El cerebro es un órgano escolar. Ha evolucionado adquiriendo la capacidad de retener datos y procesarlos para tratar de anticipar la relevancia de estados y sucesos, internos y externos. La experiencia propia no da para mucho. Nuestro cerebro dispone de medios para aprovechar también la experiencia ajena y, sobre todo, es capaz de aprender por la instrucción de aquellos que conocen o dicen conocer la sustancia de las cosas.
De todo extrae conocimiento el cerebro pero gran parte de él no está validado por la experiencia en carne propia ni ajena sino por lo que da por bueno de lo que dicen quienes acepta como fuente autorizada.
Las decisiones cerebrales se apoyan en todo tipo de evidencias y eminencias, ciertas o sólo aparentes y en muchas ocasiones están guiadas más por las emociones que por la racionalidad. El dolor es una decisión y la emoción poderosa del miedo al daño y/o el sufrimiento puede inclinar la balanza aunque no haya una probabilidad razonable de amenaza a la integridad física de los tejidos.
Al cerebro puede bastarle la posibilidad teórica y sobrarle la probabilidad real. Todo aquello que pudiera ser cierto puede activar programas preventivos aun cuando sea altamente improbable que suceda. El avión puede caer aun cuando probablemente no sea así. Basta la teoría.
Todo puede ser cierto si en ello anda por medio una emoción, el deseo o el temor.
Cada visita a un profesional genera información, es decir, Pedagogía.
Hay una Pedagogía oficial de la migraña:
– Es una enfermedad cerebral, genética. Acéptelo. Identifique y evite los desencadenantes. Hágase monje. Tome los calmantes precozmente. No se automedique.
Nuestra Pedagogía es frontalmente opuesta:
– Su cerebro está sano. Necesita libertad y confianza para tomar la medida a la realidad. La convicción de enfermedad generará una conectividad neuronal sensiblera que activará las alarmas con cualquier fruslería (desencadenantes). No se fíe de las apariencias. Sólo indican lo que su cerebro cree. El viento sur no afecta a la cabeza más que a los pies. Si duele la cabeza es porque su cerebro ha activado la protección de la cocorota porque cree que corre peligro.
La Pedagogía oficial pone etiquetas y ofrece-promete soluciones. Cada vez que aparece una crisis la etiqueta refuerza la convicción de padecer la enfermedad y el alivio del calmante confirma la necesidad de la ayuda externa.
– Nosotros actuamos desde la Ciencia, desde las Evidencias. Lo demás es pura charlatanería. Sólo hay fiabilidad en las moléculas. Todo es Química. Somos Química.
La Química también contiene Pedagogía.
La Pedagogía también induce cambios químicos
Para el cerebro todo es Pedagogía. Es un órgano escolar.
El cerebro aprende continuamente:
Mujer de 39 años con dolor crónico lumbar invalidante por 4 años. Curiosamente comienza tras la muerte de su padre después de un cáncer y el sufrimiento que esto conlleva (ahí es donde su cerebro empieza a aprender).
Visita a uno, dos, tres, cien especialistas. Le encuentran dos protusiones discales. Horror!
-“ Acabarás con dos hernias!” dicen.
-“La columna es débil” dicen “no está preparada para la bipedestación”
No te muevas, no te dobles, no corras, no vayas a la montaña. Olvídate del deporte, si acaso natación o paseítos.
El dolor empeora, no cesa, amenaza la operación.
Tryptizol, magnesio, ansiolíticos, analgésicos. Más aprendizaje, más miedo, las operaciones fracasan muchas veces.
El dolor se extiende a la zona dorsal. Hallazgo radiológico de una vértebra acuñada, más miedo, más dolor, más pruebas….más aprendizaje,
-“¡tu columna es débil, tus articulaciones también!”
El dolor se sigue extendiendo, dolor de pies, de rodillas, de hombros, de caderas, de dedos, disfunción de la ATM, migraña, dolor de todo.
El diagnóstico llega: FIBROMIALGIA. La misteriosa enfermedad sin cura.
Esa mujer de 39 años soy yo. La pedagogía del dolor llegó a mi vida casualmente. Comencé a desaprender y en un par de semanas la mejoría fue espectacular. Ya no tomo Tryptizol ni ansiolíticos, no tomo analgésicos, no tomo nada de nada. Me agacho, cojo a mi hijo, juego con él en el suelo (¡increible!), no tengo miedo porque no tengo nada. La espalda no me duele, no me acuerdo de que la tengo. Mi esqueleto no es el más fuerte, pero es suficiente.
Mi cerebro está equivocado.
Tiene mucho que desaprender todavía, pero estoy en el camino correcto.
Mi cerebro sensibilizado me da avisos y reprimendas, yo le dejo hacer sin variar mi actividad y cada vez voy a mejor.
Mi reumatóloga no se sorprende y se apunta el nombre del blog, espero que para bien de muchos.
