He participado recientemente en una mesa en torno a la Fibromialgia. Anestesista, Psicóloga, Fisioterapeuta, Nutricionista bioenergético y un servidor, Neurólogo no representativo. Quince minutos para cada ponente.
Fibromialgia: dolor músculoesquelético. Origen desconocido. No hay curación. No es una enfermedad psiquiátrica. Procesamiento patológico del dolor.
Fármacos no muy eficaces. Algo de alivio. Analgésicos, antinflamatorios, antidepresivos, antiepilépticos (“neuromoduladores”)…
Complemento de ayuda psicológica. Terapia cognitivoconductual. Combatir el catastrofismo. Renunciar a las curaciones milagrosas. Mantenerse a flote como sujeto que tiene una vida por vivir a pesar de todo. No caer en la tiranía de “tienes que ser positiva”…
La Fibromialgia forma parte de los Síndromes de sensibilización central. Cerebro normal pero equivocado potenciando conducta de enfermedad en organismo razonablemente sano. Importancia del aprendizaje tutelado por la cultura (ese soy yo…).
Los alimentos bioenergéticos. Los recomendables en la Fibromialgia. El yin y el yang. Oriente. Sabiduría milenaria. Equilibrios a restaurar con la dieta.
Músculos que necesitan mimos. Contracturas. Puntos dolorosos. Piscina, masajes. Hay que ser positiva. Ejercicio sólo el tolerado por cada cuerpo. No forzar.
En fin… Lo multidisciplinar.
Resultados de un estudio con abordaje multidisciplinar:
– El abordaje habitual: fármacos y desprecio: poca eficacia o ninguna.
– El abordaje multidisciplinar: mejor que fármacos y desprecio.
Domina la idea de enfermedad que afecta lo músculoesquelético, aun cuando esté probado que no es así.
Domina la idea de que hay que cuidar el músculoesquelético, tanto física (masaje, relajantes musculares) como psíquicamente (relajación, estrés).
Domina la idea de que hay que cuidar el sueño para conseguir un buen descanso muscular.
Se habla de cerebro patológico, afectado, vulnerable, delicado, complejo, inexcrutable, víctima…
Ni palabra de la importancia de la cultura, del aprendizaje, de la responsabilidad del cerebro como victimario, como generador del infierno en el que debe malvivir la víctima.
Puede que alguien de la audiencia captara el mensaje. Intento hablar con la Psicóloga.
– Interesante…
– Tengo un blog…
Ya les contaré. Me temo que todo seguirá igual.
Fármacos ineficaces, apoyo psicológico y mimos musculares. Comprensión y apoyo social.
¿Qué hacemos con el cerebro?
– Mimarlo, por supuesto.
Es lo que hay. ¡Ay, Ay, Ay!
Me ha dejado un poco “plof” lo que cuentas Arturo, eso de “mantenerse a flote como sujeto que tiene una vida por vivir a pesar de todo” creo que lo intentamos hacer todos los padecientes, el problema es que esa “vida” no es vida… es un sinvivir… El equipo multidisciplinar no saca de la cárcel al inocente, lo mantiene encarcelado con un mayor confort…
Veo el panorama muy gris, menos mal que, para compensar, he leído un artículo hoy que me ha hecho muchísima gracia y siempre me quedará el recurso de “darme a la bebida” … para consolarme. Sé que no es la entrada idónea para colgar este link, debería hacerlo en una sobre el sistema de recompensa, pero no he podido resistirme, al fin y al cabo, hablan sobre el cerebro aunque sea el de las moscas… Muy atentos al “hallazgo” porque puede ser la cura para las adicciones y también para los trastornos en la alimentación, la ansiedad y el sueño. Cuando descubran la pastilla que aumenta la cantidad de neuropéptico Y … bien seguro que la incluyen en el cocktail de medicación para la fibromialgia… Os recomiendo leerlo, será super”científico” pero es tan surrealista que más bien da risa… la investigación se titula: “Las moscas se dan al alcohol cuando no pueden aparearse”:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/03/15/actualidad/1331838933_489145.html
Un saludo.
