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Memoria y aprendizaje

La cualidad fundamental de los seres vivos es la memoria.

Los sucesos dejan siempre huella. Es una huella variable y cambiante. Una posible es cero. Es un cero activo, aprendido.

Lo novedoso siempre es relevante pues pilla al sujeto sin memoria, sin huella de un suceso similar previo. La exposición repetida a un entorno permite construir la correspondiente huella: irrelevante (habituación al cero comprobado) o relevante (sensibilización).

A base de huellas de memoria el sujeto aprende a dotar de significado a la realidad. Construye creencias que no son sino huellas organizadas como convicción de que dada una circunstancia, unas determinadas condiciones, sucederá algo relevante o irrelevante.

La nocividad deja huella. Es una huella profunda, consistente. Contiene, además de la ficha del agente o estado nocivo, unas notas al margen que registran todas las circunstancias que se dieron en ese momento y lugar. Lo precedente en tiempo y cercano en espacio es sospechoso de complicidad aunque sólo sea probabilística.

El perro de Pavlov que oye un sonido de campana inmediatamente antes de la presentación de la comida acaba salivando cuando oye el sonido. Las campanas no hacen salivar. La visión de comida tampoco. No existe una vía de conexión directa entre el oído o la retina y las glándulas salivares.

Lo que hace salivar es la relevancia que la memoria atribuye al sonido de la campana y la visión de comida.

El dolor es el equivalente a la salivación. Es una respuesta de organismo. Expresa atribución de relevancia. Amenaza. Peligro. Aquí y ahora, por esta circunstancia.

La cultura condiciona fuertemente la atribución de relevancia, los contenidos de la memoria, el aprendizaje.

La comida en la boca hace salivar. Hay una probabilidad alta de que acabe en el estómago. La visión de la comida contiene una probabilidad menor de éxito pero mantiene la decisión firme de activar la salivación. La probabilidad de que el sonido de la campana garantice comida en estómago es menor.

El cerebro se mueve bien tomando decisiones sobre cosas tangibles: comida en la boca, a pie de boca o siguiendo (o no) al sonido de la campana. Acaba salivando con sentido común (probabilístico).

El problema surge cuando tiene que memorizar-aprender una realidad que contiene noticia de estados y agentes amenazantes intangibles, inciertos, ambiguos.

Se produce la salivación pero no hay evidencia de comida. Sólo sonidos de campanas. Sólo hay dolor y unas circunstancias o desencadenantes. Es un dolor, una salivación misteriosa, patológica…

– Me duele

– No tiene usted nada

No aparece la comida por ningún lado. Salivación. Eso es todo.

Si hay saliva es que el cerebro ha valorado anticipadamente la posibilidad de comida inmediata. No es un problema de glándulas salivares hipersensibles.

La solución no está en fármacos para reducir la salivación. Hay que tratar de conseguir que el cerebro no valore comida inmediata cuando no se da esa circunstancia.

Hemos olvidado las reglas básicas de la vida: memoria, habituación, sensibilización, reflejos condicionados clásicos, operantes… Hemos olvidado que como seres vivos estamos condenados a actuar sobre lo aprendido. Hemos olvidado que no todo lo aprendido es válido.

Pensamos que sólo hay memoria en lo que recordamos y podemos declarar (memoria explícita) pero estamos equivocados. Hay otra memoria, implícita en lo que el organismo decide que hagamos. El dolor contiene memoria implícita, inconsciente.

Duele donde y cuando X… luego cuando y donde X ha generado huellas de memoria que alimentan el miedo a algo amenazante.

El perro de Pavlov deja de salivar con las campanas si dejan de traerle comida. Los humanos no dejamos de recibir dolor aun cuando sepamos que no hay nocividad. Puede que imaginemos esa nocividad interna intangible y no hay quien nos convenza de que si duele algo tiene que suceder donde duele…

– No tiene usted nada. Convénzase e irá dejando de dolerle con el tiempo…

– YO algo tengo que tener. Deme algo, al menos, para que no me duela…

…………………………………………………………………………………………………………………………………………….

