Un enfermo es aquel que se siente enfermo.
– Me duele todo. Estoy fatigado. No duermo. No me concentro. Se me olvidan las cosas.
– Se siente usted enfermo. Vamos a ver si tiene usted alguna enfermedad
Una enfermedad es, según la OMS, una alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y unos signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible.
Como sucede en muchas ocasiones, las definiciones nos llevan a otros términos que necesitan ser definidos:
¿Qué es un estado fisiológico y què es su alteración o desviación?
¿Son la migraña y la fibromialgia, por ejemplo, enfermedades?
Sus padecientes realmente son enfermos, pues se sienten y actúan como tales, presionados por su organismo. Sin embargo no hay ninguna evidencia de enfermedad o, al menos, habría que hacer precisiones sobre el concepto de enfermedad.
El cerebro es un órgano predictivo. La vida es un estado predictivo de la materia. Todos los seres vivos predicen con acierto variable. Desde la predicción, el cerebro activa recursos de afrontamiento coherentes con lo que predice (teme o desea).
Un organismo sano es aquél que dispone de los recursos biológicos necesarios para afrontar las adversidades del entorno interno y externo.
Un organismo sano es aquél que tras valorar amenaza, activa los recursos de alerta y respuesta adecuados.
El sistema neuroinmune de defensa valora amenazas posibles y activa recursos. El dolor, el cansancio. el vómito, la atención focalizada en el organismo, la dificultad para dormir o la intolerancia sensorial físicoquímica, son la expresión hacia el individuo de esos recursos. Hacen que el individuo se sienta y actúe como un enfermo, desde la mortificación e invalidez que el organismo le propone.
¿Los errores del sistema neuroinmune indican que, necesariamente, dicho sistema está enfermo?
¿Un sistema neuroinmune sano es aquél que nunca se equivoca? ¿Es aquél que detecta anticipadamente todos los peligros y nunca ve peligro donde y cuando no lo hay?
No existe esa posibilidad. El sistema neuroinmune dispone de un componente adquirido que tiene que aprender a ver peligro donde y cuando no es capaz de verlo su componente congénito. Por eso tenemos infecciones y lesiones de todo tipo.
Digamos que existe una cuota fisiológica razonable de error, asociada inevitablemente al proceso de aprendizaje y que esa cuota, en vez de disminuir, puede aumentar hasta hacerse “patológica”, generando errores por defecto y/o por exceso, falsos negativos y falsos positivos.
Los falsos negativos abren la vía al cáncer (proliferación celular descontrolada por no haber sido valorada como tal por el sistema inmune) o a destrucciones de tejido indoloras (por ejemplo, isquemia coronaria indolora).
Los falsos positivos darían lugar a la alergia y las enfermedades autoinmunes en lo que corresponde a la competencia evaluativa del sistema inmune y a los síndromes de sensibilización central (por ejemplo migraña y fibromialgia) en la competencia de la red defensiva neuronal.
En los falsos positivos el organismo está razonablemente sano pero el sistema neuroinmune está equivocado. Activa recursos defensivos inmunes que destruyen tejidos sanos o mortifican e invalidan al individuo con los programas neuronales responsables.
¿Organismo enfermo?
Depende cómo se mire. Responde adecuadamente a las decisiones defensivas aunque sean inadecuadas. En todo caso la patología reside en el error.
– Tiene usted migraña, fibromialgia. Hemos dado con su enfermedad
– ¿Por qué yo?
– No se sabe a ciencia cierta. Los genes, la mala vida, el estrés, la alimentación… Son enfermedades de la civilización, emergentes…
– Qué puedo hacer?
– Aceptar la condición de enfermedad y aprender a soportarla. Le ayudaremos con un equipo multidisciplinar: fármacos, fisioterapia, psicoterapia, ayuda social
A quien se siente enfermo le gusta saber por qué y siente cierto alivio cuando un profesional por fin certifica la existencia de una enfermedad con nombre reconocido. El enfermo necesita la aceptación social de su condición y la prestación de todos los recursos que se facilitan para las enfermedades.
Es complicado explicar a los enfermos de migraña y fibromialgia, que residen en organismos sanos gestionados por un cerebro equivocado. La buena noticia genera indignación.
– No tiene usted nada. Su organismo es sano. El sentimiento de enfermedad aparece porque su cerebro evalúa amenaza donde no la hay. Activa los programas que le mortifican e invalidan. Es un error. Esos programas debieran estar apagados.
– ¿Quiere decir que todo está en mi cabeza?
– Sí, pero no en el sentido que usted interpreta. El cerebro tiene que aprender a gestionar el organismo, a predecir el peligro. En muchas ocasiones sobrevalora la amenaza, en gran parte porque le han enseñado a sobrevalorarla.
– ¿Y qué puedo hacer yo?
– Ayudar a su cerebro a reducir la cuota de error con nueva información, modificando sus expectativas y creencias, recuperando la actividad perdida.
Los enfermos son reales pero las enfermedades muchas veces son imaginarias, erróneas, ilusorias.
Todo se solucionaría si se considera la evaluación como una función neuroinmune incierta que puede llegar a ser patológica, por defecto o por exceso.
Antes de ayer dí una sesión en el Centro de Salud de San Blas, de Alicante. Alguien comentó que le había parecido lo expuesto muy filosófico.
Las neuronas filosofan. Se hacen preguntas y buscan respuestas. Eso también es Biología.
Las expectativas y creencias son estados de conectividad neuronal poderosamente influidos por la cultura.
Hay una yatrogenia cultural que anda suelta, descontrolada, incluso promocionada inconscientemente por muchos profesionales y por los propios enfermos.
Urge detectar los errores y corregirlos. Urge promocionar un sistema neuroinmune razonable, fisaiológico.
muy bueno.muchas gracias, me ayuda para mo dolor cronico lumbar.
Date: Thu, 5 Mar 2015 09:08:26 +0000 To: ncbfantasma@hotmail.com