Arturo : enhorabuena por tu entrada…ay,ay…es lo que hay…genial,sencillamente genial
¡Que dificil es aprender a olvidar!…miasmas culturales…haberlas haylas.
Lamento tu decepción, Cristina. Pero, a la vez, quería comentarte que de las diferentes formas de abordar el dolor sin daño en salud mental la de la escuela cognitivo-conductual no es la peor. Creo que es la menos dañina y la más digna para el padeciente por más que sea, igualmente, infructuosa e injusta. Me explico, se puede entender que el dolor sin daño no es objeto de la disciplina y rebotar al paciente a atención primaria con un (más o menos educado) ¿a mi qué me cuentas? (y el conveniente fármaco de moda). Se puede juzgar al individuo como rentista. Se le puede incluir en el mismo barco que a la conversión histérica (categoría peyorativa donde las haya). O se puede asumir desde la somatización y hacer pensar al individuo que su forma de ser/estar o sus “penosas” circunstancias difícilmente modificables son las responsables del dolor. Para gustos…
Sobre las moscas, el rechazo sexual y el alcohol… detrás de esto vendrá algún anuncio rimbombante acerca de un nuevo fármaco para curar el alcoholismo, superar los rechazos sexuales o las dos cosas a la vez. Haces bien en tomártelo a guasa…
Arturo, cuando he leído en alguna de tus entradas que le añades a la pedagogía el apellido de cognitivo-conductual me ha preocupado la confusión que eso puede generar. La TCC (terapia cognitivo-conductual) es la psicoterapia por excelencia en el sentido de que es la que se recomienda de forma conjunta (casi siempre como coadyuvante) a las intervenciones farmacológicas en las Guías de Práctica Clínica de los diferentes trastornos. Está auspiciada por la Medicina Basada en la Evidencia. Si algún profesional se asoma a tu blog, puede creer que es lo que tú defiendes. Y nada más lejos. Si lo hace un padeciente o lego en la materia, puede pensar que cualquier profesional de la salud mental que se defina como “practicante” de la TCC aborda el dolor sin daño como se hace en este blog. Y la TCC, como otras escuelas de psicoterapia, peca de lo mismo: de no contemplar el papel del cerebro como gestor y la complejidad de las relaciones cerebro-individuo. Dicho queda.
Un saludo a tod@s.
Hola Mar: normalmente los profesionales sanitarios estamos acostumbrados por formación (o deformación) a clasificarlo todo. Clasificamos las enfermedades, los pacientes, los tratamientos, las técnicas, las personas,…Así también, cuando tratas de explicar a algún profesional el abordaje que hacemos de la migraña suele haber una tendencia a intentar meter este tipo de abordaje en una de esas clasificaciones. Y cuando ya no te queda más remedio que hacerlo lo encajas en la TCC porque crees que es la que más se puede parecer. Y básicamente porque lo que hacemos es un trabajo desde lo cognitivo (cambio de creencias respecto a la migraña) y lo conductual (cambio de los comportamientos cuando afrontan el dolor y su vida dominada por el dolor).
Pero está claro que los contenidos del abordaje no tienen nada que ver con la TCC. Así que tienes razón, que para evitar confusiones habrá que huir de esta clasificación.
Un saludo.
Mar: yo te iba a decir más o menos lo que te ha dicho Iñaki, yo he hecho psicoterapia cognitivo-conductual basada en creencias erróneas sobre el origen del dolor, y esto no funciona, ahora bien, no funciona por el contenido, no por el enfoque en sí. De hecho, la cognitivo-conductual es el único tipo de psicoterapia que yo quise “recibir” y busqué expresamente una psicóloga que trabajara con este enfoque. El problema fue que yo no sabía (ni ella tampoco por supuesto) que detrás del dolor sin daño “aparente” no está una personalidad ansioso-depresiva ni una mala gestión de lo emocional, ni una somatización, sino un cerebro equivocado por la información alarmista.
