Los nociceptores son neuronas defensivas que extienden sus ramificaciones por cada rincón de la superficie e interior del organismo. Habitualmente están silentes y sólo se activan y disparan señal cuando sufren el impacto de una energía peligrosa (mecánica, térmica o química). Si la zona defendida no se comprime, estira, calienta o enfría, superando los límites de resistencia mecánica o térmica, o si no hay metabolitos ácidos en su entorno, no se generan señales de peligro ni respuestas locales.
La membrana de los nociceptores está poblada de receptores de energía nociva. Cada uno de ellos tiene su umbral de disparo, que varía en función de contextos de peligro local o general. Cuando en el campo receptor del nociceptor se consuma el daño se liberan las señales moleculares correspondientes y los receptores de peligro se sensibilizan. En el estado sensible los estímulos inofensivos excitan los nociceptores. Por eso duele cualquier contacto con una herida. Mientras se cura la lesión provocaremos dolor si estimulamos. Si la energía peligrosa ya ha desaparecido, no sentiremos dolor espontáneo, a pesar de que los nociceptores están sensibles.
La hipertermia es un mecanismo defensivo que optimiza el éxito en la batalla contra los gérmenes. Disminuye el umbral de disparo de los nociceptoresy por eso tenemos el cuerpo dolorido y los antitérmicos alivian.
En entidades genéticas raras como la eritromelalgia y el trastorno de dolor paroxístico extremo, los nociceptores contienen en su membrana unos receptores de energía peligrosa modificados. La variable genética induce una sensibilización continua, un umbral de disparo descendido. Por eso se generan señales de peligro allá donde no hay, con dolor en ausencia de daño consumado o inminente.
En la migraña, fibromialgia u otras entidades de sensibilización central los nociceptores están sensibilizados. ¿Cuál es el mecanismo?
No hay daño que libera sensibilizadores locales. No hay hipertermia. No hay variables genéticas que fabriquen receptores sensibles.
La respuesta habitual es: no se sabe. Sólo sabemos que hay sensibilización (no sólo central sino también periférica) en los nociceptores que generan señales de peligro, aun cuando no lo haya.
En la migraña los nociceptores del trigémino se vuelven sensibles de modo misterioso. Lo mismo sucede con los nociceptores músculoesqueléticos y cutáneos en la fibromialgia.
¿Qué condición extraña es esa que hace hipersensibles los nociceptores? ¿Puede el estrés, los alimentos, los cambios meteorológicos, los cambios degenerativos, volver hipersensibles los receptores, modificar su umbral? o puede que los estados de alerta hipervigilante centrales se expresen a través de la sensibilización periférica?
En cualquier caso el dolor no necesita una llegada de señal nociceptiva previa para emerger en la conciencia. Basta con que el sistema defensivo genere un estado evaluativo de amenaza. Lógicamente esa evaluación incluye una sensibilización de toda la arquitectura neuronal, tanto de las unidades vigilantes periféricas (nociceptores) como de las áreas de integración y respuesta centrales (medulares, de troncoencéfalo y encefálicas).
La doctrina clásica (errónea) del dolor exige señal nociceptiva para explicar el dolor. La doctrina moderna puede explicar el dolor sin recurrir a esa señal. En todo caso la doctrina clásica no explica, en los casos sin daño, el origen de esa señal nociceptiva que exige.
¿Tan complicado es aceptar que los estados evaluativos son necesarios y suficientes para explicar el dolor y centrar el foco de atención correctora en intervenciones sobre esa evaluación errónea?
Profesionales y ciudadanos siguen creyendo que si duele, algo nocivo hay allí donde duele y que esa supuesta nocividad genera el dolor y sus señales, pero no hay rigor en esa propuesta. Habría que explicar por qué los nociceptores están crónicamente sensibilizados en ausencia de una energía nociva.
Ni el dolor es un efluvio tisular ni los nociceptores se activan porque sí.
El sistema neuroinmune es un sistema evaluativo, predictivo y comete errores. No es tan difícil con la cultura que lo instruye.
Lo difícil es reconocer el error y recomponer los circuitos del miedo y la inercia.
