Ya he contado en alguna ya antigua entrada que tuve mi época de dolor lumbar invalidante. Todo comenzó unos años después de ser intervenido de una extrusión discal aguda L5-S1. Cinco años bien y después el infierno recurrente del dolor, la invalidez y la falta de expectativas de resolución. Afortunadamente pude ver que las creencias y expectativas catastrofistas, los patrones defensivos motores y el miedo al dolor y el daño eran los factores determinantes y que debía trabajar para dar la vuelta a la tortilla. La estrategia era sencilla: hacer, creer y esperar lo contrario de lo que hacía, creía y esperaba.
El nuevo enfoque me sacó del marasmo y he estado completamente activo con algunos amagos de vuelta a la situación que nunca tenían éxito.
En el cerebro no se tira nada y, como saben bien muchos de nuestros padecientes, puede reorganizarse en cualquier momento la alerta, el miedo somático. No siempre sabemos por qué. Tampoco hay que volverse chiflado buscando la causa.
El caso es que coincidiendo con una mudanza de piso me ronroneó el dolor en la zona sacroilíaca derecha. Como otras veces no le concedí mucha atención y seguí con mis actividades programadas. Tocaba viaje a Alicante en tren. Muchas horas sentado; rigidez dolorosa al incorporarme; alivio a los pocos pasos; vuelta del dolor al ir sentado en el coche… así hasta que, tras estar dos horas sentado en una clase, otras dos en un concierto y, finalmente, otras tantas en el restaurante, me quedé bloqueado. Noche toledana; problemas serios para ponerme de pie y caminar; dolor variable, en muchos momentos insoportable.
Primera reflexión: no es lo mismo el dolor propio que el ajeno. Uno puede largar sobre el cerebro para valorar el dolor de los demás pero hacerlo sobre el dolor propio es más complicado. El catastrofismo aparece: “y si tengo un cáncer o una hernia nueva o yo que sé… pero algo físico…”. De repente las convicciones flaquean. Los argumentos que utilizo con los demás parecen ridículos: el dolor es dolor y no creo que consiga nada haciendo lo que predico a otros.
Pasé la noche como pude y decidí actuar (enactuar), es decir, moverme, arrancando trocitos de movimiento para conseguir objetivos elementales: girar en la cama, sentarme en el bordillo, ponerme de pie, flexionarme, andar, sentarme…
La clave reside en encontrar el dolor en un intento de movimiento y trabajar ese movimiento haciendo oscilaciones, giros, tratando de deshacerlo proyectando la convicción de que no ponemos en peligro la estructura. En pocos segundos el dolor detectado desaparece y he recuperado una excursión elemental. Es como restaurar piezas de lego para construir líneas de movimiento.
No hay que buscar el modo de moverse sin que duela sino cómo resolver el dolor que aparece con cada intento.
He tratado de imaginar qué podía estar pasando en la zona del dolor: discos, articulaciones, músculos… Cuesta pensar en el cerebro pero realmente los músculos hacen lo que el cerebro dicta en función no sólo de las noticias que salen de la zona sino también de las valoraciones que el cerebro aplica a esa zona. Al final puede que haya placas motoras que rezuman demasiada acetilcolina, puntos gatillo, terminales nociceptivas bañadas en sopa “inflamatoria” pero, si hay dolor y limitación funcional y me quito el fantasma de las “banderas rojas” (cáncer, infección…), lo que debo hacer es tratar de recuperar la calma tisular y para eso no tengo más herramientas que las del movimiento confiado, repetido, progresivo, quitando fuerza a los programas defensivos, soltando músculos que no pintan nada contraídos… es decir, cerebro… hecho músculo.
¿Resultado? Tenía un concierto en el Auditorio con la misa en si menor de Bach: dos horas sentado, sin descanso… Fuí andando hasta el tranvía, no me senté y caí en el asiento sin dolor. Al terminar la misa (por cierto en versión sublime de la Orquesta y Coro Balthasar Neumann) me costó incorporarme pero retomé la función de caminar. Restaurante, coche y, al salir, de nuevo bloqueo. Hoy he amanecido con algo menos de dolor, he hecho el mismo trabajo y aquí estoy escribiendo la entrada en una silla poco ergonómica, algo que no pude hacer ayer.
