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Grupos de dolor lumbar (V). Alarmismo biológico

El objetivo principal de todo bicho viviente es sobrevivir, como individuo y como especie, como organismo y como miembro apreciado en la tribu.

La Evolución ha seleccionado estrategias para tener éxito. Una de ellas es el sesgo alarmista, ver las cosas desde el lado más pesimista, la botella medio vacía antes que medio llena, estar enfermo mientras no se demuestre lo contrario.

Tanto el Sistema Inmune como el Sistema Nervioso velan por garantizar la paz somática, detectando señales de peligro, cada uno en su ámbito. No esperan a que se consume el daño. Catalogan señales, información que atribuya una probabilidad de peligrosidad. Ambos son sistemas predictivos. Anticipan los sucesos.

En la columna, como en cualquier otro rincón somático, se producen o pudieran producirse daños, a consecuencia de degeneración de los tejidos (discos, articulaciones, ligamentos, músculos) y de las cargas mecánicas que soportan. El cerebro valora todo tipo de señales que permitan anticipar el daño y proyecta dolor sobre la zona para conseguir una conducta del individuo coherente con la evaluación de amenaza. Como señal de peligro vale todo. No es necesario que la columna pida auxilio o informe de su precaria condición. Basta con que el cerebro valore peligro aun cuando los tejidos, objetivamente, estén aptos para soportar el estrés mecánico que las acciones del individuo habitualmente generan.

Al dolor se llega por la consumación imprevista de daño o por la presunción alarmista cerebral. Tan dolor es uno como el otro pero los orígenes son absolutamente distintos y es bueno que tanto el individuo como el profesional evalúen correctamente cada suceso doloroso ya que el afrontamiento debe ser distinto.

La estimación cerebral sobre vulnerabilidad raquídea puede ser razonable o alarmista. Existe el riesgo de la consideración a la baja: columna frágil. Ello hace que las acciones cotidianas del individuo sean contempladas como amenazantes y los programas cerebrales estén marcados por la sobreprotección (innecesaria) de una zona supuestamente vulnerable.

El alarmismo cerebral es un tema recurrente en este blog. Cristina ha seleccionado esta reposición:

http://arturogoicoechea.com/2010/05/07/estima-autocorporal/

No deje que otros (incluido su propio cerebro) rebajen el valor de su columna. No acepte la calificación de columna-basura.

Al fin y al cabo la columna también tiene su mercado y hay que cuidarse de las expectativas. Muchas veces son más peligrosas que la realidad.


Este blog es solo la punta del iceberg, se puede hacer mucho más.


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    13 comentarios en «Grupos de dolor lumbar (V). Alarmismo biológico»

    1. Estimado Arturo y colaboradores:
      En sus entradas no se suele hacer referencia al estrés emocional como gran sensibilizante de la red neuronal, ya sea a nivel central o periférico. Leyendo “Explicando el dolor”, parece demostrarse que la adrenalina es un gran “sensibilizador”. Creo que también hay estudios sobre el cortisol en este sentido.

      En la práctica clínica he visto cuadros de afectación nerviosa (casi nunca siguen un patrón radicular específico) en la que la situación de estrés, agudo o crónico, me parece que es el gran facilitador de la sintomatología. A veces la relación causa -efecto es tan evidente que sorprende.

      Entiendo que esta reflexión no altera el discurso que aquí se defiende, que el estrés en sí no es causa de contractura, pinzamiento…pero puede añadir ese plus para que la valoración cerebral de peligro se sitúe aún más al alza, debido a la susodicha sensibilización.

      No sé hasta qué punto incluir el estrés como facilitador de esa valoración cerebral, puede resultar pedagógico o antipedagógico al plantear el discurso que aquí defendemos (me incluyo). Creo que puede ser bueno en el sentido de que incide en la importancia de la valoración al alza del posible daño y quita relevancia a los posibles cambios degenerativos que siempre están ahí, pero que a veces les da por hacerse oír.