PD: me he levantado con la idea de escribir sobre reflejos condicionados para proseguir con el tema de la memoria-aprendizaje, sensibilización-habituación… y me he encontrado que en Body in Mind también hablan de lo mismo.


Este blog es solo la punta del iceberg, se puede hacer mucho más.


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    15 comentarios en «Memoria y aprendizaje»

    1. Arturo hoy te has superado, la entrada es estupenda y original, otra que mando a “favoritas”. Ya he recomendado en alguna ocasión releer esta otra entrada, “Memorias del dolor”, pero no puedo evitar volver a hacerlo porque automáticamente las he emparejado, creo que se complementan bien, la una para destacar el papel fundamental del aprendizaje y los sistemas de memoria, y la otra para resaltar la necesidad del “desaprendizaje”.

      http://arturogoicoechea.wordpress.com/2011/06/24/memorias-del-dolor-2/

      “La memoria puede modularse por el individuo consciente. Podemos retener las vivencias del pasado, rememorar dolores viejos pero podemos despojarlos de su impacto emocional, enfriarlos, quitar relevancia a su significado”.

      Gracias Arturo por seguir alimentando el blog, nunca pierdes la originalidad, nos tienes “mal habituados”, 😉 Aunque sí es verdad que podrías tomarte un respirito de vez e cuando reeditando “viejas” entradas del blog, hay verdaderas joyas entre las más de 700 entradas que ya has escrito…

      Un saludo.

      Un saludo.

    2. Me ha gustado especialmente la entrada de hoy. También he seguido la sugerencia de Cristina y he leído una entrada anterior “Memorias del dolor”. Ayudan a comprender, pero resultan inquietantes…..

      ¿Tan caprichoso es nuestro cerebro que juega al despiste y emite percepciones erróneas?
      ¿Cómo sabemos cuando no es fallido su dictámen? ¿Qué extraño mecanismo tiene nuestra memoria que a veces nos resulta imposible recordar algo que sabes positivamente que tienes archivado? Es más, la sensación es que vas a coger un libro del estante donde debería estar y allí precisamente hay un hueco vacío. Luego….. horas , días o x-tiempo más tarde lo recuerdas (como si lo hubieran devuelto a su lugar).

      Cuando después del tratamiento de neuroradiología y preocupada porque me notaba más espesa que habitualmente le pregunté al neurólogo qué pasaba…….y me contestó diciendome que simplemente era falta de atención. Todavía me lo pregunto…..

      Sí creo que la memoria registra más claramente cosas dolorosas y quiere advertirte cuando las circunstancias vuelven a repetirse…..pero también olvida cosas que nos causaron mucho dolor! ¿Es un mecanismo inconsciente…..o podemos “programarlo”?

    3. Virginia: no hay capricho ni ganas de jugar. Simplemente memorias, predicciones, miedos, apuestas que se activan en función de variables que no siempre controlamos. El cerebro obedece a razones y dinámicas que desconocemos.

      Nos gustaría controlar la memoria: encontrar los datos que necesitamos, olvidar los que nos hacen sufrir… pero no tenemos un mando a distancia ni somos los dueños de lo que se cuece en los circuitos. El cerebro no forma parte de nosotros sino más bien al contrario.Eso no quiere decir que no existe la voluntad, el control. Existen y son importantes. Hay que aprovechar las oportunidades que nos permiten influir en el proceso y renunciar a controlar lo que no está en nuestras manos.

      La herramienta del conocimiento es poderosa en ambas direcciones: en lo erróneo y en lo acertado. A través de lo que aprendemos voluntariamente podemos introducir cambios en las decisiones del cerebro.

      Saludos

    4. Virginia: te contestará Arturo mucho mejor, yo sólo te señalo que la percepción no es errónea, el dolor que percibes es REAL, lo que es errónea es la evaluación que subyace, la valoración que hace el cerebro tras analizar la información disponible (la que guarda en sus archivos de memoria y la que le llega a través de los sentidos). El dolor es una respuesta defensiva, si el cerebro decide activarlo a pesar de no haber un daño relevante o una situación amenazante para la integridad física del organismo es porque ha valorado amenaza atribuyendo relevancia a algo que no la tiene, como puede ser la niebla, el viento Sur, los alimentos, el sol, la menstruación… Más que caprichoso, podría decirse que se trata de un cerebro hipocondríaco, hipersensible, que teme a lo irrelevante.