La experiencia me ha servido para ponerme en el pellejo de los padecientes y comprender mejor la dificultad para aceptar que el dolor viene del cerebro.
– Puede que el dolor de cabeza venga del cerebro pero la columna es otra cosa… a mí me va a decir… ¡venga, venga!
El caso es que hoy tengo clase y luego concierto y otra vez habrá que tomar algo después, coger el coche…
Si hubiera optado por buscar el alivio evitando aquello que genera el dolor seguiría encamado rumiando un negro porvenir. No podría dar cursos sobre dolor y movimiento a poca vergüenza que tuviera. Se vendría abajo todo mi edificio teórico.
Creo que todo irá bien y que vayan perdiendo fuerza las propuestas alarmistas. Ya les contaré.
Animo y gracias por el gran ejemplo, pues me ha servido de inspiración. Yo también he estado de mudanza y ahora llevo una semana con cervicalgia y, al evitar cargar el cuello, acabo “cargando” todo en la zona lumbar. Si sigo así, voy a acabar mal de las lumbares (yo también padezco de problemas en L5-S1). No estoy “oficialmente” diagnosticado de fibromialgia, pero tengo síntomas muy similares y, en todo este tiempo, lo único que he descubierto es que el reposo absoluto es nefasto. Cada vez que me “lesiono” me ocurre lo mismo: la primera reacción es la de evitar el dolor y ello me lleva a una situación peor todavía. En este caso, como relato, estoy volviendo a ver que si no equilibro la carga en la espalda, voy a acabar peor aún. Conclusión: Hay que mantenerse activo, en la medida de lo posible (no voy a levantar pesas), pero el dolor no puede vencer. Como bien comentas, es sólo una percepción (incluso modulada por el estado de ánimo/estrés/hambre/etc….). Mientras uno sepa que no va a empeorar por sentir dolor, debe moverse, en la medida de lo posible.
Por cierto, sigo con asiduidad tu blog y me parece muy interesante. Enhorabuena por todo tu trabajo y todos los artículos/investigaciones que realizas, pues me resultan muy interesantes.
Ánimo Arturo, a mi también me volvió el dolor de espalda bastante fuerte y en dos semanas lo he controlado casi al 100% con el mismo método. Si me dolía de pie, permanecía de pie, si me dolía sentada, permanecía sentada, cero concesiones y mucha conversación mental. El dolor apretaba…pero finalmente se acabó yendo. Estoy segura de que mejorarás rápidamente, tu mejor que nadie sabes lo que se cuece en el cerebro. Te envío un ciber abrazo.
Esto me suena… Te deseo constancia en tu pelea con el cerebro, ya que siempre se hace largo. Insistir, resistir, persistir y ¿por qué no? Escribir. Para sanar. Un abrazo!
Nos da ánimo de ver que el maestro también debe seguir las mismas vías de afrontamiento cuando es necesario aunque el maestro se conozca todo, el cerebro va a su bola!! Como lo explicas bien, es importante hacerlo con calma y paciencia porque por experiencia, con obstinación y insistencia no se le convence al cerebro . creo yo
Recupera te y un abrazo desde Suiza.
Me gusta tu sinceridad. Es agradable leer este post.
Bravo, maestro!
Gran lección práctica , querido maestro!!!!
Animo!! Me encanta su blog, y lo sigo desde que lo descubri al diagnosticarme fibromialgia, ara un año mas o menos, y tambien pongo en practica sus propuestas. Estoy convencida de que todas sus investigaciones son acertadas.
Muchas gracias y a recuperar esa espalda.
Un abrazo.
Gracias!!!
Estimado Arturo, esta es una de las entradas que quizá mas te haya conectado con todos , seguidores y detractores porque rezuma algo importantisimo que tiene que contener la enseñanza de un maestro, la honestidad.
Ya sabes, a descuidarse!
Mucho ánimo Doctor Goicoechea y mil gracias por esta lección magistral!
Gracias Arturo por esta ejemplar entrada.
Solo le puedo dar ánimos…que le voy a contar sobre el cerebro !!!