      Un abrazo a todos los que por aquí campan.

    2. fisiomarc: evidentemente el estres puede avivar la estructura del dolor crónico pero también puede aliviarlo. La adrenalina es ambivalente. Primero habría que definirlo. Para mí lo importante es la evaluación que el cerebro hace de cada agente o estado y la respuesta que articula para cada uno de ellos. No digo que deba desconsiderarse el estres emocional. Simplemente hay que analizar la situación desde la perspectiva del individuo y del organismo. En nada ayuda resaltar los factores emocionales del individuo y tratar de resolverlos si no explicamos a la vez los elementos evaluativos cerebrales. En general, el enfoque “emocional” crea, en muchos casos, más problemas de los que resuelve y el paciente agradece que se separe su vida y milagros del dolor.

      Creo que Mar y Sol del Val podrían aportar su experiencia como psicólogas interesadas y expertas en esta cuestión.

      Saludos .

    3. Me parece fundamental entender esto y espero que los alumnos consigan otro momento Ajá tras la clase de hoy. Lo que percibimos no siempre se corresponde con la realidad del estado de nuestros tejidos porque el cerebro puede valorar a la baja la valía del organismo, podemos percibir (incluso visualizar) una columna frágil, con curvas anómalas, con vértebras que rozan, músculos rígidos y acortados, desgaste… y puede que todo ello exista en realidad pero no sea “relevante” y mucho menos, merecedor de tanto dolor, y puede también que sea fruto de un error cerebral y que no exista ninguna correspondencia entre la realidad (el estado de los tejidos) y la ficción (cómo los imagina el cerebro y hace que los percibamos).

      Hoy nos toca en clase “esquema corporal y postura”, son temas clave, hay tantísima información errónea y alarmista que derribar… Ojalá los alumnos lo vean claro y empiecen a recuperar la autoestima corporal… CUERPO SANO, CEREBRO EQUIVOCADO. Mi columna es robusta!

    4. Fisiomarc: también hay una relación causa-efecto “evidente” entre el viento Sur y la migraña… pero las apariencias muchas veces engañan. Yo creo que lo que sí es un facilitador de la valoración cerebral errónea son las creencias sobre el estrés, no el estrés en sí mismo. Te lo dicen tantas veces y profesionales de tan diversas especialidades que al final temes cualquier situación estresante (por ridícula que sea) y el estrés se acaba convirtiendo en un desencadenante más de dolor irracional.

      Me incluyo en esas personas que comenta Arturo que sintieron una enorme liberación al derribar creencias erróneas sobre lo emocional, el estrés y el dolor. Por si alguien no las ha leído:

      http://arturogoicoechea.wordpress.com/2012/02/13/estres-y-dolor-2/
      http://arturogoicoechea.wordpress.com/2009/07/22/emocion-inteligente/

      Un saludo.

    5. fisiomarc: En mi caso, es cierto que se da dolor, estrés e hipersensibilización, y el factor mas importante, el miedo. Tengo dolor todos los días, y lo experimento como tensión y cansancio muscular en todo el cuerpo, como la sensación de haber jugado 3 partidos de futbol seguidos, unas molestias parecidas a las agujetas, y mas fuerte por las mañanas al levantarme.
      Este dolor me produce fastidio y hartazgo pero no miedo, hay otro dolor que es el que a mi realmente me genera toda esta respuesta fóbica de evitación exagerada, y es el provocado por el “sindrome facetario lumbar” que tengo diagnosticado, y que por supuesto tengo clarísimo que en mi caso, los episodios agudos de este “síndrome” están favorecidos y a veces detonados directamente por la rígidez lumbar ultra-defensiva que me provoca el miedo.
      (Si alguien quiere experimentar esto de lo que hablo, que primero tense la zona lumbar, la convierta en un bloque rígido conjuntamente con la pélvis, y que después intente, agacharse, levantar un peso, estornudar, caminar o doblarse hacia adelante).