Sí que creo que lo que se hace en los cursos de migraña (y lo que se debería hacer con padecientes de fibromialgia) entra dentro de un abordaje cognitivo-conductual, pero lo que cambia sustancialmente en relación con la psicoterapia que yo hice es la información que subyace.
Y mi decepción ha venido más bien porque se sigue sin contemplar el papel fundamental del cerebro “equivocado” (por los contenidos culturales) y porque se sigue tratando a la fibromialgia como “enfermedad” incurable que hay que sobrellevar de la mejor forma posible, con masajes, alimentación correcta, ejercicio moderado y apoyo psicológico. Y ésta no es la forma correcta, puede serlo pero siempre que detrás tengamos la información como sustento. Sí que veo que será mejor tener a mano un equipo multidisciplinar que trabaje en la línea cognitivo-conductual (aunque transmitiendo información errónea) que no tener nada y sentirte desvalido e indefenso ante la falta de tratamiento, apoyo y comprensión, pero lo que quería resaltar con mi anterior comentario era únicamente que lo que “libera” realmente es la información sobre dolor, no un abordaje multidisciplinar que ayude a sobrellevar una “enfermedad incurable”.
Pero entiendo también lo que señalas, puede parecer que cualquier profesional que trabaje con la TCC lo hace dentro del planteamiento pedagógico de este blog, y ahí tienes toda la razón en que ni mucho menos es así, yo he dicho en más de una ocasión que a mí la psicoterapia me hizo un daño enorme a cuenta de la información basura sobre dolor (y sobre estrés, ansiedad, insomnio, depresión…) que me transmitió, y era cognitivo-conductual. Por eso creo que se hace tantísimo hincapié en el blog en que lo fundamental es la INFORMACIÓN, para que no haya lugar a confusiones.
Sobre las moscas, también estoy contigo, vendrá una pastillita “mágica” para dejar de beber, dormir mejor, incluso para minimizar el impacto emocional del rechazo “social”… Lo que me ha divertido es la descripción de la preparación de los dos grupos de moscas, un grupo a una vasija donde les esperaba poco menos que una orgía de moscas vírgenes, y el otro a la vasija donde las moscas hembra ya venían bien “apareadas”, y de ahí pasan a ofrecerles bebida, 😉
Preguntas varias.
Varias preguntas sueltas han salido de mi mente y como un lego me digo a que a lo mejor están en el trasfondo del misterio de la enfermedad.
1. se nace con fibromialgia o se dispara la fibromialgia por algún factor desencadenante a lo largo de la vida?. Hay factores genéticos?.
2. algunos médicos son contundentes y dicen: se dio la enfermedad porque hubo un trauma psicológico?. Si es así, el Dr. Arturo planteó una hipótesis y es el parecido con la esquizofrenia. Esto quedó en mi mente como una mariposa que revolotea. Me gustaría saber cuales son las evidencias que llevan a plantear esa hipótesis. Se que es delicado este tema.
La pedagogía del dolor, es una innovación y me hace recordar mucho la vivencia con mi madre que murió hace 2 años con 101 años de edad y de una hermana de 78 años con un severo traumatismo craneal y 2 operaciones graves y que ahora esta en tan buenas condiciones.
Ambas tienen una salud envidiable. Rescato de sus vidas lo siguiente:
1. Un equilibrio emocional muy bueno pese a las adversidades de la vida.
Una novelería en medio de las cosas rutinarias del vida.
2. control de las emociones y del dolor bajo este lema: hay que sobreponerse y no hacerle caso. Nadie se muere de amor me decía. El olvido del dolor era relevante, me parecía que sus cerebros trabajan así.
3. Horas disciplinadas en comer y dormir. Vida muy ordenada.
4. libertad interior y un trabajo espiritual constante.
