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Grupos de dolor lumbar. (II) La ley del miedo

En el dolor lumbar crónico, en ausencia de daño-disfunción relevante, hay una cuestión básica: el miedo.

Miedo a dañar una columna supuestamente vulnerable. Miedo al dolor.

El miedo es un estado emocional que surge ante situaciones de peligro de pérdida violenta de la integridad física o de la estima y amparo social. La evolución ha seleccionado miedos concretos: precipicios, fuego, arañas, serpientes, estímulos intensos o imprevistos, soledad. También ha seleccionado las correspondientes respuestas: evitación, alejamiento del peligro, lucha-huida, solicitud de ayuda, el grito.

El miedo es un estado provisional, preventivo. Una vez activada la respuesta y puestos a salvo toca reflexionar, racionalizar, evaluar la justificación del temor para conseguir la sensatez a través de la experiencia razonable. Tan peligroso es el miedo a todo como a nada.

El miedo aparece en contextos de incertidumbre variable. Todo es posible pero la probabilidad se mueve en una banda muy ancha. Puede que una araña sea venenosa, me pique y yo muera pero probablemente no lo es y ni siquiera se ocupe de mí.

El miedo a la enfermedad genera recelo alimenticio frente a comidas malolientes y sabores amargos o rechazo futuro de lo comido si al cabo de unas horas algo interno se perturba (efecto García). El peligro externo oculto entra a través de los alimentos. Mientras no se demuestre lo contrario, un estado interno alterado es consecuencia de haber comido algo peligroso.

El aparato musculoesquelético es el encargado de ejecutar las conductas decididas en los distintos niveles de la red neuronal. Cualquier acción individual debe contar con el visto bueno del cerebro y para conseguirlo se exigen condiciones: la acción debe ser rentable y sin riesgos, tanto para el organismo en su conjunto como para el aparato músculoesquelético, en concreto.

El cerebro expresa su recelo-miedo a las acciones del individuo a través del dolor y la desgana. Consigue así la complicidad en la evaluación pesimista.

Hay, a veces, patología músculoesquelética que justifica la proyección de sentimientos de dolor y desgana motora.

Hay, otras veces, salud razonable músculoesquelética que descalifica la proyección de esos sentimientos, por parte del cerebro.

El individuo necesita la ayuda del profesional para juzgar las propuestas cerebrales: ¿justifica el estado del aparato músculoesquelético la proyección cerebral de los sentimientos de dolor?

El profesional puede y debe juzgar con fundamento las decisiones cerebrales y tratar de potenciar su racionalidad.

– Me duele.

– Veamos su columna. 1) Creo que hay motivos claros que justifican el dolor. Su cerebro tiene razón. 2) No veo justificación a las decisiones de su cerebro. Tenemos que conseguir un cerebro más sensato.

Un cerebro sano es un cerebro razonable. Cuidar la columna incluye conseguir ese punto de sensatez cerebral.

– Me da miedo moverme, estar sentado, acostarme…

– ¿No tiene miedo a ese miedo?

– Pues, no.

– Hace mal. En este momento es el miedo que usted necesita, el miedo al miedo…

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13 comentarios en «Grupos de dolor lumbar. (II) La ley del miedo»

  1. Otra entrada de gran interés Arturo!!!…En estos casos, como la iniciativa es en grupo, los padecientes tienen la oportunidad de poder compartir sus experiencias e interactuar con los demás para enriquecerse y con ello lograr una sensación de apoyo y de no «andar» ese camino solos…Lo cual para vencer los miedos creo que es clave…Por cierto, en el apartado de Conociendo el dolor de mi blog, he editado una zona con entradas de tu blog para que lo vean los pacientes. http://www.phisios.com/p/conociendo-el-dolor.html Espero que te guste, y si ves que es mejor cambiar algo, te agradecería cualquier consejo. Un saludo y que pases una gran semana Arturo!!!.

  2. Hola David. Me ha impresionado tu trabajo de recopilación de bibliografía y recomendaciones para situarse en este complicado universo del dolor. Si me permites, en relación a mis libros, puede que tengan dificultades para conseguir las monografías (Depresión y dolor; Dolor y cerebro). En su lugar recomendaría «Migraña, una pesadilla cerebral» pues recoge con bastante extensión y en formato asequible mis propuestas.

    Un abrazo

  3. Uno de las cuestiones que mas perjudican a las personas como yo, con un problema de dolor crónico y miedo atroz al movimiento, consiste en que la desorientación y perplejidad con que lo vivimos se ve agravada cuando comprobamos la tremenda disparidad de criterios que existe entre los profesionales de la salud a la hora de explicar su origen y su posible solución.
    Tanto es así que uno como paciente, tiene que hacer un gran esfuerzo para poder filtrar y armonizar si hace falta toda esa disparidad de opiniones.
    Pienso que no nos corresponde de ninguna manera a los pacientes hacer esta labor, es trabajo de los médicos, fisios y psicólogos.
    En mi caso ya venía con una tendencia al exceso de «comerme el coco» y como siento la necesidad de tener una base de conceptos claros que me de seguridad, ese enorme esfuerzo que he tenido que hacer, no ha hecho sino empeorarlo todo, ya que durante años no he dirigido mi energía ni mi atención al lugar correcto.
    De todas maneras, toda esta cuestión no ha sido del todo negativa, al menos he conseguido llegar a tener algo de criterio personal en lo que respecta a esta problemática, criterio que me permite opinar que el enfoque que el Dr. Goicoechea tiene al respecto, lo considere acertadísimo.
    Espero que mi cerebro y los cerebros de las personas en mi situación, por nuestro bien, se vean beneficiados por su trabajo Doctor.

