Los ciudadanos y muchos profesionales comparten una serie de creencias en las que son instruidos o parecen resultar ciertas por experiencia pero que no lo son. Más bien es cierto lo contrario de lo que se predica.
Así a bote pronto… No es cierto que…
El dolor se genera en tejidos que sufren.
Existen receptores de dolor
Los receptores de dolor lo transforman en señales de dolor
Las señales de dolor se conducen por unas vías específicas hasta el cerebro
Las señales de dolor son moduladas y procesadas en centros cerebrales
Disponemos de potentes analgésicos que permiten controlar adecuadamente la mayoría de los dolores
Hay una genética del dolor
Disponemos de fármacos que modulan positivamente el procesamiento central del dolor
El dolor es una enfermedad
El dolor produce cambios cerebrales
Existe una neuromatrix específica del dolor
Se ha avanzado mucho en el control del dolor crónico
La solución del dolor está en el descubrimiento de nuevos fármacos
Muchos dolores son psicológicos o psicosomáticos
El diagnóstico precoz de entidades dolorosas (migraña, fibromialgia) mejora el pronóstico
Hay que atajar precozmente las crisis de dolor con los fármacos adecuados
El dolor de la fibromialgia es un dolor musculoesquelético
Los factores mecánicos y degenerativos explican adecuadamente el dolor de la columna
La terapia manual es eficaz porque mejora las condiciones locales de los tejidos
El cerebro no duele. Todo dolor de cabeza, necesariamente, parte de “estructuras sensibles al dolor”, es decir, terminaciones del trigémino en los vasos del cráneo
El dolor es un estímulo
El dolor es un input
Se desconoce el origen del dolor en la migraña y la fibromialgia
…………………………………..
Es mi opinión, claro…
Se admiten más aportaciones sobre falacias vivas, cotidianas o argumentos para rebatir lo que aquí se defiende.
Si lo lee un “novato” de este blog, pensará que todo lo escrito es verdad. Sin embargo, me sorprendo a mí misma al leerlo e identificar claramente que el cuerpo no funciona así, y lo respaldo con mi experiencia.
Aún me queda tiempo de lucha reeducando a mi cabeza, a que no me duela mi cuerpo sano, que a veces duele y a veces no. Porque a veces, si me pincho con un alfiler, me duele todo el rato, hasta que lo soluciono. Y me alegro, porque funciona. Pero otras veces, al colocarme en una postura, me duele al principio, y ante mi insistencia, el dolor cede en pocos segundos o minutos. Y me alegro entonces, porque sé que funciona, que el “centro del dolor” está en mi cabeza, mezclado con mi experiencia, con los datos que manejan los señores que llevan esta nave de carne. Y sé que a algún minúsculo hombrecito con bata blanca se le han caído las gafas de la vergüenza, y sonrojado dice a los demás: “Perdón, se me ha escapado el dedo del botón rojo”. Y entonces todos se giran, continúan con lo suyo, y lo que dolía, ya no duele. Y un día duele, y otro día no duele. Y un día duele de una forma, y otro día de otra. Y cada vez que -después de años sin poder (querer) hacerlo- me agacho, es otra victoria.
Cuesta mucho aprender y creer que el dolor siempre es real, que sucede en tu cerebro y es un mensaje que se envía a la zona que exige atención, que puede estar en peligro, o no. Puede ser un miembro fantasma, que duele horrores, que duele el aire, el recuerdo del cuerpo que fue.
Muchas gracias, una vez más, por la educación, por los buenos consejos, por la orientación para leer más acerca de todo esto, por la tranquilidad ganada.
Carola: agradezco tu espléndida descripción de tu pelea con la narrativa construida a lo largo de la vida en tu cerebro. Estoy convencido de que hoy estarás mejor que ayer y peor que mañana. En los circuitos no se tira nada. Sólo se recicla y reagrupa en una conectividad constantemente actualizada. Tenemos esa pequeña ventanita de la imaginación y el conocimiento consciente par tratar de influir en las decisiones de la red y conseguir que nos deje tranquilos cuando pretendemos llevar una vida normalita, razonablemente inofensiva.