      La lumbalgia facetaria aguda, genera un dolor intensísimo, pero al parecer a mi lo que mas me afecta es lo inesperado de ese dolor y también que a veces un simple movimiento inofensivo me lo ha podido producir (interpretando inmediatamente que me pasa algo grave).
      Como vivo solo, y debido a que en las fases agudas me quedo clavado sin poder moverme, hace también que pensar en esa incapacidad e impotencia me produzca muchísima preocupación.
      (Recuerdo una vez en la ducha que durante bastante tiempo estuve sin poder salir de la bañera al ser incapaz de levantar la pierna).

      El estrés emocional endógeno tambien me caracteriza, y la hipersensibilidad sensorial tambíen, me molestan mucho los olores (sobre todo los perfumes y jabones), el ruido, y la luz intensa etc

      Supongo que la incidencia de estos factores en personas con dolor crónico solo se podrá saber mediante estudios y encuestas entre los afectados, pero es obvio, que el estar pendiente e hipervigilante de las sensaciones temidas, consecuentemente, pondrá en marcha el “efecto lupa” y conjuntamente con la hipersensiblización, producirá la magnificación de estas.

    6. Fisiomarc:

      La causalidad entre estados emocionales o estrés y dolor era un hecho innegable para mi hasta hace unos 8 meses. Llevo ejerciendo como psicóloga 9 años. Ha sido difícil sustituir esa causa-efecto tan evidente como tú señalabas. Ahora pienso, como te comenta Arturo, que darle importancia a la relación estrés-dolor complica más las cosas.

      En los discursos de las mujeres con dolor crónico se repite la presencia de eventos adversos desde la infancia: abusos sexuales, maltrato, penurias económicas, fallecimientos y enfermedades de seres queridos, etc. Como muchas de ellas tienen el diagnóstico de fibromialgia y los médicos “no encontraban nada” pues yo lo tenía claro… les duele por la vida tan dura que han llevado. Además, cuando indagas cambios en la intensidad del dolor o “crisis” te das cuenta de que aparecen en el contexto de algún aniversario o de algún conflicto del tipo que sea. Eso contribuye a hacernos pensar que hay una relación causal entre estrés/emoción y dolor. De nuevo la asociación entre dos hechos nos crea la ilusión de causalidad. Tal y como lo veo ahora, entiendo que los acontecimientos adversos pasados contribuyeron a inclinar la balanza de la valoración cerebral hacia el lado pesimista. De hecho, antes de la aparición del cuadro de fibromialgia las personas relatan fobias, migrañas, dolores y molestias físicas inespecíficas, etc. Por otra parte, existe la tendencia a atribuir los síntomas somáticos inexplicados a factores emocionales o al estrés. La difundimos los profesionales y los pacientes también la traen de casa.

      A las mujeres del grupo las animaba a resolver las situaciones estresantes que pudieran y a afrontar activamente su dolor. Muchas de ellas dieron grandes pasos en ambos sentidos pero nunca notaron mejoría respecto a la intensidad del dolor… Lo malo es que con esas indicaciones les transmitía la idea de que si no resolvían el estrés estaban condenadas a sufrir dolor. Y así el estrés se acaba convirtiendo en un desencadenante más.

      Aún tengo que esforzarme porque no se me cuele la idea de atribuir el dolor al estrés cuando estoy con los pacientes.

    7. hola!! me a encantodo leer sobre la espalda, he seguido al Dr. Arturo por el padecimiento de migraña, pero mi familia y yo siempre hemos tenido dolores de espalda y esto me viene muy bien. Pero refiriéndome a otra cosa que no he leido por aquí y no se si puedan ayudarme más a conocer otros dos padecimientos como apnea del sueño y el blefaroespasmo, que piensan de esto? que opina sobre estos padecimientos Dr.? viene a ser como la migraña? mensajes de un cerebro equivocado, alarmista…….. muchas gracias
      Pipa

    8. Según entiendo de vuestros comentarios, saco las siguientes conclusiones:

      -El estrés no es más que otro factor del tipo viento sur, cambio hormonal, esfuerzo físico, chocolate o fin de semana… Es el cerebro alarmista el que le da la relevancia que no tiene.

