El esquema teórico oficial de la migraña la define como una enfermedad cerebral genética que contiene una condición de hiperexcitabilidad neuronal “central” (el “generador”) que se expresa a a través de la activación espontánea o “desencadenada” de un conjunto de programas de alerta (pródromos, aura) y defensivos (dolor, vómitos e intolerancia sensorial).
Desde este marco teórico se sugiere al paciente que lleve una vida ordenada que minimice el impacto de esa condición de hiperexcitabilidad, fármacos que la controlen y la identificación y evitación de aquellos agentes, estados y escenarios (“desencadenantes”) que inducen el estado migrañoso.
No hay ninguna referencia ni consideración al factor del aprendizaje, creencias, significados, predicción, estructura fóbico-adictiva como peligro de cronificación. Todo ello suena a “factores.psicológicos” complementarios pero no a algo sustancial en la conectividad de la red neuronal.
La identificación y evitación de los desencadenantes tiene lógica en los errores del sistema inmune para evitar consecuencias incluso letales. No podemos instruir a través del lenguaje a los linfocitos para que toleren el polen o las células sanas del organismo o nos libren de una colonia de células cancerosas que, erróneamente, toleran.
La red neuronal defensiva debe aprender a tolerar lo inofensivo y activar programas neuronales defensivos cuando se dan las condiciones que los justifican. Como sucede con el componente inmune la catalogación de lo tolerable e intolerable se produce a lo largo del aprendizaje por detección y corrección de error.
Los profesionales debemos conocer y explicar el proceso de aprendizaje y crear condiciones óptimas que minimicen los errores.
Los modelos propuestos oficialmente facilitan la sensibilización, el miedo, la hipervigilancia.
Las neuronas organizan sus estados de conectividad desde la experiencia (propia y ajena), la imitación de modelos y la instrucción de expertos.
Una creencia es un estado de conectividad que propicia estados de organismo acordes con su contenido. Las creencias dependen en gran medida de lo que los instructores proponen y están abiertas al cambio (plasticidad).
Las neuronas, al contrario que los linfocitos, escuchan y ven. Podemos trasladarles conceptos, modificar errores.
En mi opinión la migraña y otros estados de alerta defensiva injustificada aparecen a la luz de un aprendizaje sesgado hacia la sensibilización en el que las neuronas han visto y oído modelos facilitadores desde el nacimiento.
Las neuronas están condenadas a aprender a través de todos los medios a su alcance y todo lo que depende de ellas está poderosamente influido por lo que aprendemos.
En los grupos de pacientes animamos a desobedecer la recomendación de identificar y evitar desencadenantes. Lo habitual es que no suceda nada y que los pacientes vuelvan a disfrutar del queso curado, el vinito y el chocolate, sin problemas.
La Neurociencia ha aportado mucho conocimiento básico que debiera poner patas arriba gran parte de lo que desde la Neurología se dice y hace.
La migraña y otros padecimientos afines necesitan una actualización conceptual a fondo. Las propuestas oficiales forman parte del problema.
En los cursos explicamos conceptos básicos de Biología. Mostramos el ABC de la defensa neuronal de la integridad física del organismo. No decimos lo que deben hacer.
Los alumnos se libran de unas cuantas creencias falsas, aprenden cuestiones básicas sobre neuronas y deciden por su cuenta, generalmente en dirección contraria a la que han seguido en los años previos. El resultado es: menos días de dolor, menos consumo de fármacos y recuperación de actividades perdidas.
En el fondo estamos ante una patología del miedo.
Algunos proponen más miedo como solución.
Nosotros intentamos minimizarlo.
Ayer tuvimos en el centro de salud de San Martín de Vitoria la clase de recuerdo- evaluación de un grupo de alumnos.
Después de cinco años de experiencias, siempre objetivándose importantes mejoras en cuanto a días e intensidad del dolor, consumo de fármacos y calidad de vida, se repiten por parte de l@s asistentes las mismas preguntas y sugerencias:
Por qué esto no se explica en las consultas médicas? Por qué no se da la opción a l@s padecientes de conocer esta teoría? Por qué se les condena a la situación de víctimas de genes determinantes y organismos hipersensibles, y de consumidores crónicos de tratamientos farmacológicos variados, y de vidas mas y mas limitadas?
Por qué si ellos lo entienden, otros no? Dónde está el problema?
Marisol: la experiencia de los grupos de migraña es gratificante desde todas las perspectivas. La comunidad de los neurólogos nunca se ha interesado por este modelo. Lo desprecia renunciando a la crítica argumentada.
Educar al paciente en Biología es la acción más eficiente y liberadora.
“Una creencia es un estado de conectividad que propicia estados de organismo acordes con su contenido. Las creencias dependen en gran medida de lo que los instructores proponen y están abiertas al cambio (plasticidad)”. Esta frase es un rayo de luz para muchas cosas. Da cierta sensación de control, pero es que la actitud es media batalla..
Marisol, entiendo que así como a las personas les cuesta revertir sus creencias y prefieren continuar con lo que los médicos en general les proponen, también estos últimos suelen ser renuentes a abrirse a los nuevos conocimientos en la materia. En mi caso que he sufrido de dolores cronicos en la zona lumbar, sumado al miedo paralizante que ello genera, situacion que gracias a profesionales como el Dr. Arturo Goicoechea y a mi amigo y fisioterapeuta Joan Gallart he revertido en gran parte, cuando converso estos temas con medicos sanitaristas, me miran sin entender demasiado dandome la razon como a los locos, tras lo cual siguen con sus recomendaciones sanitaristas que nos sumergen mas en el problema.Saludos desde Argentina.-
La respuesta a estos males del cerebro, radica en el conocimiento y la razonabilidad.