Saludos
Cuando comencé a leer la entrada me hice la pregunta: Dónde he escuchado todo esto antes?. Pues sí, en la clínica especializada para dolores crónicos donde estuve 2 semanas en mayo pasado. Estas fueron muchas de las ideas de las charlas impartidas por los especialistas, tuve que luchar mucho para que aceptaran mi decisión de no tomar medicamentos contra el dolor, rebatidas por la teoría de que el cerebro graba el dolor y lo reproduce automáticamente, hasta convertirlo en crónico, de ahí la importancia de tomar “el antídoto mágico”. Aunque no desistí de mi postura, reconozco que mi sistema de creencias se tambaleó con esto y el miedo de estar equivocada empezó a colarse en mi.
Afortunadamente di con este Blog y me permitió reafirmar mi convencimiento de que “mis dolores”, no se combaten con medicamentos, sino con convencimiento de que no hay ninguna razón lógica para tanto dolor, de que la alucinación de mi cerebro es sólo eso, una proyección falsa de la realidad.
He logrado algunos avances y en poco tiempo, la intensidad de los dolores ha disminuído, el pensamiento cíclico sobre la enfermedad mortal se ha hecho controlable y sustituíble por otro más objetivo, la conciencia del sistema de creencias se me ha activado e incluso me ha sorprendido descubrir cuanto miedo aprendido o adoctrinado hay en él. En fin que creo que voy avanzando a pasos cortos pero seguros. Sin embargo, como mis dolores crónicos están indisolublemente ligados a una depresión, con los efectos de esta me resulta todavía muy difícil combatir utilizando como arma los postulados del Blog, Será que no lo he entendido todavía?. Será que require otro tipo de ayuda más específica?.
Gracias Arturo una vez más por tu Blog, por tu compromiso profesional y tu calidad humana.
Gracias también a los que dejan sus testimonios sobre lo vivido, me parece super importante para todos.
Saludos desde Berlin:
Loretta.
Loretta: gracias por tu valioso testimonio. Creo que los ciudadanos deben instruirse en la biología del dolor para inmunizarse de las creencias que, lamentablemente, los profesionales siguen alimentando, formando así, seguro que inconscientemente, parte del problema.
Saludos desde Oiardo
Arturo : ¿el dolor crónico no produce cambios cerebrales?…creía que sí.
Una exposición continuada al dolor (durante meses/años) ¿no puede “anclar” dicho dolor ajeno al conjunto de estímulos que lo “promovieron”? ¿no puede el dolor crónico sobrevivir por sí solo sin los estímulos iniciales? ¿esa iteración de dolores no modifica la plasticidad neuronal?
Corríjeme ,por favor;lo que sea menester
Otra duda : los analgésicos existentes son eficaces porque modifican la rutas bioquímicas de trasiego de señales ¿correcto? y son potentes (eso creo)…¿o es autosugestión?…¿que dolores logra o no logra inhibir?
Saludos y gracias por estar ahí
Nikola: el dolor es un efecto no una causa. Existe una correlación entre dolor crónico y cambios estructurales pero lo que ocasiona dichos cambios es el estado de conectividad de alerta nociceptiva y relevancia aversiva de los que el dolor no es sino una consecuencia. El dolor es un contenido subjetivo de conciencia, un resultado de un proceso evaluativo. Lo que se “ancla” es la convicción de daño o amenaza. No hace falta un inductor inicial de señal nociceptiva.
Los analgésicos son modificadores de las señales nociceptivas (con o sin daño) y modifican también los mensajeros químicos de los centros de tráfico de señales. Cada vez que introducimos una modificación externa bioquímica el sistema se reorganiza. Lo que prevalece siempre es la evaluación desde esta variable inducida desde fuera. Cuando hay daño tisular asociado los antinflamatorios y los opiáceos actúan reduciendo el flujo de señal y potenciando los filtros de tráfico. Cuando no hay daño tisular no hay química inflamatoria que neutralizar.
Los analgésicos pueden ser eficaces en el corto plazo pero complican el medio y largo. Si eliminamos el efecto placebo la eficacia se reduce considerablemente.
En el blog, lo que se comenta está referido al dolor sin daño. La utilización de los opiáceos en el dolor crónico no asociado al cáncer es muy controvertida.