Aprendí mucho, con lo que hace frente al dolor lumbar. Es una perfecta clase con pedagogía,cuyo tema es el movimiento. Entonces habría que hacer lo contrario cuando hay fatiga de moderada a leve. y en la severa.?
Súper identificado en esta entrada. Desde hace años sufro de dolor crónico cuando estoy sentado, un quemazón en el muslo como si un trapo hirviendo reposara en mi pierna. Lo malo que en el momento de estar sentado es bastante agudo. Lo peor, un trabajo donde debo conducir unas 6 horas al dia . Al levantarme se atenúa el dolor, pero el cerebro todavía lo recuerda. Otra cosa que estresa son los diferentes diagnosticos sin tratamiento que los médicos cartesianos dictan sin mucho convencimiento. Sacroleitis,disco degenerado, estenosis , ¿y que mas da? Continuo haciendo la vida que hacia antes de empezar el dolor , deporte, conducir,etc.ah eso si pero con dolor. Conclusión muy difícil convivir con un compañero así, pero por lo menos no tenerle miedo y moverte, al fin y al cabo nada a ido a peor por moverme, tampoco a mejor…. o si , confiar en que eres capaz de hacer muchas cosas también con dolor.
Perdón, se me olvidaba, mejorate Arturo!, y gracias por tus entradas…
¡¡¡Qué buena entrada!!! (creo que opino así porque, en parte, me siento identificado).
A primeros de agosto de este año empecé mis vacaciones. Fuimos al pueblo, y tras la primera noche desperté con dolor bastante intenso y gran limitación para mover el cuello. Me puse con ello: nada raro el día anterior, postura normal en la cama, almohada y colchón razonablemente normales, creo que nada de codazos de la mujer, ni aire acondicionado… Pues, con convicción (variable pues el dolor juega su papel en esto) comencé mi trabajo de “reprogramación”. Mejoraba un poco durante el día pero al día siguiente me levantaba igual. Así durante 10 días.
Fue una experiencia que me ayudó mucho a la hora de trabajar con los padecientes. Moraleja: No tenemos la sartén por el mango. Sólo proponemos (con argumentación y conductas) con la esperanza de que él disponga lo que le proponemos.
Todos esperamos que la historia acabe: “… y empecé con el trabajo y el dolor desapareció”. ¿Y si no es así? ¿Y si el dolor continúa? En ocasiones dudaba de las convicciones del padeciente (porque no acepta mis argumentos o porque éstos no eran suficientes) o de si el trabajo sobre la exposición y el movimiento era adecuado. Ahora creo que en ocasiones no hay convicción y en otras, toda la que el dolor permite. En ocasiones el trabajo de exposición y de movimiento no es el adecuado y otras, es todo lo adecuado que el dolor permite. Aun cuando se den buenas condiciones de convicción y de acción el resultado esperado puede no aparecer. Se necesita entonces convicción sobre el camino elegido, perseverancia y tiempo para que el cambio comience, sabiendo que no tenemos la sartén por el mango, sólo proponemos.
¡¡¡Suerte a todos con las propuestas!!!!
Buenas tardes Arturo. Esta es mi primera intervención en el foro. Me uno a la pregunta de Patricia, Que decirle a mi cerebro en el caso de la fatiga?
Patricia y Feli: no hay ninguna pauta, modelo, protocolo, método o fórmula para que la conectividad neuronal se construya a medida de nuestros deseos. La gestión de los programas cerebrales brota del universo de la experiencia y conocimiento. Sólo podemos aportar información teórica a través de la adquisición voluntaria de conocimiento que facilitan los instructores y facilitar la puesta en práctica de ese conocimiento con nuestras decisiones conscientes. En todos los casos de errores evaluativos neuroinmunes tendemos a evitar los desencadenantes para minimizar el malestar pero debemos ser conscientes de que esa evitación profundiza el error. La fatiga se soluciona teóricamente con la convicción de salud y la exposición graduada al esfuerzo. En los casos de fatiga severa es difícil siquiera la exposición al mínimo esfuerzo y ello hace más complicado el afrontamiento.