Hola Arturo, soy un padeciente de migrañas o cefaleas tensionales desde hace 5 años más o menos. Tengo 50 años y quisiera decirte que después de un peregrinaje de especialidades médicas buscando una solución a mis migrañas inespecíficas (eso decía mi neuróloga) o cefaleas tensionales como resultado de una RM todos los resultados han sido negativos. Empecé con crisis de fin de semana (según el neurólogo muy habitual, cuando uno se relaja del stress semanal) (4 o 5 al mes). Después también empezaron entre semana hasta alcanzar una media de 10 crisis al mes (calendarios mensuales), o sea que cada 3 días tenía dolor de cabeza como si estaría programado así. Tomé todos los tratamientos preventivos, topiramato (me hizo adelgazar), solgol 30-60, amitriptilina y las crisis eran las mismas en intensidad y frecuencia. Lo último el bótox con gran decepción para mí porque no me hizo reducirlas y encima como efecto secundario para tener más preocupación fue el párpado caído durante 3 meses y una sensación de pesadez en la piel de la cara y quemazón en la musculatura del cuello. Me había hecho ilusión por este tratamiento pero la decepción fue mayor. También pasé por el especialista de aparato digestivo para descartar celiaquía (gastroscopia) (según me dijeron puede venir de ahí los dolores de cabeza) y las biopsias dieron negativo. Más tarde al médico de medicina interna para valorar fibromialgia ya que tenía también dolores musculares, de cabeza, contracturas. Analíticas y pruebas reumáticas (negativo también). Al tener dolor de cabeza tan seguido hizo mella en mi estado de ánimo y el médico de familia me recetó un antidepresivo duloxetina y lorazepam. Seguía buscando alguna otra información a la que agarrarme y me encontré con la histamina y la enzima DAO. Para mi mayor decepción la analítica especial también me dio normal (81,5 ). Lo último el haber encontrado su blog en internet y haber leído sus libros La jaqueca y Migraña, una pesadilla cerebral. Me han parecido muy interesantes y me han trasmitido más seguridad. También me encontré con un libro muy interesante Curación por el pensamiento (Noesiterapia) del Dr. Ángel Escudero Juan (Valencia) (web. http://www.escudero.com en el expone como trabajar los pensamientos positivos y tener la boca llena de saliva siempre, signo de respuesta biológica positiva con los consiguientes beneficios para el sistema inmunológico. También realizo a diario un breve ejercicio de relajación del Dr. Escudero. Después de todo esto debo decir que he dejado toda medicación cansado de tanta química (omeprazol, ranitidina, tengo dispepsia de vez en cuando pero no tengo daño) (duloxetina porque no he notado mejoría después de 2 meses). El médico quería saber si tenía un cuadro depresivo y eso me producía dolor de cabeza o al tener tantas cefaleas me producía las mismas al estar bajo de ánimo. (lorazepam para dormir mejor).He empezado con el deporte en un gimnasio para fortalecer la musculatura ya que tengo una artrodesis de rodilla y la falta de ejercicio y las molestias musculares me metían en un círculo vicioso. Estoy mejor. Como me decía el entrenador puedes tener molestias, dolor pero no daño, tu cuerpo está sano, no estás enfermo en que tengas algunas limitaciones. He visto la luz del largo túnel en el que estaba metido después de éstas lecturas. Estoy muy contento de haber sido capaz de dejar todas éstas medicaciones. Ahora tengo una guerra abierta con el único que me queda (el sumatriptam) que es lo único que tomo y me quita bastante las cefaleas ( 10 crisis al mes). Me queda la preocupación de que 10 al mes serán muchas aunque el neurólogo me dijo que tenía pacientes que tenían que tomar a diario. Tengo temor por la cronificación. ¿Me pregunto, tendré que estar toda la vida así? Me resisto, en lo que llevo este mes de junio, el fin de semana en concreto, el sábado al levantarme más tarde (desencadenante) empezó el dolor de cabeza y tenía mi primera batalla con el analgésico (sumatriptam) debate interno lo tomo , no lo tomo. Hablé con mi interior para tranquilizarle de que nada ocurría en mi cerebro salvo la percepción del dolor. Seguí con mi vida normal, aunque renqueante me fui al gimnasio, por la tarde me eché un rato pero ahí seguía el dolor esperándome. Salimos a disfrutar del sábado tarde y a la noche me dormí con dolor. El domingo seguía con dolor y seguí con mi vida normal. Sobre las 21:00 por fin note como el dolor remitía. Hoy lunes en el trabajo he estado bien con alguna molestia en el ojo derecho pero leve. Debo decir que me motiva el hecho de haber aguantado todo el fin de semana aunque reconozco que es duro sabiendo que la pastilla me hubiese quitado el dolor al cabo de 1 hora aprox…
Salvo al principio cuando me hicieron la RM tenía la preocupación de que tuviera algo en la cabeza, ahora nunca pienso en que pueda tener daño interno y los desencadenantes (queso chocolate, sol, cerveza ect…) después de sus lecturas ni les hago caso y disfruto de ellos. Quiero, necesito y deseo seguir así sin bajar la guardia. He hablado con Maite la fisioterapeuta y estoy en la lista de espera para cuando se organice el próximo curso. Me alegro mucho de haberle conocido y de haber encontrado sus libros. Al final uno intenta buscar alternativas por donde sea y como sea. Un fuerte abrazo
Rafa: espero tener pronto la oportunidad de conocerte en el curso y aportar un marco de comprensión que permita recuperar la normalidad. Saludos
Hola Arturo, a lo mejor me extendí mucho ayer con mis comentarios. ¿De mientras qué me aconseja hasta que se incie el curso? ¿Para cuando sería el curso más o menos? Le escribo desde Bizkaia.