Como asistente al curso que imparte Arturo, quiero y debo animar a todos los que padecen de migrañas a leer su libro “Migraña una pesadilla cerebral” . Y si es posible que asistan al curso.
Para mí, ha supuesto una liberación, un descanso , ya no soy una persona diferente con todas las limitaciones que me imponía los dolores de cabeza. Confirmo lo dicho por Marisol: muchos menos días de dolor, menos intensidad y sin consumir fármacos.
Quiero agradecer a Arturo por transmitirnos de forma tan cercana y clara sus conocimientos neurocientíficos , su investigación y su experiencia .
Genial post Arturo. La importancia de este conocimiento es vital, para mucho médicos y terapeutas que de buena fe, invaden de peligro la mente del paciente, facilitando aún más, las posibilidades de padecer migraña. Nos encontramos en la paradoja que la etiqueta de migrañosa puede aumentar las posbilidades de padecer migraña….
También encuentro muy interesante, el proceso que deben realizar las neuronas para reducir su miedo, es vital que el cliente entienda que se necesita un tiempo para reducir su migraña. Sus neuronas deben entender que no pasa nada si come algún alimento o no toma algun medicamento.
Gracias por su blog!!!
Hola doctor Goicoechea, mi pregunta no esta relacionada con el tema del post pero no encontraba ninguna otra entrada para aprovechar a resolver mi duda. Que opinión tiene usted sobre los umbrales de presión de dolor en el hombre y la mujer? Por qué la mujer es más sensible y tiene mayor prevalencia a desarrollar dolor crónico? Serían factores psicológicos/culturales o hay algo dentro de la genética de la neurona que facilite el proceso? La verdad, que rompe bastante mis esquemas y no llego a dar una explicación biológica. Por dónde hay que ir?
Muchas gracias, un saludo.
Carlos G.
Sinceramente, creo que estamos avanzando mucho. Yo he realizado este curso terapéutico con Arturo y he mejorado una barbaridad. Mi experiencia es tan buena que no dudo en recomendarlo a cualquiera que sufra de migraña. Y, francamente, no me achanta lo que puedan pensar de mí los escépticos. Yo divulgo lo aprendido y “algo siempre queda”. Yo estoy muchísimo mejor que hace un año. No tomo una pastilla aunque tenga dolor. Aplico el conocimiento adquirido y el dolor acaba por desaparecer. Uno, dos, tres días. Da igual. Lo más importante es que las crisis se han reducido y ahora son una parte insignificante. Ya no condicionan mi vida.
Sara: gracias por tu testimonio. Ayudará a tener confianza a los indecisos.
Carlos: la cuestión es compleja. Intervienen muchos factores que interactúan de modo no lineal. Biológicamente el organismo femenino es más “evitador de daño”, más vigilante y atento a la posibilidad de dañarse, especialmente en los días perimenstruales con menor liberación de estrógenos. Las mujeres visitan más a los médicos y ello les expone a una mayor medicalización sobre todo si existe una cultura como la actual que resuelve el problema del dolor con etiquetas diagnósticas y terapias o con propuestas de origen psicológico. Creo que el camino correcto es el de explicar la biología del dolor y quitar relevancia a los “cambios hormonales” poniendo el acento en la cultura medicalizada del organismo femenino.
Arturo pero si la menstruación es un factor causante no deberían igualarse la prevalencia de dolor persistente en niños y niñas de menos de 11 años? Si no me confundo es similar. Es decir, que hace biológicamente más “evitador de daño”? Recientemente, se expuso la hipótesis que el sistema inmunitario actuaba diferente en ratones macho y hembra. Podría ser este el factor diferencial? Por dónde van los tiros? Gracias.
Carlos: la incidencia de migraña es similar en niños y niñas hasta la menarquia. No hay nada en Biología humana que no esté tocado por la cultura. En mi opinión la sensibilidad biológica que conlleva el sexo femenino la hace más vulnerable a los contenidos culturales. De hecho, en los grupos de pacientes de nuestros cursos, bastantes mujeres dejan de tener migraña menstrual, tras la intervención pedagógica. El sistema inmune actúa siempre de la mano del sistema nervioso, cada uno con sus competencias. La expresión de los errores evaluativos inmunes es la inflamación y la muerte programada celular. La activación de programas defensivos de alerta, característicos de la migraña no es competencia inmune sino neuronal.
Ah muchas gracias! La verdad que después de esto he encontrado algún estudio epidemiológico pero son bastantes antiguos (recién años 90) si es posible tener algún estudio reciente se lo agradecería. La verdad es que es una cuestión muy interesante a comentar. Buscaré sobre los umbrales de presión en niños y niñas también. Buen día!
Hola, buenas tardes, he leído el libro y me ha parecido muy interesante, pero me gustaría realizar el curso de formación para poder obtener los mejores resultados, sola lo veo dificil. Donde se imparte el curso?. Muchas gracias
Lola: los cursos los hacemos en Vitoria. Puedes llamar al 696541479 e informarte.