      Se puede desaprender a tener migraña y a tener fibromialgia, cambiando las creencias y las atribuciones de relevancia, ya lo dice Arturo:

      “La memoria no es una función con contenidos inamovibles. No es un archivo con fotografías, películas, registros. Es un proceso dinámico, sometido a reconsideración, retoques, actualizaciones. Contiene mucho de imaginado, acoplado a los datos de lo real…

      Y la moraleja: “Trabaje la memoria para conseguir olvidar”.

      Un saludo.

    5. buenos días.
      Me parece tan positivo como se va hilando una cosa con otra. Rescato el aporte del Dr. Arturo, y felicito su gestión, su forma de exponer el tema, redacción tan pedagogica.y literaria. Vacia sus conocimientos.
      Ustedes con aportes solidos. Es un blog de excelente nivel.

      Cristina. He estudiado tus comentarios. Tengo claro el panorama. Veo que los psicólogos tradicionales de mi universidad se niegan a ver otros horizontes. Me fue mal ayer cuando esto explicaba a dos de ellas.
      Muchos saludos
      Patricia
      desde la ciudad del volcán dormido. Quito

    6. Yo sí que he salivado con esta entrada 😉 como si tuviera en mi boca el más preciado de los manjares. Cuánto disfrutaba yo leyendo estas cosas cuando estudiaba. He vuelto a los 18 de golpe. Gracias, Arturo!

      Respecto a la memoria, la atención… no sé si os servirá pero yo le suelo decir a los pacientes que la memoria es un armario grande con un fondo amplísimo. Todo se va acumulando allí, no se pierde nada, pero no se puede tener todo a la vista. En los armarios de casa, nosotros decidimos qué ponemos más cerca, qué caja va la última del todo… pero el orden del armario de la memoria no lo decidimos nosotros. El cerebro decide qué pone delante y qué detrás. Si el cerebro está alarmado por una amenaza de daño, lo razonable es que le importe un carajo dónde hemos puesto las llaves del coche y la cajita de “las llaves del coche las he soltado encima de la mesa de la cocina” vaya al final del todo.

    7. Mar, olé por tu aportación….habrá que descolocar el armario para desorientar el cerebro????
      Un besazo¡¡¡

    8. “La memoria puede modularse por el individuo consciente. Podemos retener las vivencias del pasado, rememorar dolores viejos pero podemos despojarlos de su impacto emocional, enfriarlos, quitar relevancia a su significado”.Me ha encantado esta frase y me encantaria enfriar totalmente y quitarle relevancia al aura, a algo que para mi es un mundo y seguro no, fijo , que es algo nada importante, a mi me condiciona dia a dia…pero si he podido controlar los vomitos matinales despues de 1 mes sin ellos, me imagino que mis pensamientos sobre el aura tambien los podré llegar a controlar como antiguamente…lo que no recuerdo es como llegue a perderles el miedo cuando estuvieron tanto tiempo sin aparecer, me imagino que simplemente se fueron sin más y las olvide…espero que asi sea esta vez…
      Me ha gustado mucho este articulo de hoy, y como dice Cristina es emocionante todos los dias leerlo, yo poco puedo aportar siempre con mi monotema pero me encanta comentarlo para que sepais que estoy ahi, fuertemente, estudiandolo, y leyendolo con muchisima fé.
      Muchas Gracias Arturo, Cristina, Mar,Joaquinwc,Sol,Ani,ISi…..etc y etc….Muchas Gracias por hacer que cada dia sea más fácil y cuando me ronda el pensamiento negativo del aura leyendoos se esfuma….y veo lo estúpida que puedo ser por condicionar mi vida por un por si acaso….
      Un abrazo¡¡

    9. Carmen: No podemos ni ordenar ni desordenar el armario de la memoria. Es más bien el cerebro el que decide si ordena o desordena y el que nos despista cuando su orden no coincide con lo que a nosotros nos gustaría. Lo que sí podemos hacer es sugerirle qué orden preferimos. Como cuando en el cole nos aprendíamos las tablas de multiplicar. Supongo que el dos por dos son cuatro no es un contenido muy relevante desde el punto de vista del cerebro pero si nos pasamos varias tardes repitiéndolo en voz alta, escribiéndolo, etc… cuando vayamos a buscar el recuerdo el día del examen puede que el cerebro tenga a bien ponerlo a la vista porque haya comprendido que para nosotros sí es relevante.

