¡Ponte recto! ¡Siéntate bien, como Dios manda!
La bipedestación y la sedestación cargan la columna. Para minimizar el sufrimiento mecánico, la degeneración, hay que conseguir una postura adecuada, tanto de pie, como sentados o tumbados. Debemos proteger nuestra arquitectura tetrápoda de los rigores del bipedismo y el nalguismo.
Espalda recta, caderas horizontales, hombros tirando hacia atrás, una buena tensión muscular pélvica y abdominal…
Hay que curvar lo que la dejadez tiende a rectificar y rectificar lo que invita a curvarse.
Mantener los cánones de la buena postura es trabajoso e insoportable, salvo para aquellos que necesitan someter el cuerpo a los cánones de la estética como los bailarines. Para el ciudadano medio resulta un objetivo complicado y doloroso.
El paciente lumbar recibe consejos de buena postura con sus dibujos correspondientes y trata de controlar una fuerza que constantemente le lleva a violar lo aconsejado. ¿Conclusión? Mi columna ya no consigue adoptar la buena postura. Está condenada irremisiblemente a la degeneración progresiva. Ya no hay remedio. El árbol torcido hay que enderezarlo cuando es un retoño…
En algún momento se comenzó a predicar la teoría de la salud de la columna sin tomarse la molestia de comprobar si lo predicado era cierto. Somos de natural cándido y muchas propuestas de los expertos, con engañosa apariencia de sentido común cuelan como verdad aun cuando no lo sean.
Explicamos a los pacientes la cuestión de las evidencias científicas, la necesidad de someter a lo que se dice a la verificación rigurosa. Antaño las hipótesis se sometían al veredicto del éxito. Aquello dicho que era admitido como cierto por quien lo decía o porque tenía aspecto convincente adquiría la categoría de verdad incontestable.
Ningún mortal ha andado, se ha sentado o tumbado como mandan los cánones. Ni siquiera los predicadores. Nuestras madres se han esforzado en que la rectitud guiara cuerpo y alma. Algo tiene lo recto que lo hace recomendable pero difícil de obtener. Lo curvo nos desvía del camino recto.
Todos los pacientes del grupo estaban instruidos en el recto temor a lo torcido. Todos habían fracasado en conseguir la buena conducta postural. Realmente lo que impone la postura es el dolor, la búsqueda inútil del alivio en la silla siempre imperfecta. Asier (fisioterapeuta) escenificó con su columna los mitos de la rectitud, la simetría, las curvas, la musculación debida. A medida que iba hablando y mimetizando lo dicho con su cuerpo los pacientes iban despatarrándose inconscientemente en sus sillas. La paciente que el primer día tuvo que recibir la clase de pie permaneció sentada (mal sentada, por supuesto) en esta segunda jornada.
Hay mucha impostura (falsedad con apariencia y tratamiento de verdad) en esto de las posturas. Las evidencias científicas no parecen corroborar lo que se proclama con solemnidad.
El miedo a la mala postura genera la postura del miedo, una postura que incluye dolor, agarrotamiento y estrés mecánico innecesario.
El dolor surge del cerebro.
El organismo repara aceptablemente las lesiones.
El dolor no es un buen indicador del estado de los tejidos
Olvídese de la buena postura canónica, de sus rectas y sus curvas…
Prosigue el derribo….
Ya me acuerdo del día en que Asier me dijo: Siéntate bien… y yo me estiré, puse recta la espalda… No, no… esa no es la buena postura… Sigo practicando, porque inconscientemente “esa” era la buena postura aprendida.
Seguimos derribando mitos… Lo que nos queda por aprender….
La sesión de ayer fue una clase magistral de la “nueva” fisioterapia en “acción”. Maite y Asier, los profes-fisioterapeutas, derribaron montones de falsos tópicos y creencias. Por ejemplo, enseñaron una foto de un esquilador de ovejas que trabaja horas y horas con la espalda flexionada en un ángulo que sólo mirarlo da grima… y, ¿qué nos dijeron? Que mantener esa postura durante horas no tiene por qué doler, el cuerpo se adapta a los requerimientos, en este caso, ese trabajo en cuestión requiere esa postura, y esa postura en cuestión “no daña” la columna, como pensaríamos todos a simple vista. ¿Qué nos han dicho durante años y años? La columna debe estar recta, al estar sentados y al estar de pie, y escuchar frases como “trabajar con el ordenador es lo peor” es bien habitual.