Un saludo
Hola Arturo, se me había pasado comentarte que los cuadros de migraña no vienen acompañados de aura, solamente tengo dolor de cabeza que empiezar en un lateral del cuello (normalmente izdo) y se irradia hacia la frente y sienes. Lo que sí tengo son acúfenos de vez en cuando que duran pocos segundos. En el caso de que sería cefalea tensional me serviría el curso también? Un saludo
Rafa: no tenemos prevista aun una fecha para el curso. Puedes ir leyendo mi libro, Migraña, una pesadilla cerebral y el blog. En el curso se explica el marco teórico del dolor aplicable a cualquier dolor.
Ekerrik asko Arturo
Hola Arturo, soy Rafa. Te escribo de nuevo para comentarte que ésta segunda semana ha sido positiva. Curiosamente toda la semana hasta el viernes sin problemas, alguna molestia pero sin más. El sábado muy contento al ver que me levanté bien y pude disfrutar del sábado de una manera normal, tomar alguna cerveza tostada que me gusta, frutos secos, un chocolate a la mañana (desencadenantes como dices según la cultura alarmista). Después de leer parte del blog y tu libro migraña, una pesadilla cerebral ( Estoy en las segunda lectura) tengo la firme convicción de que no me pueden afectar a mis cefaleas y puedo disfrutar de ellos, o tomar el sol éste verano que me encanta. No pienso renunciar jamás a disfrutar de ellos. Ya el domingo me levanté con el típico redolor que identifico con mis cefaleas y volvía al gran debate con mi cerebro. Por la mañana aguanté como pude aunque no fui capaz de ir como tenía programado al gimnasio. Por la tarde salí a airearme y distraerme un rato pero el dolor iba en aumento hasta que sobre las 12 de la noche al querer dormir claudiqué y me levante a tomar el sumatriptam. Tengo una pequeña frustración por no hacerle frente al completo al dolor como la semana pasada, pero estoy de momento satisfecho por como llevo el mes de junio. Te comenté anteriormente que tengo de media 10 crisis mensuales desde hace años y este mes sólo llevo tomado 1 sumatriptam (ayer) y 3 días con dolor de cabeza. Han coincidido en fin de semana (otro desencadenante que no le hago ni caso aunque mi cerebro se resiste a cambiar). Para empezar creo que no está nada mal si consigo reducir la frecuencia mensual. Continuaré con mi lectura aunque tengo mi duda de que si estoy continuamente leyendo información sobre migraña (el mal) lo estoy atrayendo a mi mente. No sé si has tenido conocimiento sobre el libro que te comenté del Dr Escudero ” Curación por el pensamiento” pero decía que al mal no hay que mencionarlo ni para negarlo. A mi me ha venido muy bien su lectura del poder del pensamiento, vivir en respuesta biológica positiva ( mantener la boca con saliva) (no sé si hay algo de cierto en esta afirmación) y el ejercicio diario de relajación de todo los músculos del cuerpo). Sigo animado y motivado en seguir aprendiendo con la nueva información y desterrando la aprendida desde el temor y alarmismo. Como anécdota comentarte que la única vez que he estado 10 días seguidos sin dolor de cabeza fue el año pasado en vacaciones en Benidorm. La verdad es que no fui muy animado y con mis pastillas por si acaso, pero curiosamente ni un dolor de cabeza y eso tomando mucho el sol. A la vuelta en el avión al llegar a casa comenzó de nuevo el redolor de cabeza y de vuelta al sumatriptam.
Un fuerte abrazo