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Pedagogía en Neurobiología del dolor. Primum non nocere.

No está clara la autoría de la sentencia. “Primum non nocere”. Puede que fuera Hipócrates. Quizás Galeno. Posiblemente Syndeham.

En cualquier caso dicho quedó como cuestión fundamental en el ejercicio de la profesión sanitaria.

Los procesos del organismo son endiabladamente complejos, delicados en su trama química, sometidos a múltiples controles para garantizar los infinitos equilibrios que necesita el cuerpo para sobrevivir. Cada acción del profesional, etiquetada con el engañoso nombre de “una terapia”, introduce un cambio externo al que el organismo debe dar respuesta.

A las “terapias” se les supone la virtud de corregir defectos y excesos, reordenar, remodelar y reactivar componentes. Todo ello por obra y gracia de unas moléculas, unos ejercicios, unas manipulaciones o unos consejos.

– Tienes la serotonina baja. La subiremos con estas pastillas…

– Tienes esta vértebra fuera de su sitio. Te la coloco bien…

No es fácil imponer un nivel de serotonina ni una disposición vertebral donde y cuando nosotros queramos. Puede que lo único que consigamos sea dar trabajo extra al organismo para devolver serotoninas y vértebras al sitio del equilibrio.

– Me encuentro mejor

La mejoría tras la terapia fortalece la idea de dependencia de esa terapia, es decir, la convicción de que el organismo necesita ayuda externa. Puede que los síntomas no sean mas que la expresión de las expectativas, las creencias, el placebo.

Puede que el corto plazo engañe.

– Vuelvo a estar como antes…

A las terapias se les pide (y ofrecen solícitas) eficacia inmediata. El padeciente ofrece su organismo para que el terapeuta oficie sin resistencia.

– Relájese. Déjeme hacer.

Las terapias no son tan inofensivas como parecen. Generan efectos secundarios, no queridos pero inevitables y ocultos.

En toda acción terapéutica hay una acción informativa y pedagógica. Es un efecto secundario inevitable y oculto.

Una terapia puede parecer beneficiosa a corto plazo (a pesar de su efecto informativo perjudicial, inevitable y oculto) e ineficaz al medio y largo.

Muchas terapias alimentan expectativas de organismo degradado, vulnerable, necesitado de ayuda externa.

Muchas terapias perjudican en el fondo aun cuando parezcan benefactoras en superficie.

En las terapias ofician siempre manos y palabras (incluido el silencio). Muchas veces los efectos secundarios, inevitables y ocultos, derivan de lo dicho y/o callado mientras las manos prescribían fármacos o manipulaban músculos “contracturados”.

Los prospectos y explicaciones no informan de los efectos secundarios verbales. Por eso son peligrosos.

Primum non nocere…

– ¿Qué pensará mi organismo, Doctor, de esta terapia? Temo mi cerebro…

P.D. Está disponible la versión electrónica de mi libro “Migraña, una pesadilla cerebral”. Información en la portada.


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5 comentarios en «Pedagogía en Neurobiología del dolor. Primum non nocere.»

  1. Bienvenido Arturo!!!; qué alegría nos das a todos que estés de vuelta para poner un poco de cordura y racionalidad en la locura de las terapias actuales. Un abrazo.

  2. Que bueno volverlo a leer. Siempre con mente inquisitiva, de buscador profundo y polémico y por ello tan saludable.

    Tengo una fisioterapeuta, Vilma que ha escrito en este blog. Es muy buena. Esta en la línea suya.

    Como todas soy una mas en el turismo de las salas de rehabilitación, llenas de maquinas eléctricas, laser, etc. De 45 minutos de tratamiento, el 80% es estar sometidas a ellas. En efecto pasan los meses, los años y el resultado es como el de la lyrica: ratificar a mi cerebro que estoy muy enferma. Hay una dependencia.

    Hace 8 meses, después de la segunda prótesis de cadera, me encontré con Vilma, su énfasis profesional es la neurología, rehabilita niños con parálisis cerebral, down, y sus manos y dedos parece que “ven”. Una dedicación de 2 horas para tratar de rehabilitar músculos atrofiados, al inicio casi todos los días, hoy cada semana o 15 días.Usa vendajes en los músculos mas afectados de las pantorrillas, clava agujas ( no es acupuntura), algo de quiropraxia, algo de digitopuntura, masajes, hielo, compresas calientes, estiradas de músculos, Faldenkrais. Es decir una gran variedad de técnicas. Es un colage de técnicas, que ha a mi manera de ver existe una mezcla de intuición y conocimiento y por ello no cumple protocolos y va en descuerdo con la linea de la escuela norte americana.Es heterodoxa.

    Siempre me ha dicho que el objetivo es enviar nuevos estímulos al cerebro para romper el circulo vicioso. En el lenguaje del blog es rectificar a mi cerebro equivocado.
    Mi mejoría es notoria.

    Pero es fundamental la pedagogía para el dolor. Es una toma de conciencia singular y de responsabilidad con uno mismo.

    Durante 4 años hice taichi y meditación yoga,( del 98 al 2002) era muy bueno, pero me perdí en el sinnúmero de las recetas medicas de médicos que desacreditaban estas practicas que hoy son indicadas.
    Pero me ha quedado un zumbido a mas de los que tiene mi cerebro biológico, los “no verbales de la rehabilitación”

    saludos

  3. Estoy completamente de acuerdo en que las terapias pueden ser muy dañinas. Algo que me preocupa mucho también es la supuesta bondad de la prevención. Para mi la prevención pasa por dotar a la sociedad de unos mínimos que garanticen la salud. En los tiempos que corren, la prevención la estamos basando es escudriñar a los bebés y a los niños buscando señales de alarma que consiguen justamente eso: alarmar. Y, de paso, en lugar de hacer terapia a los 40 empezamos a los 3. Cuando la terapia es la correcta, pase, pero cuando la terapia es iatrogénica… ¿A ver cómo reprogramamos a una mujer de 50 años que lleva desde los 5 “tratándose” de un dolor inexplicable? Cuando atiendo a un chiquitín y veo en su historia clínica migraña, me echo a temblar.

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