    10. Osease Mar q debo evitar recordar lo q me transmite el aura,al menos no obsesionarme para que el cerebro crea q para mi no es relevante?¿como lo pude conseguir durante 15 años?es cierto q el año pasado antes de la primera crisis las recorde,es mas hasta las visualice….y a los pocos dias aparecieron….en la segunda crisis…es muy peculiar lo q me ocurrio…calcule para cuando me tocaba la siguiente,basandome en mis primeras crisis de niña que hubo tres meses de por medio,pues llego el dia X y me levante muy rara,vomitando,mi marido marchaba a trabajar y le pedi q me llevara a casa de mis padres,yo sabia q iba a venir….llegue a casa de mis padres y a los 10 minutos estaba alli,le dije bienvenida a mi vida denuevo,me duro unos 15 min,eso si se me durmio lengua,brazo dcho y era incapaz de pronunciar baño…no temble como otras veces,si me dieron ahogos y ahora pienso q yo misma me la provoque…dueante

    11. Durante un tiempo tenia una especie de ritual de 10 a 11 era mi hora del “miedo” la hora en q me ocurrio las otras veces y yo pendiente de pir si acaso, me levantaba vomitando…ya llevo un mes sin vomitos, y me qedaba sentada por si venian….gracias a dios eso lo he superado…pero creia q me estaba enloqueciendo….porfavor no me tomeis por chiflada con lo q acabo de contar…para mi ha sido duro y todavia lo es…

    12. No pienso que estés chiflada, Carmen, creo que lo que estás es muy asustada. También pienso que con cada comentario te lío más. Si estás convencida de que el planteamiento del blog es correcto, habla con tu psicóloga y que te diga claramente si ella enfoca tus dificultades desde esta perspectiva o no. Porque si no es así, entre unos y otros sí que te vamos a enloquecer. Si ella trabaja en esta línea, que te aclare en consulta las dudas que te van surgiendo. A distancia es mucho más difícil. Espero que no tomes a mal esto que te digo.

      Un abrazo, Carmen.

    13. Mar,para nada me parece mal, con mi psico lo q mas trato es la agorafobia y los ataques de ansiedad,el miedo q ahora me ha entrado a salir sola por si….este otro tema lo trato aqui,vamos os leo cada dia y mi psico lo sabe…no creo q me lies igual soy yo q estoy opcecada con otra idea…o entiendo mal…hasta el momento entiendo q el cerebro tiene memoria y aveces recurre a ella cuando se siente amenazado,y lo q hay q hacer es conven

    14. Convencerlo de q no hay peligro y a base de convencerme yo misma q no hay peligro por el q alarmarse,el cerebro acabara por no recurrir a esa carpeta de memoria,al menos eso entiendo yo…siento escribir mal,desde el movil es mas complicado jeje….corrigeme si me equivoco,pero para nada me va a parecer mal lo q me digais,se q vuestra intencion es ayudarme,y yo me esfuerzo tambien por encontrar salida…
      Un besazo!!!

    15. Carmen: te insisto de nuevo. No creo que te vaya bien trabajando por un lado la ansiedad y, por otro, el dolor. Creo que el tratamiento de todo lo que te pasa debería trabajarse desde la misma perspectiva. Si la psicóloga no considera que el dolor sin daño y la ansiedad (incluida la agorafobia) tienen que ver con un cerebro que ve peligro donde no lo hay, todos tus esfuerzos de comprensión van a ser en vano. Ante tanta incertidumbre y contradicción tu alarmista cerebro no va a saber con qué quedarse y, ante la duda, va a seguir considerando que salir de casa, moverse, hablar con personas, etc es “malo para ti” y va a hacer todo lo posible porque lo evites.

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