5. su alimentación libre de químicos, lo que la buena tierra producía.
6. Actividad física constante: mi madre me decía en sus 99 años: no soy como esas viejas, que pasan ociosas y se hacen inválidas. ( creencias de su época). Dejábamos que haga lo que ella quería.
Ella murió, porque un medico le dio una pastilla para dormir para evitar que se caiga la noche cuando iba la baño. Pero se cayó tan malamente en pleno día y a vista de mi hermana que le provocó un derrame interno cerebral y fractura de vertebras dorsales.
El advenimiento de la modernidad, la emergencia de otras formas de familia y de vida, la conquista de los derechos de las mujeres, nos han ubicado en la triple tarea del día a día: ser mujer, ser madre, trabajadora, buena profesional con autonomía en relación con su opuesto. Vidas estresadas. Antes las mujeres in visibilizadas , en su espacio privado, dependían de sus maridos y sobre todo de la familia como soporte de afecto, compañía, solidaridad.
Vivimos como pacientes mujeres esta complejidad del entorno, y en verdad la pedagogía del dolor ayuda tanto
Y regreso a la pregunta inicial.
Y vuelvo a preguntar en términos ontológicos, si la fibromialgia tiene un trasfondo existencial que malogra el cerebro en personas sin patología psíquica?
Por en cuanto, sigo abriendo mi mente y empezando a practicar la pedagogía del dolor..
Un saludo
Patricia. Quito.Ecuador
Iñaki: yo misma, si alguien empieza a indagar en el nuevo enfoque del grupo de dolor y corre “peligro” la historia, me pienso ir al proceso de atención al dolor que editó el Servicio Andaluz de Salud y jurar por Snoopy que hago TCC tal y como mandan los cánones del buen hacer.
Pero, y perdonad la insistencia, yo desmarcaría este enfoque de la TCC en el blog. El quid de la cuestión está en la frase que tú mismo has utilizado “hacemos un trabajo desde lo cognitivo y lo conductual”. La TCC hace un trabajo desde lo cognitivo para modificar lo conductual. Y atribuye a la creencia del individuo la causa de todos los males. En el tema del dolor en concreto, la TCC considera que las creencias catastrofistas del individuo acerca del dolor, su miedo al dolor y la sensibilidad a la ansiedad (una especie de miedo al miedo) son los que provocan un mal ajuste de la persona al dolor. Este “mal ajuste” se refiere a puntuaciones altas en escalas de dolor, en discapacidad funcional, en ansiedad y depresión. Como ejemplo de lo que consideran una creencia catastrofista, la de Cristina: “la vida con dolor no es vida”. Decirle a alguien que sufre dolor constantemente y que tiene su vida limitada por ello que está siendo catastrofista por pensar así es poco menos que un insulto. La TCC no plantea el catastrofismo desde la perspectiva del blog. Vosotros lo que modificáis es el catastrofismo referido al significado del dolor: a asociarlo con enfermedad (“algo tendré si duele”), a alguna lesión (“pinzamientos”, “hernias”, etc). Y lo hacéis a través de dar información al individuo consciente para llegar al jefe en la sombra. El afrontamiento activo es indisoluble al cambio de creencias, va en el mismo paquete. Lo que gráfica y magistralmente expresa Cristina con su tablero de parchís. Para la TCC es la creencia la que modifica la conducta y su separación no es sólo pedagógica como podría ser vuestro caso. La teoría parte de que los pensamientos son causa de las emociones y la conducta, en lugar de asumir que son funcionan en bloque aunque, como la misma Cristina explica, por algún sitio haya que empezar (con alguna ficha en concreto). Volviendo al principio, considerar que es posible un buen ajuste al dolor ya de por sí es chirriante desde varias perspectivas. En el fondo, no es diferente al enfoque médico habitual. Lo que hacen es modificar el paso intermedio sin plantearse al que da la orden. En lugar de las moléculas, lo que abordan es el contenido en conciencia de la respuesta de enfermedad. Como el fracaso está asegurado, igual que cuando se administra un fármaco, empezamos a juzgar al padeciente: se resiste, la ganancia secundaria, no se implica, su personalidad, somatiza… ¿Os suena?