Planteáis una pregunta recurrente en la dilatada historia del blog: el qué hacer. No tengo mas que respuestas generales. A unos nos funciona y a otros no. Lo principal son las creencias y expecatativas, la teoría. Sin ella no hay experiencia positiva posible.
Gracias la respuesta. Mi fatiga(cansancio intenso, dormitar,cerebro espeso) con frecuencia es un grado menor a severa; no obstante produzco intelectualmente, a mis ritmos lentos. No depende de mi fuerza de voluntad, me sobrepasa. Días mas, días menos; en un día puede durar 5 a 6 horas de estar semi recostada desde el amanecer. El error se ratifica y enraíza, porque es un estado de indefecciòn. Cuando pasa regreso a la actividad.
El tema de la conciencia es importante, veo que es un proceso emocional y psicológico, un conocerse a si mismo. El oráculo de delfos se impone.
No se si estoy equivocada, pero afrontar la mal llamada FM implica un limpieza emocional.
Que opina Arturo?.
Espero que se encuentre mejor del dolor.
Gracias Arturo por esta lección tan extraordinaria. Me he sentido identificada, pero nos has dado en este blog una gran razón, el movimiento y que tenemos que reprogramar nuestro cerebro. El dolor está en nuestro cerebro, en una evaluación errónea.
Ánimo Arturo que tu puedes con ello y nos das ánimo a los que seguimos percibiendo dolor.
Esta muy bueno tu artículo,
Me ha servido de mucho, también personalmente padezco de dolor lumbar crónico.
Muchas gracias por compartir esta información.
Buenos dias doctor, en su entrada comenta que le intervinieron de la L5-S1, mi pregunta ¿si le pasase hoy en dia se volveria a operar? ¿o reprogramaria su programa y conviviría con dicha lesion?
Muchas Gracias
Jose Luis
Jose Luis: con toda seguridad hubiera actuado de otra manera: no habría hecho reposo absoluto, no habría pensado que las cargas anteriores eran responsables de la hernia y que debía extremar el cuidado en lo que hiciera o dejara de hacer y no me habría operado. Tengo un amigo que sufrió ya en la nueva época de la pedagogía una extrusión discal importante en el mismo nivel L5 S1, con pérdida de fuerza en gemelos. Le expliqué el asunto, lo entendió bien, continuó con la actividad normal y todo re fué resolviendo cin sufrimiento ni merma de su actividad laboral, con una leve cojera que se normnalizó en un par de meses.
Ok, doctor, em acaban de diagnosticar deshidratacion y desplazamiento de la L5-S! y ya estaba buscando causas, futuras precauciones e incluso planeaba en boca del traumatologo la palabra “operación”…
Hola Arturo! Entiendo que una extrusión discal es daño (eso entendí en una entrada) y tiene que doler durante un tiempo hasta que deja de hacerlo porque si no sería crónico… y ya está. Es que estoy necesitando una lista, si puede ser, de las patologías consideradas como tales pero que no entrañan daño. Por ejemplo, una vez le pregunté por una piedra biliar y me dijo que sí tenía que doler. Ya sabe, le dices a alguien que tal problema no tiene que doler y lo primero que te dicen es que me lo ha dicho el médico, artrosis por ejemplo.
Y quisiera preguntarle también por mi caso…. Hace, creo que cinco años, sufrí una rotura parcial de isquiotibial y me quedó abultada la parte media del muslo hasta hoy. A menudo, no siempre, cuando en la cama encojo las piernas comienza un dolor, tipo subida de bola, en esa zona que va creciendo. Yo intento aguantar y no puedo. Con lo que se, no debería de dolerme, aunque casi parece un daño inminente. Es una pena no estar segura de si puedo hacer uso de la teoría, yo que estoy tan convencida de su veracidad.
Como siempre agradezco su respuesta.
Eva: parece que lo que cuentas es un calambre muscular. A veces es una consecuencia de una irritación radicular pero aparece con frecuencia sin que exista patología. Lo recomendable es evitar darle importancia y aumentar la vigilancia ansiosa pues ello facilita enormemente su desencadenamiento
Hola Arturo!
… Y tendría que doler…? o no…? porque necrosis no parece que haya…
Un saludo.