Estimado Arturo, las “Falacias como puños” no son exclusivas del ámbito de tu especialidad. En Salud Mental se hacen contínuamente afirmaciones con apariencia científica que en realidad son creencias enquistadas, es decir, dogmas. Empezando por la misma noción de ‘enfermedad mental’, concepto que según Szasz era meramente una metáfora (útil en cierto momento), José Mª Alvarez (y con él, Fernando Colina) acepta el uso del término ‘enfermedad’ si asumimos que se trata de un tipo de enfermedad distinto a todas las demás. El propio DSM elude hablar de ‘enfermedad’ y manifiesta sus dudas respecto a la noción ‘trastorno’.
Y cuando hablamos de etiología, podríamos mantener el mismo discurso que si habláramos de ideología…
En cualquier caso, a pesar de que mi interés no coincide exactamente con las dolencias de las que hablas, me resultan muy útiles tus explicaciones.
Saludos,
Hola don Arturo,soy Domi sigo aqui leyéndole todos los dias y me alegro un monton que haya vuelto, gracias por su pedagogia del dolor,mi marido se ha recuperado mucho de las secuelas del ictus,ahora no toma nada para el dolor en la parte izquiera que tanto le atormenta,ha asimilado y ha aprendido a vivir con el dolor,
Va a buscar setas,camina por el bosque mejor que por el asfalto,me parece mentira,
Los analgésicos y opoides le estaban dejando inmobilizado y desde que he dejado todo su calidad de vida ha mejorado mucho,mas cuerdo y despejado,
Gracias una vez más!!!!!!
Saludos cordiales
Domi
Pere: estoy convencido de que la patología mental comparte estructuras erróneas similares a las que generan sufrimiento “físico”. En ausencia de enfermedad, no debemos empecinarnos en la búsqueda de la enfermedad misteriosa ni correr el estúpido velo del término “trastorno”.
Tanto la Psiquiatrí como la Neurología, mayoritariamente están mirando para otro lado, es más cómodo etiquetar y ofrecer supuestas terapias que, son pan (no siempre) para hoy y hambre para mañana.
Afortunadamente parece que hay un cierto movimiento de reflexión en torno al DSMV
Domi: me resulta especialmente grato recibir buenas noticias de la evolución del dolor de tu marido, por el empeño y constancia que habéis puesto en la lucha.
Un abrazo
Así ha sido,gracias en parte a Ud,sin ninguna duda.
Otra forma de aceptar el dolor sin daño es posible,hemos creído en su pedagogia,le ha ido fantástico,
Saludos cordiales.!!!!!
Domi
Querido Arturo, te sigo leyendo, como siempre aunque no con la frecuencia que quisiera. De repente un día me sigo regalando el placer de leerte, por capítulos atrasados…bendito atracón.
Escandalosas las falacias y más aún, escandalosa su vigencia aún entre (doctos) profesionales.
Las creencias no son inocuas. Y por cierto, no todas valen lo mismo. Hay creencias que son simples majaderías, como majaderías son también algunas opiniones. Si no tenemos claro que hay creencias y opiniones mejores que otras, apaga y vámonos…
Hay que tener responsabilidad sobre lo que creemos. Una responsabilidad epistémica!
Gracias una vez más, por seguir insistiendo y señalando aquéllas completamente erróneas….
Un abrazo!
Un placer, Don Eduardo, el saber que andas entre los lectores y que cuento con tu aliento. Espero disfrutar de algún encuentro.
Un abrazo
Estimado Arturo
Acabo de descubrir su blog. Antes de nada quiero felicitarle por él, creo que realiza unas conclusiones muy inteligentes.
Tengo 30 años y hace 10 que me “diagnosticaron” fibromialgia. Lo escribo entre comillas porque me hicieron muchas pruebas antes de decirme esa palabra nueva para mí, y todas las pruebas decían que no tenia nada. Desde aquello, me han pasado muchas cosas, he seguido sufriendo mucho dolor, he probado de todo (tratamientos, dietas, fisioterapias, rehabilitaciones…) y nada. Tengo EMGs que me dicen que tengo nervios de los brazos “dormidos” y que sugieren pinzamientos, pero las RMs no encuentran pinzamientos cervicales ni problemas cerebrales. En la espalda tengo muchos nudos de contracturas, se me duermen las piernas y los brazos, se me caen las cosas de las manos, levantarme por la mañana con dolor como si tuviera gripe es mi día a día… y podría seguir… El caso es que la medicación no alivia casi el dolor, el dolor sigue allí todos los días. Muchos médicos me han dicho que la fibromialgia es un saco en el que nos meten a los que no diagnostican bien, tal y como dice usted “es más cómodo etiquetar y ofrecer supuestas terapias que, son pan (no siempre) para hoy y hambre para mañana”.