Cada vez que un traumatólogo, osteópata, fisioterapeuta, ciudadano “experto”, etc, etc, etc. me hacía esa afirmación (permanecer sentado durante horas ante el ordenador es lo peor), yo siempre replicaba, ¿cómo va a ser lo peor? Peor será ser butanero, minero, trabajar en la construcción… Eso es lo que me decía la lógica antes de llegar a mí toda esta información. Ahora podría decir, peor será ser esquilador de ovejas… 😉 Pero no, esa no es la idea fundamental, ayer quedó más claro que el agua que no hay una postura “peor” o “mejor”, sino que CADA ACTIVIDAD REQUIERE UNA POSTURA MÁS FUNCIONAL PARA SER LLEVADA A CABO. Ser butanero, minero, esquilador, informático u oficinista no es ni peor ni mejor si la postura que se adopta es la “funcional”.
Por tanto, lo que hay que hacer cuando alguien nos dice algo del estilo a eso de que trabajar con el ordenador es lo peor, es explicar que si se mantiene la postura que aconseja la doctrina “oficial” (“expertos” en espalda) como “correcta” (tiesos como palos), es cuando sí estamos forzando todo el tiempo la musculatura y la curvatura “natural” de la columna (con sobrecarga), así que sentarse ante el ordenador durante ocho o nueve horas al día obligándonos a “mantener la espalda recta” sí es de lo peor…
Dos recomendaciones:
http://arturogoicoechea.wordpress.com/2011/04/08/sobrecarga/
http://arturogoicoechea.wordpress.com/2011/02/11/y-sin-embargo-no-duele/
Un saludo.
Arturo creo firmemente en lo que dices, pero creo que la clave está en el equilibrio. La postura erguida (“tiesos como palos”) implica una hiperactivación del sistema neuromuscular no aconsejable, pero hay evidencias (en mi opinión válidas) de que una postura a merced de la gravedad, con una activación mínima o nula del sistema neuromuscular y una sobrecarga de las estructuras pasivas, a largo plazo puede provocar disfunciones o lesiones en los tejidos y considero que tampoco es aconsejable (insisto, a largo plazo). ¿Crees que una persona con dolor lumbar crónico no puede beneficiarse de un trabajo de mejora postural, mejora de los patrones de movimiento y un re-acondicionamiento de su sistema neuromuscular además de ese trabajo tan necesario que tú realizas con ellos?
Otra lectura “recomendable” del blog Edupain:
http://edupain.wordpress.com/2012/06/14/la-ergonomia-es-cosa-de-ninos-ii-sientate-bien/
Nko: creo en la capacidad cerebral de adaptar los patrones motores a la tarea en curso. Estos patrones pueden contener factores indeseables de muchos tipos. La función del fisioterapeuta es ayudar a cada paciente, en su contexto, a conseguir una funcionalidad eficiente, con buen rendimiento y poco gasto innecesario. Siempre he comparado al fisio con mi profe de violoncello. Palpaba músculos, corregía posturas, sugería imágenes, quitaba miedos… Hacía muchas cosas, todas las que puede y debe hacer un buen fisioterapeuta. De ese modo el cuerpo sonará bien al actuar, es decir, no dolerá.
Saludos
Me gustaría hacer una pequeña aclaración. Las dinámicas de los cursos de migraña difieren bastante de la dinámica del curso de dolor lumbar. Lo digo porque he leído algún comentario en el blog últimamente, principalmente de fisioterapeutas un poco “expectantes” (al menos eso me ha parecido) ante la idea de si funciona sólo información, y no información + acción (movimiento).