El doctor Arturo Goicoechea y la ayuda de Cristina Arenaz y María Jesús Barrenengoa han cambiado mi vida de una manera que nunca podré agradecerles suficientemente.
GRACIAS.
P.d. Espero que haya un curso intensivo de fibromialgia en fin de semana algún día para poder asistir y reforzar mis conocimientos!
Entonces,empezamos con ganas este año escolar?
Por mi parte, ilusionada ,esperanzada y ávida…
Pues sí. Mañana tenemos un nuevo curso de migraña. El sábado que viene tenemos la revisión (dos meses) de un grupo anterior y espero que haya quorum para el curso que acabamos de convocar para el día 4. esto no debe pararse.
Saludos
que paso con los resultados de los análisis paraclínicos ???
Elizabeth: no comprendo la pregunta.
Mercedes G: una vez se comprende el proceso desde la perspectiva que defendemos en este blog, todo se vuelve más sencillo. El miedo al daño con la actividad, la convicción de vulnerabilidad se disuelven y el organismo puede comenzar a recuperar la condición física y psicológica. Los tejidos necesitan la actividad para ser resistentes y funcionales. Las etiquetas los condenan a la degeneración.
Muchísimas gracias Merche por tu valioso testimonio. Espero que llegue a los lectores.
Un abrazo
Muchas gracias. Me sirve muchisimo para afrontar mi miedo a sufrir dolor lumbar.
Date: Fri, 5 Sep 2014 08:00:00 +0000 To: ncbfantasma@hotmail.com
Merche tu testimonio me sirve mucho para empezar a trabajar con mi cerebro, llevo cinco años con dolor lumbar y mi cerebro tiene que aprender que mi columna está bien, en ello estoy y sigo adelante
Gracias a ti y a Arturo y todo ese equipo que estamos por la ciencia y la pedagogía
Estimada Karmele,
Me alegro enormemente que hayas llegado aquí, porque este es el camino correcto. Empieza desde ya a cambiar tu forma de pensar, yo me imagino mi columna sólida, los discos no son estructuras flotantes y frágiles como las dibujan en las ilustraciones, son estructuras fuertes y muy capaces de soportar nuestra carga. Se pueden ir deteriorando como en mi caso, pero eso no quiere decir que el cuerpo no tenga la capacidad de recomponerlo para que sea funcional.
Si me vieras coger a mi hijo de 10 kilos y jugar con él, no te creerías como estaba hace escasos 3 meses (y desde hacía años, cada día de mi vida). Si te puedo ayudar de alguna forma, tal como me han ayudado a mi, me puedes escribir a mi email, si Arturo me autoriza a publicarlo.
Un abrazo.
Mercedes: es un lujo para el blog contar con tu generosidad. Puedes publicar lo que quieras y si te animas puedes escribir una entrada. haría mucho bien a mucha gente.
Gracias por tu disposición.
Mercedes, tú ya no necesitas acudir a cursos, más bien podrías impartirlos tú, 😉
Sabes más sobre dolor y cerebro que muchos profesionales de la Salud.
Por tanto, publico yo misma tu correo electrónico porque estás sobradamente capacitada para echar un cable o dar un empujoncito a alguien que lo necesite:
merchegas@hotmail.com
Un beso.
Mercedes G. la admiro, yo tengo la dichosita fibromialgia y me gustaria aprender a reconducir mi cerebro por esos caminos, yo no sé como hacerlo pero estoy dispuesta a aprender. Gracias.
Cristina: Muchas gracias por tu comentario, pero todavía tengo muuucho que aprender, estoy a medio camino. ¡Estoy deseando que salga un curso! Y gracias por publicar mi email, encantada de dar los empujoncitos que hagan falta.
Conchi MG: Mi opinión como padeciente es que la mejor manera de vencer a la fibromialgia es leer, leer y leer. Lea cuantas más entradas del blog mejor, aunque no tengan que ver con la fibromialgia y estén relacionadas con la migraña o con el dolor lumbar. Todos los días un par de entradas. Relea las que más le gusten. Todo lo que lea en este blog le hará bien. Pero lea despacio, para que le llegue el mensaje y no se sature de información.
Muy importante: Olvide todo lo que ha aprendido hasta ahora sobre la fibromialgia porque no es cierto.
El camino es largo y yo tengo aun mucho que recorrer, pero mi mejoría es evidente y espero que la suya también lo sea. ¡Ánimo!
Mercedes G. muchas gracias, buen consejo yo nunca he querido creer que esto vaya acabar conmigo, siento que mi cuerpo es fuerte a pesar del dolor así que no pienso rendirme y de tanto buscar llegué a esta página o blog y me ha hecho sentir que estoy en buen camino que no es el de aceptarla y sufrir. Muy interesante eso de “desaprender” tantas cosas que sólo nos hacen sentir más miedo y así más dolor y más incomprensión a lo que sucede en nuestro cuerpo…Saluditos.