      -Señalar o incidir en las factores desencadenantes de las crisis (en este caso el estrés), tiende a desviar la atención del verdadero problema, el cerebro alarmista.

      No había considerado el estrés desde ese prisma. Muchas gracias por vuestras reflexiones.

    9. Hola a todos.
      Mi comentario no es acerca de los grupos de migraña ni dolor lumbar….pero si sore la pedagogía, que me apetece compartir
      Soy madre de un chico de 14 alergico a huevo y algunas plantas..Esta última se manifiesta en primavera y suele tener un par de dias con brotes que le impide llevar una vida normal…tras pasar un par de dias sin ira al entrenamiento( realiza 3 dias a la semana), decidio que se encontraba mejor, y como le encanta,fúe.
      El polideportivo esta rodeado de naturaleza y el campo es de cesped artificial…
      Parados en el aparcamiento me comento que no sabia si podria entrenar durante casi dos horas….momento que aprobeche para hablar y poner en marcha la pedagogía.
      El verde de la zona despertaba su desconfianza…y le dije que era posible que su cerebro estuviese confundido…que asociaba el verde a posible reacciones en su organismo, que era un mecanismo que empleaba para un posible daño…..que el cerebro estaba asustado y queria despertar su alarma…….le hable que era algo parecido a mis migrañas…que mi cerebro también era alarmista …como el de todo ser humano.
      Cuando regreso me dijo “gracias mama, tu punto de vista me ha hecho estar mas tranquilo y aunque me ha costado …..he estado muchisimo mejor que los últimos dias.
      OtrO CEREBRO DESPERTANDO…..Y Aunque es cierto que la alergia esta demostrada analiticamente, él no sabe ni la mitad… y su actitud es mucho más tranquila..menos alarmista

    10. Yolanda: los errores alarmistas de la alergia son del Sistema Inmune y se produce por una valoración errónea de moléculas biológicas como pertenecientes a agentes peligrosos cuando realmente son inofensivos. El cerebro y sus miedos puede echar más leña al fuego y facilitar la alergia ya establecida. No es prudente aplicar la pedagogía y estrategias del afrontamiento de los errores cerebrales a los del sistema inmune: si uno tiene alergia a la penicilina no debe hablar con su cerebro y decirse que la penicilina no es peligrosa. La decisión de la respuesta anafiláctica no corresponde al cerebro, no es de su competencia. Es el sistema inmune el que “decide” si algo entraña peligro o no. Hecha esa salvedad me parece bien que en el caso de alergias más inofensivas intentemos calmar al cerebro sensibilizador.

      Saludos

    11. Arturo: igual estoy equivocada pero yo había entendido que Yolanda se refería a señalarle a su hijo que “no pasa nada” precisamente porque el campo de fútbol en el que juega es de hierba “artificial” y que, por ello, es un error evaluativo por parte del cerebro confundirlo con hierba “natural” y activar la alergia. Me viene a la cabeza una entrada donde dices algo similar, que la sola imagen de las gramíneas produce la reacción alérgica… También recuerdo un ejemplo que no sé quién contó (creo que una alumna de los cursos de migraña) sobre un cura que tuvo una reacción alérgica bien potente tras dar misa rodeado de flores… y las flores eran artificiales pero él no lo sabía.

      Pongo un enlace para que quede bien claro eso tan importante que señala Arturo, los errores del sistema inmune no se pueden corregir con pedagogía, los errores del sistema nervioso central sí.

      http://arturogoicoechea.wordpress.com/2010/02/27/objecion-desde-la-consciencia/

      Un saludito.

    12. Cristina: sí, eso había entendido y me parece bien su actitud de desalarmar. Con mi comentario quería evitar que se cometa el error de aplicar la pedagogía a las situaciones de alergia con exposición al alergeno real, por su peligrosidad.

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