Quisiera decir que, tanto en el curso de migraña como en el curso de dolor lumbar, la base (los cimientos) es la información, pero en el curso de dolor lumbar también hay “acción”, primero se da la información, se insiste en que se cuestione, como dice Asier, que “se filtre” lo que les estamos contando, que no se lo crean a pies juntillas, sino que le vean la lógica, y que si no la ven, rebatan los argumentos. Y luego se hacen ejercicios prácticos que ayudan a tomar conciencia de los “errores”, tanto de información, como posturales, como al movermos. Y por “error” me refiero a que se toma conciencia de lo que hacemos mal creyendo que lo hacemos bien, y viceversa, de lo que hacemos bien pero pensamos que lo hacemos fatal debido a la información incorrecta que teníamos. Por tanto, se trata de cambio de información + cambio en la acción, a veces la información por sí misma facilita el cambio en los programas motores, otras veces no.
El curso ofrece ambas cosas sobre la base de que lo importante es la información, si me corriges la postura (o el movimiento) y no me argumentas por qué, no nos sirve, si me argumentas por qué y no me enseñas cómo, es posible que el cerebro, en base a la nueva información, cambie los programas motores “protectores” por programas motores “funcionales”, que es lo deseable, pero lo habitual (y en el curso se hace) es que se razone el “por qué” lo que creíamos que era correcto no lo es y luego se ayude a tomar conciencia de cuál es la postura o la acción funcional (“cómo”).
Si no me he explicado del todo bien, sé que Maite o Asier lo harán mucho mejor que yo…
Pienso que la cuestión es la siguiente: Cuando no existe un daño físico indiscutible, tenemos que priorizar y saber diferenciar entre factor principal y factores secundarios.
El factor principal y relevante es el miedo y la desconfianza en las posibilidades de nuestro cuerpo. Este factor, es el que impera, es único e irrebatible (al menos para mi).
Luego están los factores secundarios que pueden ser infinitos y por supuesto casi nunca sabremos a ciencia cierta hasta que punto están afectando, en mi caso por ejemplo: La ansiedad, la dismetría de 1,1 cm de los miembros inferiores, el pie cavo-valgo, la hiperlordósis, la faceta lumbar y hasta la posible intolerancia al gluten (me han llegado a decir que deje de comer pan).
¿Cuál es la diferencia? Es fácil de entender: Toda persona que desconfíe de la fortaleza de su columna, tenga miedo a moverse y por ello inicie una estrategia ultradefensiva, indefectiblemente, tarde o temprano tendrá un problema con el dolor.
En cambio existen millones de personas en el mundo que tienen los factores secundarios que he comentado y posiblemente, algunos mucho mas graves, que nunca han tenido, ni seguramente tendrán problema alguno.
Moraleja. Vayamos por lo seguro y dejemos de gastarnos el dinero y de perder nuestro tiempo, energía, y concentración en intentar primero resolver los factores secundarios.
ES ABSOLUTAMENTE INUTIL.
(Lo digo por experiencia)
Sergio: me parece muy positiva tu reflexión, sólo decirte que ya se sabe, aunque no se grite a los cuatro vientos ni mucho menos, que no hay relación entre “la dismetría de 1,1 cm de los miembros inferiores, el pie cavo-valgo y la hiperlordosis” (entre otras muchas cosas) y el dolor. Se han hecho muchos estudios al respecto (evidencia científica) que avalan la caída del modelo postural-estructural-biomecánico. No te voy a hablar del gluten, creo que no hay más que pararse a pensar unos segundos en si hay argumentación biológica para relacionar ingesta de gluten y dolor lumbar, o si es igual de absurdo que a ti te quiten el pan como que a mí me prohibieran tomar leche, naranja y chocolate…
Cristina: Estoy muy de acuerdo con lo que dices, ante todo, por que la evidencia científica de los estudios que me comentas, coincide totalmente con la evidencia experiencial mia.
Al menos, y para decir algo en tono absolutamente irónico, no he tirado el dinero, he ayudado a la manutención de los profesionales a los que he acudido.
Y te voy a decir algo, ahora en tono super-cabreado, ¿Porqué cuando los profesionales de la salud no resuelven el problema, al menos no nos devuelven una parte de lo que hemos pagado?