Pues eso, que me sienta muy mal que os incluyáis en eso. No os hace justicia. Hay una opción de cara a otros profesionales, bastante desprestigiada por cierto, pero que yo también me he planteado: psicoeducación. En el blog yo dejaría lo de pedagogía a secas, dejando claro que lo que se facilita en los grupos es información. Cuando tengo que recoger el plan de actuación en la historia clínica lo escribo así: se facilita al paciente pedagogía cerebral y se reorientan los mecanismos de afrontamiento.
He de reconocer que no comparto los postulados de la TCC ni en el dolor sin daño ni en otros problemas.
Mar , un buen punto a reflexionar. Eres medica o tienes alguna profesión afín.?
Yo a mas de ser socióloga fui enfermera en medio de familia de médicos.
Como paciente puedo decir que el dolor engendra de por si efectos psicológicos y va moldeando al cerebro para que catastrófico o que a lo mejor si ya lo era lo agudizó y a quien no?
Conducta, emociones, racionalidad, pasiones. Espíritu, cuerpo.materia, alma . etc etc.Traumas, yo, ego, superyo; consciente, inconsciente, subconsciente. etc. etc.
todo esto una verificación de la complejidad de nuestro cerebro y de la ciencia en sus indagaciones con diferentes teorías y épocas.
Esto no es nuevo en el debate y en la acción, sobre como mismo somos los humanos y el metodo de autoconocimiento.
La TCC, lleva a tomar conciencia y racionalizar. Pero como paciente no me es tan relevante si es pedagogia del dolor o re-educacion psicológica. El hecho es que funcione. Si es relevante para las indagaciones científicas sobre el dolor.
Estos debates no son nuevos, son muy antiguos. Y tomo el ejemplo de los ermitaños de los primeros años y siglos después de Cristo. Grandes conocedores de si mismo y del ser humano.Grandes psicólogos. Podemos hablar de otros sistemas religiosos como mencianaba el Dr. Arturo.
Entonces cual es mi opción como enferma de fibromialgia. Está todo en mi cerebro? Debo distinguir que hay partes alteradas por x motivos en mi cerebro. La distancia es bien grande.
Y solo digo: bueno, como duele y cuanto afecta mi vida? Filosoficamente se que nada se construye en la vida sin dolor?.
Es o no es así?
La enfermedad si ha sido una maestra en mi vida. Lucho para no sucumbir y me ha dado una tesura de vida llena de fortaleza.
Saludos
¡Animo, Arturo! Por lo menos (y ya que salen moscas a colación), llaman a participar a estas mesas a una “mosca cojonera” como tú (en el mejor de los sentidos posibles, claro). De alguna manera se está teniendo en cuenta los postulados que aquí se defienden.
Me imagino la cara de “¿y a este tío de dónde lo han sacado?” que pondrán tus compañeros de mesa.
Espero que no te dé por empinar el codo al salir de las ponencias…Ja Ja
Mucho ánimo!
Me uno a tus palabras.
Hay que persisitir
saludos
Yo no tengo un conocimiento tan exhaustivo como el de Mar sobre la TCC, será por ello que no termino de ver incorrecto poner a la pedagogía de Arturo el calificativo “cognitivo-conductual”, conocer la fisiología del dolor para cambiar creencias erróneas y conductas de afrontamiento, con un compromiso activo y papel protagonista del padeciente en el proceso… y con un análisis y proceso de reflexión profundo sobre el aprendizaje y la transmisión cultural que ha “causado” la disfunción evaluativa… Será esa visión simplista que tengo de lo cognitivo-conductual lo que hace que me guste que Arturo defina así a su pedagogía, también tiene la culpa esta entrada que pongo a continuación, que me encantó, me pareció “genial” en su momento, no la había releído jamás pero recordaba que llevaba el apellido “cognitivo-conductual” en el título así que la he buscado y releído y me sigue “enganchando” y convenciendo.