  4. Sergio: son muchíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimos los cerebros que ya se han beneficiado del trabajo de Arturo, 😉 Lleva años nadando contra la corriente de la oficialidad y, gracias a ello, ayudando a montones de personas a salir de situaciones de dolor crónico.

    Estoy de acuerdo con lo que dices de que las personas que llegamos a esta información habiendo escuchado montones de diagnósticos y explicaciones contradictorias, y habiendo probado múltiples tratamientos y terapias (también contradictorias las unas con las otras), llegamos más fácilmente al momento Ahá, esto es lo que me está ocurriendo! Por la coherencia del planteamiento y la fundamentación biológica y neurológica de los síntomas.

  5. Estoy de tu lado Sergio, como cada dia que leo a Arturo y todos los comentarios de los que le seguimos .
    Siempre tengo la sensación que los comentarios expresan todo lo que yo siento al leer las entradas.
    La pedagogia no tan fácil de aplicar como parece al leerlo..llevarlo a la practica es dificil pero se consigue con paciencia y sobre todo hablando y compartiendo.
    Yo tengo la suerte de poder hablarlo con mi fisio, Raul, y me ayuda a racionalizarlo y aunque me desespero pués no siempre logro resultados, tengo claro ¡¡ ya¡¡¡ que desaprender todo lo aprendido hasta mi edad no es tan facil , pero se puede Crecer
    No se si repito mi comentario , ayer creo que después de escribierlo no lo mande correctamente

  6. Curioso!
    En el último curso de Moseley hicimos un ejercicio, primero había que enunciar entre todos, por grupos, la definición de dolor. Luego había que hacer añadir algo, para que esa definición no sirviera también para definir «miedo». La única diferencia es que el dolor se localiza en alguna parte del cuerpo…

  7. Gracias por lo que haceis,
    entender lo que a uno le pasa es el primer paso para curarse.
    edu puertolas

  8. Joaquín: la genética existe y cuenta como condición que facilita una determinada expresión al contacto con el entorno. Si se analiza la participación de esa condición, independientemente de factores externos poderosos, como es la cultura, estaremos definiendo la genética que hace vulnerable al individuo a esa circunstancia externa. Supongo que no han tenido en cuenta la llamativa incidencia de migraña en neurólogos y el hecho de que modificando las creencias se puede modificar la expresión de las crisis.

    El problema de esta información es que potencia la idea errónea y desesperante de que uno está condenado por genes a padecer la migraña, aunque siempre dicen que esos descubrimientos abren la vía a nuevos fármacos. Todo ello con el marchamo de la Ciencia. Siempre serán bienvenidos los datos pero de ahí a afirmar que han descubierto el 70% de la causa genética de la migraña y que el resto caerá abriendo la puerta a la solución hay un abismo.

    Como dice Cristina, nocebidad pura y dura. Para los padecientes, lamentable.

    Saludos

  9. Más que abrir la vía a nuevos fármacos, la convierten en la única esperanza. Y con ello se cierran todas las puertas a poder afrontarlo desde otra perspectiva; Sin embargo, algunos podemos demostrar por ejemplo, que no son más imprescindibles los fármacos que el manejo correcto de la información, y de hasta que punto estas noticias pueden condicionar nuevas crisis (pérdida de confianza).

  10. Yolanda: Todos estos dolores que tenemos, ya se encarga el cerebro equivocado de que sean muy pero que muy creibles y, a nosotros lo que nos toca hacer es desenmascararlo como un primer paso para poder neutralizarlo, pero claro, el mío, por ejemplo, se emplea con una intensidad y una eficacia tremendas, por lo que me toca a mi responderle tambien con la misma fuerza a base de argumentos ciertos.

    Antes pensaba que mi problema principal eran las articulaciones lumbares, pero ahora tengo clarísimo que no es verdad, mi problema principal consiste en: UNA MALA PERCEPCION DE MIS SENSACIONES CORPORALES COMBINADA CON UN ENTRAMADO MUY ESPESO DE CREENCIAS ERRONEAS QUE HACE QUE MI CEREBRO SE EQUIVOQUE EN SUS EVALUACIONES E INTERPRETE QUE EXISTE UN ENORME PELIGRO DONDE NO LO HAY Y POR LO TANTO INICIE UNA ESTRATEGIA ULTRADEFENSIVA INNECESARIA QUE ES LA QUE PROVOCA ESTE SUFRIMIENTO TAN BRUTAL QUE LLEVO PADECIENDO DESDE HACE TANTOS AÑOS.
    (Lo digo así en voz alta y contundente para ver si mi cerebro se entera de una vez).

  11. ¡¡¡Oido cocina Arturo!!!…Ya lo he cambiado…he actualizado la parte del libro y he creado un enlace al apartado de libros de tu blog. Me alegra que te haya gustado la recopilación de enlaces. A ver si coincidimos alguna vez de nuevo. Un saludo de un pobre fisio con un poco de zerebro a un Neurologo Atípico.

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