Hace un tiempo pagué 120 euros por unas plantillas, que ahora las tengo en un cajón, pero que igualmente podrían estar en el cubo de la basura.
El podólogo que me las hizo (y que no dudo en absoluto de su honestidad), me comentó que yo tenía mal los apoyos plantares y que por eso me prescribía unas plantillas a medida.
Y digo yo ¿Una vez demostrado que las plantillas no me han resuelto nada, no sería justo que al menos me devolviera el 50% de su importe? Yo pienso rotundamente que si. Y mas aún teniendo en cuenta de que es su obligación el estar al tanto de que el modelo postural-estructural-biomecánico, como tu bien dices, está demostrado científicamente que no se sostiene.
Pero claro, es muy difícil renunciar a los ingresos derivados de las plantillas, aunque sea a costa del dinero, la esperanza de los pacientes, y de su desconocimiento en la materia, al próximo que me diga que necesito ortesis, le diré que se las ponga a su abuela.
Como anécdota te comento que un traumatólogo me prescribió caminar pero con zapatillas amortiguadas con cámara de aire, bueno, las zapatllas ya las regalé, y digo yo, el homo sapiens lleva corriendo y saltando sobre el planeta unos 200.000 años, y ¿ Ahora me tengo que comprar unas zapatillas especiales porque hace 30 años el departamento de ventas de la casa Nike nos covenció a todos que eran necesarias para proteger nuestro “delicado” aparato locomotor ?.
Pero ¿Cual es la cuestión? Pués que los nosotros que en esta relación con los profesionales, somos la parte débil, y porque somos los que sufrimos y los que apriori somos los que no tenemos los conocimientos, tenemos que aceptar obligatoriamente las condiciones que nos imponen, ni mas ni menos.
Disculpa Cristina, como habrás podido comprobar, estoy un poco “quemao” con todo esto.
Sergio: algo ya pagan en multas por publicidad engañosa, 😉
http://ecodiario.eleconomista.es/eeuu/noticias/3974804/05/12/Skechers-pagara-40-millones-de-dolares-por-publicidad-enganosa-de-sus-zapatillas.html?utm_source=crosslink&utm_medium=flash
Por si te sirve de consuelo, en Vitoria hay una “eminencia” en podología y las plantillas cuestan 600 euros… Yo fui a Biarriz, donde otra “eminencia” (podóloga de los jugadores de la Real) y mis plantillas ni salieron siquiera del cajón porque no entraban en ninguno de mis zapatos y te aseguro que tengo unos cuantos (unos cientos más bien).
¿Qué hice yo cuando accedí a esta información? No me cabreé (más que lo justo y necesario) porque no merece la pena pero sí hice la suma de lo que me gastaba en un mes en “tratamientos” (aquí también incluí al psicólogo), y al ver que pasaba de los 600 euros, me compré un piso, parece un chiste pero es completamente cierto, cambio total de afrontamiento, 😉
Cristina: Es increíble, en el negocio del calzado deportivo, se venden zapatillas para todos los grados de pronación y de supinación.
Afortunadamente desde hace unos pocos años hay una corriente cada vez mas pujante, que consiste en utilizar zapatillas “minimalistas”, que son las que intentan respetar al máximo el movimiento y la funcionalidad del pie.
Ten en cuenta dos de las funciones principales de las piernas con respecto al suelo son la amortiguación y el despegue, y si usamos unas zapatillas que hagan ese trabajo por nosotros, estaremos debilitando nuestro sistema locomotor.
Como las zapatillas “minimalistas” solamente nos protegen lo imprescindible esto no ocurre, y si no fuera porque aun siendo “revolucionarias” no lo son en cuanto a su precio, recomendaría su uso como la forma mas eficaz de empezar a fortalecer las piernas.
Qué buenos los comentarios y reflexiones de Sergio y de mi amiga Cristina!
Sigo aprendiendo y me produce felicidad.
Como dice Cristina:el blog es un tesoro .
Un abrazo para todos.
De acuerdo con Ani sobre el interesante diálogo entre Sergio y Cristina.