http://arturogoicoechea.wordpress.com/2010/02/14/fisioterapia-cognitivo-conductual/
De hecho, a raíz de leer esta entrada reflexioné sobre las diferencias entre la psicoterapia (TCC) que hice en su momento y la pedagogía de Arturo, y llegué a la conclusión de que el enfoque era correcto pero lo que cambiaba sustancialmente era el contenido, el conocimiento sobre qué produce el dolor, y eso es lo que lo cambia TODO, aunque las técnicas de análisis, reflexiones, quitar relevancias, el papel tan importante que juega el miedo, afrontamiento activo… de la TCC son similares. También es verdad que no creo que haya una única forma de hacer TCC, cada maestrillo tiene su librillo…
Sobre lo que Mar comenta sobre el catastrofismo, no creo que únicamente se “modifica el catastrofismo referido al significado del dolor (asociarlo a enfermedad)”, sino que para conseguir darle la vuelta a la disfunción evaluativa se trabajan tanto las creencias catastrofistas del individuo acerca del dolor como la parte evaluativa “cerebral”, la valoración catastrofista que hace el cerebro sobre la realidad del organismo, y ahí entran en juego el aprendizaje, la transmisión cultural, la información alarmista… todo eso se ha de analizar y “reconducir” (para derribarlo y construir de nuevo). En la migraña, por ejemplo, pocos padecientes creen que en su cabeza esté ocurriendo “algo terrible”, más bien lo atribuyen a los desencadenantes (alimentos, estrés, lo emocional, lo hormonal…), hay que enseñarles a ver que esas creencias erróneas, ese atribuir relevancia a lo irrelevante es lo que hace equivocarse al cerebro y hacer una valoración “catastrofista” (a la baja) sobre la realidad del organismo, en este caso la cabeza. En esto que comento es en lo que más se me parece este planteamiento a la TCC, en dar importancia al aprendizaje que subyace al “problema” para cambiar el afrontamiento del mismo, en dar las herramientas que posibilitan el “cambio”. Pero ya digo que mi conocimiento es “limitado”, más bien simplista, igual es precisamente esto lo que Mar señala que marca la “diferencia”, que la TCC culpa al individuo por su visión catastrofista del tema, cuando el culpable es el cerebro por su visión catastrofista de la situación, pero esa es justo la diferencia que yo veo en el CONTENIDO, no en la forma.
De todas formas, sí hay un nombre que define de forma genial al planteamiento de Arturo y que no da lugar a que se confunda con nada, la “reprogramación neuronal”, pero si nos preguntamos cómo se lleva a cabo, pues a primera vista me parece adecuado decir que se consigue a través de la pedagogía desde un enfoque cognitivo-conductual (dar conocimiento para cambiar creencias y conductas de afrontamiento erróneas), Arturo te vas a tener que “mojar”… porque ya sabemos todos lo importante que es para ti llamar a cada cosa por su nombre, 😉
Termino con una “conversación” que he tenido con Ani que me ha encantado, me dijo que lo del picoteo multidisciplinar le ha recordado a que en la gastronomía de su país hay un plato que se llama piqueo criollo y es un plato dividido en 6 partes donde hay 6 potajes de la comida peruana… bien trabajoso. “Y lo peor es que todo ese equipo de profesionales no sirve si no explica lo que debe explicar: el cerebro alarmado y equivocado”. Pues eso precisamente, ya le dije a Ani que el equipo multidisciplinar viene a ser como el piqueo criollo pero sin la sal… muchos ingredientes, mucho trabajo pero luego no sabe bien, 😉
Y yo que pensaba que tú me entenderías, Cristina 😉
En el dolor sin daño, el objetivo estrella de la TCC es el catastrofismo. Se intenta por todos los medios que el individuo no piense cosas como “no puedo soportar este dolor”, “la vida no tiene sentido con este dolor”, etc., a la vez que se insiste en que el dolor sin daño no tiene cura y hay que aceptarlo y seguir con la vida. Ya lo he dicho antes, considerar que es catastrofista que una persona que sufre dolor diariamente piense algo así me parece aberrante. Que se intente que vea la vida de otro color mientras lo condenamos al daño para toda la vida es muy cruel. No se cambia ninguna otra creencia respecto al dolor en la TCC. Sigo pensando que, a pesar de todo, es la menos mala de las opciones en salud mental. Pero yo prefiero desmarcarme salvo estricta necesidad.
