal es ponerse una venda en los ojos y tapones en oídos y narices.
-¿Que la migraña se aprende? ¿Un error de gestión? ¿Sólo con unas charlas puede quitarse? No me lo creo.
Este lunes hemos completado la formación de otro grupo de pacientes de migraña.
Sólo explicando conceptos actuales y básicos de neurociencia el supuesto generador de migrañas ha rebajado su sensibilidad e hiperexcitabilidad en la mayoría de los alumnos.
Menos dolor, menos fármacos y más libertad cotidiana.
Sólo hablando.
Lógico. La red neuronal humana tiene esa condición de la dependencia de lo que ve y oye.
El defecto no está en las neuronas sino en lo que contienen:
Información defectuosa, errónea, sensibilizante, alarmista.
Estupenda metáfora la de los frenos. Felicidades por seguir en la brecha y conseguír que muchos como yo sigamos sin migrañas en particular y gestionando el organismo de forma diferente en general.