Aquí un interesante vídeo sobre el hecho correr desde un punto de vista evolutivo y animando a tirar las superzapatillas a la basura.
http://www.ted.com/talks/lang/en/christopher_mcdougall_are_we_born_to_run.html
Acabo de llegar de Bilbao del congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria. Como siempre, algunas cosas muy interesantes, otras menos y por lo que me han comentado, alguna también para echar a correr. Una mesa sobre dolor osteoarticular a la que no he podido acudir, pero según creo con un enfoque básicamente farmacológico. En un lugar un poco apartado los pósters, y entre ellos el nuestro sobre el ensayo clínico de los grupos de migraña. Bueno, es poco, pero por algo hay que empezar. Para el año que viene (que será en Granada), tres propuestas: un taller sobre migraña, un taller sobre dolor lumbar crónico y una mesa sobre dolor. Esperemos que al comité científico que haga la evaluación le interesen nuestras propuestas, sería un buen escaparate para que ésto se empiece a conocer de una vez por los médicos de atención primaria. Mientras tanto nosotros a lo nuestro, a seguir disfrutando con nuestros grupos.
hola!! me a encantodo leer sobre la espalda, he seguido al Dr. Arturo por el padecimiento de migraña, pero mi familia y yo siempre hemos tenido dolores de espalda y esto me viene muy bien. Pero refiriéndome a otra cosa que no he leido por aquí y no se si puedan ayudarme más a conocer otros dos padecimientos como apnea del sueño y el blefaroespasmo, que piensan de esto? que opina sobre estos padecimientos Dr.? viene a ser como la migraña? mensajes de un cerebro equivocado, alarmista…….. muchas gracias
Pipa
Iñaki A.: Como veo que te interesa el tema, te invito a que veas este video donde se ve correr a Haile Gebrselassie, que sabes que es el mejor corredor de fondo de todos los tiempos, y verás como se aprecia una sobrepronación tremenda, factor que no le ha impedido ganar numerosísimas carreras, ni tampoco que su vida deportiva al máximo nivel se prolongara durante muchísimos años. A lo mejor es porque es un fuera de serie, pero lo que no se puede hacer es lo que está ocurriendo en el mundillo deportivo desde hace unos cuantos años, y es que ante el más mínimo grado de pronación nos hagan poner plantillas o comprarnos zapatillas con control de pisada. Lo del negociete primero y la salud después, no me gusta nada de nada.
Participo en el curso de dolor lumbar que se imparte durante el mes de junio en el centro de Salud de San Martin. Por el momento, solo quiero agradecer la oportunidad que me han brindado de participar en el mismo. Un saludo, Txema.
@Sergio:
Cada vez que salgo a correr, a los 20 minutos tengo que parar porque me duele una barbaridad el tobillo, como si apoyara los pies tan hacia dentro que se me fuera a romper algo. Viendo el video de ese corredor creo que me he curado de espanto: se puede correr así sin partirse los tobillos! Qué bien!
Mañana saldré a correr más tranquila, y a ver si soy capaz de aguantar más de 20 minutos.
Pipa: el cerebro siempre está implicado en el funcionamiento del organismo, máxime si se refiere a procesos tan neuronales como el del sueño o la contracción del párpado. Tanto en la apnea del sueño como en el blefarospasmo los estados de alerta pueden modificar su expresión pero no de un modo tan accesible a la información como sucede en el dolor (sin daño relevante). Teóricamente cabría la posibilidad de reeducar la programación del cierre palpebral sensibilizado y excesivo. No tengo experiencia en ese sentido. En la distonía focal hay poco estudiado y experimentado sobre reeducación pero especialmente en músicos algo se hace.
Saludos
Sergio: quizás la “zapatilla minimalista” sea algo así como la clásica alpargata de esparto…
inesgoico: tenemos mucho que aprender de los pies des-zapatados (des-calzos) de los africanos. Cerebro el justo y sensato.
inesgoico: En cuanto Heile Gebrselassie te puedo comentar que el es sobrepronador pero además tiene una técnica de carrera tan perfecta (porque es la natural) que le permite solventar esta circunstancia.
