Convocamos para el día 6 de Septiembre un nuevo curso para pacientes con migraña. Ocho horas concentradas de clase en un sábado, más una revisión de cuatro a los dos meses. Explicaremos el proceso básico del dolor desde la perspectiva de la actividad neuronal. La migraña no es una enfermedad genética que condena a quien la recibe al venir a este mundo a padecer crisis de dolor insoportable de por ¿vida? La migraña surge de un estado de alerta cerebral facilitado por un proceso de aprendizaje guiado por una cultura que la potencia.
Cada maestrillo tiene su librillo y cada profesional hace su propuesta. Nosotros hacemos la nuestra. Defendemos la tesis del aprendizaje y la trascendencia de la información. Sabemos que la red neuronal organiza una conectividad abierta, plástica, modificable, en función de experiencias, imitación e instrucciones. No nacemos con las conexiones marcadas para responder a cada incidencia de un modo prefijado por los genes. Nacemos con un cerebro destinado a memorizar para predecir y construir hipótesis sobre el mundo externo e interno. Sufrimos las consecuencias de lo que nos sucede pero también padeceremos por aquello que nuestro cerebro teme aun cuando sea un temor infundado, altamente improbable.
A pesar de los avances de la Neurociencia en la comprensión de la actividad neuronal y de la trascendencia en la gestión del organismo, nada de todo lo que hoy sabemos y podría ayudarnos a comprender el por qué del infierno migrañoso, forma parte de la información habitual sobre el dolor en general y sobre la migraña en particular.
Seguimos oyendo los mismos tópicos y las mismas promesas; los mismos consejos.
La experiencia con los grupos de migraña en atención primaria y en la clínica es altamente satisfactoria. Disminuye en un 80% la incidencia del dolor, la invalidez laboral y social y el consumo de fármacos. No es cuestión de curar nada pues nada hay enfermo. Más bien, se trata de una liberación a través del conocimiento, de adquirir un marco de conceptos que sirva para que el cerebro dé un giro radical a su actitud defensiva y el paciente modifique su conducta de afrontamiento. El cerebro puede andar equivocado pero no siempre detecta el error. En el curso hablamos de errores, falacias. Damos la vuelta a todos los tópicos que mantienen viva la cocina neuronal de la migraña.
Nada hay irreversible en el mundo de la migraña. Todo puede modificarse potencialmente pero ello no sucede por arte de magia ni por efecto de ninguna terapia sino por la fuerza de las convicciones y las expectativas. Ello requiere un esfuerzo de escolarización: hay que centrar la atención, leer, reflexionar y, sobre todo, actuar, dar un giro de 180% y empujar en la dirección correcta que no es otra que la de recuperar la convicción de residir en un organismo sano. No sucede nada en la cabeza a pesar de las apariencias.
El cerebro imagina la realidad y no siempre acierta en las predicciones ni en las valoraciones de lo que imagina.
La mayoría de los alumnos ha seguido el peregrinaje de dar con el remedio. Han probado fármacos, agujas, productos homeopáticos y todo lo que se ofrece en el mercadillo. La oferta de la Pedagogía es radicalmente distinta. Sólo ofrecemos información sobre procesos básicos neuronales que sabemos son ciertos y sobre afirmaciones solemnes habituales que sabemos que son falsas.
Nunca es tarde. Los años de dolor no dejan ningún camino marcado que no pueda ser abandonado. Crónico no es equivalente a irreversible. Siempre existe la oportunidad de aprender.
Los interesados pueden contactar con la clínica:
http://www.asiermerino.com/contacto.php
– Pedagogía en Biología del dolor. ¿Qué es eso? ¿Sólo hablando? Si no lo veo, no lo creo…
Creer para ver.
Buenas días, Doctor
Le agradecería que me dijera, si por una sinusitis, ¿puede doler la cabeza?, es importante para mi saber la respuesta, gracias.