Parece lógico buscar el origen del dolor de cabeza en la propia cabeza: en piel, músculos, hueso, articulaciones vecinas, meninges, vasos y nervios. No en el cerebro pues es sabido que no duele si se le molesta, por no tener “receptores de dolor” (en realidad receptores de peligro de daño o de daño celular consumado).
Han surgido así teorías y sospechas del origen de la migraña que señalan, según la especialidad, al tejido que les ocupa.
Sin embargo, es frecuente que quienes padecen migrañas también sientan y padezcan dolor en otras localizaciones. Sea lo que sea lo que proyecta dolor sobre la cabeza también tiende a proyectarlo sobre cuello, zona lumbar, extremidades o tripas.
Hay niños migrañosos. Es frecuente que antes de colonizar el dolor en la cabeza lo hiciera en las tripas o en alguna extremidad. También está descrito el dolor global de todo el cuerpo, en forma de crisis. Los pediatras lo han denominado corpalgia. Acompaña al dolor de cabeza migrañoso típico, a veces precediéndolo u otras siguiéndolo. También se ha descrito sin asociarse al dolor en la cabeza.
Se podría conjeturar que el problema no reside en los tejidos de la cabeza sino en un estado central hipervigilante que proyecta el dolor allí donde organiza la alerta por valoración de amenaza. Las teorías vasculares o trigéminovasculares no explicarían las proyecciones del dolor más allá del occipucio.
Cuando un paciente cuenta que le duele ¡todo! el médico duda de la veracidad del relato y sospecha que no hay tal dolor ya que no le entra en la cabeza que pueda doler todo el cuerpo. Hay veces en las que el médico apunta en la historia: “totalgia” queriendo indicar que tal cosa no es posible y que más se trata de un quejica que busca subsidios y mimos que de un sufrimiento extenso.
En los grupos hay pacientes que preguntan si lo explicado para la cabeza vale para otro lugar doliente. Básicamente, la respuesta es sí, aun cuando cada zona genera sus propios errores de valoración y sus miedos.
Algunos van más allá y ofician desde el nuevo conocimiento por libre:
– Estoy muy bien. No me ha dolido la cabeza. Además he aplicado al cuello la misma Medicina: “no tiene por qué doler…” y tampoco me han dolido “las cervicales”…
El cuerpo está representado e interpretado en el cerebro. No hay nociceptores en el cerebro por la misma razón que no hay tampoco fotoceptores (receptores de luz y no luz) pero eso no impide que existan creo que unas 20 áreas cerebrales que se ocupan de crear con los datos de los receptores de la retina la percepción visual, en tres dimensiones, con colorines, movimiento, ubicación en el espacio, con significados y con el programa motor preparado para interactuar con lo que vemos.
Pueden doler las uñas, el pelo, un miembro fantasmagórico. Puede doler el daño ajeno cuando es observado, si uno tiene la empatía necesaria.
El dolor es una opinión cerebral, como bien saben que dijo Ramachandran los asiduos de este blog.
El miedo puede estar metido en el cuerpo entero, como algo global, o en un punto (dolor punzante) como algo puntual.
¿Cuándo llegará el día en que los profesionales crean el relato del dolor y no ignoren aquello que no encaja en sus creencias?
Algo hemos avanzado pero no demasiado.
– ¿Corpalgia? Imposible.
Muy bien, asi sucede con la FM. Dr Arturo le pregunto si sintomas de fm, migraña se parecen a la esclerosis multiple? Al menos la fm tiene sintomas parecidos. Gracias por su respuesta
Abrazos
Patricia: en ocasiones los pacientes con esclerosis múltiple padecen el cuadro de la fibromialgia pero lo característico de la Esclerosis Multiple es la aparición de déficits neurológicos, ausentes en la fibromialgia.
Gracias por la respuesta, siempre esclarecedoras