El al correr no lo hace de la manera corriente (y equivocada) que consiste en apoyar el talón como primera zona del pie que contacta con el suelo, el lo hace con el antepié que es una manera mas eficiente y fisiólogica de amortiguar los impactos.
Digamos que si yo corriera hoy en día, antes que ponerme plantillas o zapatillas especiales, paulatinamente iniciaría un cambio hacia la manera de correr natural.
Poco a poco, corriendo descalzo sobre la arena mojada de la playa, utilizando zapatillas planas con la protección indispensable, etc etc
Se piensa que la transición debe de ser lenta (aproximadamente 1 año como mínimo) ya que hay que permitir que se fortalezcan los huesos del pie debilitados por años de utilización de calzado sobreprotector (se han producido fracturas por estrés en personas que no han respertado este periodo).
Arturo: Por supuesto, se considera zapatilla “minimalista” a cualquier calzado que respete al máximo la funcionalidad del pié, tiene que ser plano (con poca o mejor ninguna diferencia de altura entre la zona del talón y el antepié) muy flexible y sin amortiguación extra.
Las marcas que nos engañaron y nos “vendieron la moto” con las zapatillas hipertecnológicas (y que está archidemostrado que no han reducido el índice de lesiones) ahora se están apuntanto al carro y tambien han lanzado al mercado zapatillas corte minimalista (carísimas por cierto).
Yo las que me he comprado son unas de tela para kung-fu de la marca Feiyue que valen 20 euros (cualquier zapatilla de tela normal de toda la vida son mas beneficiosas que las ultramodernas actuales).
Sigo sin coprender la razón de la la opinión médica generalizada de que el zapato plano es perjudicial para la columna.
Y siempre voy con el mismo argumento, el homo sapiens lleva 200.000 años caminando descalzo o con calzado plano. Se sabe que se empezó a extender el uso del tacón alrededor del siglo XV, primero como una manera de aumentar la sujeción a los estribos del caballo y después por una cuestión de moda.
El abandono del calzado plano es la razón fundamental del porque de manera generalizada se corre mal impactando con el talón, las zapatillas modernas tienen de una media 1’2 cm de caída (diferencia entre el talón y el antepié), parece poco pero es suficiente como para que se favoreza una antinatural forma de correr.
Como el talón no ha sido evolutivamente diseñado para absorver los impactos, erroneamente lo que se ha hecho a sido añadir elementos amortiguadores artificiales, cuando lo lógico hubiera sido disminuir la caída de las zapatillas (las que usa Gebrselassie tienen 0’6 cm) para favorecer una manera mas natural de correr.
Sergio: está claro que el homo sapiens caminaba y corría descalzo y más claro aún que lo hacía sin zapatillas de marca, je, je… pero tampoco creo que haya una forma “correcta” y estándar de correr, me refiero a qué posición exacta ha de tener el talón, el antepié… qué se ha de apoyar primero y qué después. Está clarísimo también que los zapatos y zapatillas de moda (los “balancín”, MBT y todas las marcas que posteriormente han imitado el diseño) son antinaturales, pero luego hay una amplia gama en el mercado de zapatillas deportivas y no deportivas con todo tipo de suelas y lo que yo opino es que cada persona ha de elegir aquellas con las que se encuentre más cómodo, si son planas pues planas, si son con algo de suela, pues con algo de suela… Igual que no hay una silla “cómoda” para todo el mundo, tampoco hay un calzado “ideal” para todo el mundo.
El problema es la publicidad engañosa y las creencias erróneas que nos transmiten (los especialistas y los medios de comunicación), porque nuestro aparato musculoesquelético está diseñado para amortiguar por sí mismo los impactos, no son las zapatillas las que lo hacen… Y ni los tacones son tan perjudiciales como nos hacen creer, ni lo plano lo es… Y lo dice una “experta” en la materia que ha probado todo tipo de calzado y que ahora, derribadas las creencias erróneas, camina y corre con lo que le resulta más cómodo y punto, porque el tamaño (de la suela) no importa, 😉
Cristina: De acuerdo que hay que quitarse normas y corsés, y que cada persona elija , sobre todo por que (y lo digo por experiencia) lo perjudicial es comerse el coco con estos aspectos secundarios y no enfocar la atención al factor principal del problema que por ejemplo es el objetivo exclusivo de este blog.