(Cristina, prometo pasarte por correo el cuestionario de catastrofismo que utilicé para la “tesina”).
Patricia: no recuerdo haber planteado una similitud de la fibromialgia con la esquizofrenia. Unicamente hice, creo, un comentario sobre la disfunción de la copia eferente en ambos cuadros pero en la fibromialgia está referido al dolor y en la esquizofrenia a la construcción del Yo. En ningún caso quiere darse a entender que comparten una estructura común ni que la fibromialgia contenga estigmas mentales.
Saludos
Patricia: he releído un par de veces tu comentario y no acabo de entender muy bien si esperas que se te conteste a algo en concreto, te pido disculpas. Respondo sólo a tu pregunta directa: no soy médica, soy psicóloga.
Un saludo.
Patricia: te intento contestar a tus preguntas de la forma más breve posible.
No se nace con fibromialgia, el factor desencadenante “clave” a lo largo de la vida es el aprendizaje guiado por la transmisión cultural y la información alarmista sobre dolor. No hay factores genéticos, no hay un gen específico que determine padecer fibromialgia, al igual que no lo hay para sufrir migraña.
Ni los traumas psicológicos ni el estrés genaran por sí mismos dolor o, al menos, no debieran hacerlo, no tiene justificación biológica ninguna. El dolor es una respuesta protectora para defender la integridad física del organismo ante un daño, un trauma o una situación “estresante” de la vida moderna no hacen peligrar el organismo desde un punto de vista de un daño necrótico, por tanto, establecer una relación directa entre un trauma psicólogico, el estrés y la fibromialgia no tiene sentid tampoco.
Lo que está detrás es una evaluación errónea por parte del cerebro que valora a la baja la “valía” del organismo, en especial el aparato músculoesquelético, y activa programas o respuestas de enfermedad, como el dolor, la rigidez, las posturas de protección, el cansancio, el catastrofismo … para que el individuo no se mueva y se proteja ante ese hipotético daño. La realidad es que en la fibromialgia el organismo está razonablemente sano pero gestionado por un cerebro también sano pero equivocado en su evaluación de peligro. ¿Y qué le hace equivocarse? Lo que te digo al principio, el aprendizaje, la información alarmista… la Cultura. Hay que conseguir la convicción de salud para que el cerebro deje de penalizar las acciones cotidianas.
Sobre lo que comentas de tus familiares, hay varios falsos “mitos” entre lo que señalas, no es tan necesario como nos hacen creer hoy en día llevar una vida tan “ordenada” para estar y sentirnos “sanos”. Precisamente, la creencia de que todo eso que comentas es necesario puede ayudar a que tu cerebro se alarme y active “erróneamente” respuestas de enfermedad cuando te sales de ese patrón de estilo de vida “perfecto”.
La fibromialgia no tiene un trasfondo existencial que malogra el cerebro, sí es cierto que se dan cambios estructurales en el cerebro pero no son producidos por la fibromialgia, sino por la disfunción evaluativa que mantiene un estado de alerta cerebral, y lo más importante, esos cambios son reversibles, el cerebro es plástico, se le pueden dar la vuelta. La fibromialgia no es una “enfermedad” como tal, desde luego que no hay patología psíquica, sino un “error” de evaluación del sistema nervioso central.