Los que me conocen no suelen saber lo que sufro. Muy pocas personas muy cercanas a mí me han oído decir “fibromialgia”, de hecho no soy una persona a la que le suelas oír quejarse. Siempre intento sonreír y hacer todo lo que hacen los demás: correr, pádel, nadar, escalar… todo lo que me proponen me apunto, siempre dicen “que me apunto a un bombardeo”. El dolor durante y después es cosa mía.
La razón por la que vivo así y no lo cuento es porque yo sigo sin creerme ese concepto. No se por qué me duele, pero me duele y mucho. Me ha sorprendido muchísimo lo que he leído en su blog, “el dolor sin daño” es un concepto que puedo llegar a entender pero que a la vez me aterra.
No sé qué pensar sobre eso, como imaginará he mirado mil cosas en libros y en la red. He leído estudios que relacionan el dolor de la fibromialgia con la disfunción de las vías descendentes inhibidoras del dolor mediadas por la serotonina y la noradrenalina. También he leído estudios que afirman que el aumento natural de hormona relaxina en las embarazadas disminuye el dolor de la fibromialgia. En fin, que yo soy ingeniero no médico. Así que no se qué pensar.
Si no le he entendido mal, considera que el dolor crónico en algunas personas puede ser una respuesta preventiva errónea de nuestro organismo. Considerar correcta su afirmación no puede ser también un efecto placebo? Dónde considera el límite que debe ponerse una persona médicamente hablando para concluir que su dolor es sin daño? Como médico qué opina sobre estos estudios sobre serotonina, noradrenalina…?
No me entienda mal, he leído su perfil y no quiero ponerle en duda, pero soy una persona muy racional y creo que usted también, y le agradecería mucho su opinión.
Vuelvo a felicitarle por este blog tan interesante
Belen: la hipótesis del error evaluativo es sólo una hipótesis, pero está fundamentada en el conocimiento de los procesos básicos del trabajo de la red neuronal. Los datos sobre neurotransmisores, genes, imagen de actividad cortical… sólo indican que el sistema está operando desde un estado diferente que el de las personas control, “normales”. Evidentemente, alguien que padece el síndrome, necesariamente tiene que mostrar un patrón bioquímico y funcional distinto a quien no lo padece. Los efectos son tomados por causa, en mi opinión.
En la fibromialgia está activado el programa “respuesta de enfermedad”, un programa que se activa en el contexto de una enfermedad actual, pero no existe enfermedad, en sentido clásico. Si registramos el organismo sólo encontraremos los hallazgos del estado defensivo de alerta de enfermedad. Utilizando la analogía del error evaluativo del sistema inmune en una alergia, encontraremos datos sobre la activación inflamatoria pero no hay virus, bacterias, daño en órganos. Sólo anomalías derivadas de la respuesta del organismo.
Las hipótesis deben contrastarse con comprobaciones. Con los grupos de migraña aplicamos la Pedagogía para modificar el error evaluativo. Lo hacemos y la migraña desciende en un 80%, en frecuencia, consumo de fármacos e invalidez.
La aplicación de la pedagogía en biología del dolor en dolor lumbar crónico ha demostrado su eficacia y hay también algún estudio aislado en fibromialgia. Mi experiencia es escasa en este terreno y siempre con grupos de pacientes en el marco de una Asociación de pacientes, un contexto singular que, en mi opinión, no es el más adecuado para poner a prueba el marco teórico.
Creo que, con la tecnología diagnóstica actual podemos considerar con razonable seguridad cuándo hay daño relevante y cuándo no lo hay.
Con el conocimiento actual del funcionamiento de la red neuronal y su papel defensivo podemos explicar razonablemente el origen del dolor sin daño a través de los estados de alerta erróneos, innecesarios, autoalimentados (carga alostática).
Lamentablemente, los enfoques “biologicistas”, con su falsa apariencia científica ignoran todo lo que concierne al funcionamiento de la red neuronal y aplican un reduccionismo extremo a las reflexiones sobre el origen del síndrome.
Saludos