Y como he comentado en otra ocasión una persona como yo con un problema de dolor, entre ellos el de tipo fibromiálgico, obligatoriamente se tiene que formar e informar para poder llegar a tener una opinión propia argumentada con la que poder “sobrevivir” a la enorme disparidad de opiniones médicas contradictorias a las que se ve sometido.
Por ejemplo como yo tengo una opinión propia mas o menos formada, ya no voy a intentar resolver mis problemas poniéndome plantillas y así sucesivamente.
También soy una persona muy curiosa, y me gustaría mucho saber por ejemplo, el porqué esta tan extendida entre los médicos la idea del que zapato plano es malo para la columna.
En cuanto al calzado y la forma de correr, y estoy muy de acuerdo contigo, solo debería cambiar la persona que lo sintiese, sin presiones de moda, ni agobiado por su propio superyo.
Pero ante la pregunta de ¿Cual sería ese cambio? yo diría hacia el modelo natural, el que el homo sapiens lleva utilizando milenios y que actualmente casi unicamente grupos humanos amerindios y africanos entre otros siguen haciéndolo (por cierto y también por curiosidad me gustaría mucho saber también el índice de fibromiálgicos y lumbálgicos de esos grupos).
Y claro, en occidente porque no podemos ir a trabajar descalzos, y por el frío, etc etc tenemos que ponernos zapatos y lo que yo opino es que estos deberían ser los mas respetuosos posibles con el caminar natural, pero sin intentar cambiar a nadie, si una persona está cómoda con unos tacones de aguja, pues que siga con sus tacones.
Gracias Doctor……… yo sigo agradecida leyendo todo lo que encuentro aquí, que con el tiempo a ido cambiando hasta mi manera de vivir. Pipa
Sergio: el hábitat de homo sapiens también ha evolucionado con el paso de los años, ya imagino que antes habría piedras, zarzas… pero no igual tantos cristales, clavos… los zapatos también nos sirven como protección para no dañarnos los pies, 😉 Desconfía de cualquier vendedor que argumente con eso de recuperar la postura “natural”, porque la natural es la que tenemos, no necesitamos “recuperarla”…
Me temo que el dolor sin daño no entiende de razas, sino de culturas. Los cerebros de los africanos (residentes en África) estarán igual de “preocupados” por la supervivencia que los nuestros, “pero” lo que cambia son los contenidos de las preocupaciones, a lo que se le da relevancia, por ejemplo, si hay desnutrición, cubrir esa necesidad de subsistencia básica será la preocupación mayor y que el cerebro imagine daño (sin haber peligro real para la integridad de los tejidos) será menos probable. Aquí tenemos de todo al alcance de la mano, pero cuando no hay comida es bien difícil sentir temor por si la suela de las zapatillas con las que caminamos es o no la adecuada, eso deja de ser una cuestión relevante si las necesidades básicas no están cubiertas. Imagino que un africano residente en Madrid tendrá las mismas probabilidades de padecer dolor sin daño que un madrileño, en cambio, si ese mismo africano reside en Etiopía… la cosa cambia. Recuerdo haber hablado sobre este tema también con Ani, por qué no hay fibromialgia en África, y la verdad sólo hago suposiciones porque no conozco las cifras “oficiales” de padecientes en el mundo.
Cristina: Estoy contigo de que el tema del calzado es secundario, y seguramente este no es el blog adecuado para hablar tanto del tema y después de haber releido lo que escribí me he dado cuenta de que me extendí demasiado.
El fondo de esta filosofía es quitar y no añadir, quitar exceso de sobreprotección y no añadir plantillas por ejemplo.
Y en cuanto a que el problema de dolor no es una cuestión racial sino cultural, también totalmente de acuerdo, en nuestra cultura se consume una cantidad enorme de antidepresivos, ansiolíticos, antiinflamatorios, analgésicos etc etc y por supuesto esto es señal de que algo va mal.