Por último, el dolor que sientes es REAL y sólo tú sabes cómo afecta a tu vida, lo que en este blog se plantea es una forma de afrontarlo diferente en base a una idea de organismo sano-cerebro equivocado, no en base a “cuidar y mimar el esqueleto”. No es correcto que nada se construye en la vida sin dolor, la filosofía de este blog es justo la contraria: si no hay cerebro no hay dolor (NO BRAIN NO PAIN) y conociendo los procesos que subyacen al dolor se puede conseguir que el cerebro no lo proyecte (KNOW PAIN, NO PAIN).
Espero haberte ayudado un poquito. Un saludo.
gracias Mar
Esta escribiendo un cerebro con fibrofog. Tengo las idea claras pero cuando escribo mi mente se dispersa y por ende la escritura. Mi trabajo es investigar y escribir y no me ha ido mal. Pero es todo un esfuerzo y constancia. No se como conseguí escribir mi tesis de PhD que fue premiada por la Unesco-Latinoamerica. El hecho es que pude.
El punto central es que buscando quienes desde la antigüedad practicaba algo parecido a la terapia conductual eran los monjes ermitaños, los de vida contemplativa, antes y después del siglo I de Cristo. Para ellos el auto conocimiento y la modificación de su comportamiento era el punto clave para poder llevar una vida de silencio y soledad, sobrepasando y llegando a dimensiones sobre humanas.
Se que hay investigaciones científicas sobre el hecho de que en el cerebro tenemos una parte en donde se captan todo este tipo de cosas, vale decir lo espiritual.
La pregunta es si esto sirve a manera de una pedagogía para el dolor, o como dices un pedagogía a secas.
No se si quedó claro.
Abrazos
Mar, Cristina: tampoco tengo claro cómo llamar a lo que se propone en el blog. No me gusta el término terapia y prefiero el de pedagogía. la pedagogía intenta derribar falsas creencias, improntadas por la cultura y modificar las estrategias de afrontamiento coherentes con esas falsas creencias. Creencias y conducta están incluidas en la pedagogía por lo que pudiera ser correcto hablar sólo de pedagogía… pedagogía cognitivo-conductual. Lo que me importa es que el padeciente entienda que esa pedagogía va dirigida al organismo, un organismo del que él forma parte. No es suyo sino más bien lo contrario: el YO forma parte del organismo. Si definimos al organismo como sujeto y objeto de la pedagogía el YO queda incluído y necesitamos su concurso.
El problema de la terminología aparece cuando tratamos de exponer estas ideas a padecientes o profesionales y pueden generarse malentendidos.
Arturo:
Mi temor es que lo de pedagogía cognitivo-conductual vaya perdiendo el nombre en pos de los apellidos y empiece a resonar como algo dentro de la TCC. Porque la psicoterapia, cualquier terapia psicológica, olvida el organismo o lo reduce al yo. Pero es tu casa, Arturo y es tu teoría. Me quedo con tu frase: “Si definimos al organismo como sujeto y objeto de la pedagogía el YO queda incluido y necesitamos su concurso”. Con esa definición no hay malentendido que valga.
Patricia:
Mi postura en este tema es que ningún tipo de terapia (biomédica o psicológica) aborda la cuestión del dolor sin daño relevante desde las hipótesis que defiende este blog. Ni las unas ni las otras se centran en la pedagogía sobre la biología del dolor. Así que mi respuesta sería un rotundo no, no sirve.
El nacimiento “oficial” de la psicología y de la terapia conductual es bastante posterior al siglo I, antes o después de Cristo. Que lo de los monjes ermitaños sea un atisbo de desarrollos posteriores no puedo responderlo porque no tengo la menor idea. Sí puedo decirte que el autoconocimiento es más propio de otro tipo de escuela psicoterapeútica que de la conductual y la modificación del comportamiento (entendido ampliamente) es el objetivo final de todas las psicoterapias. Respecto al tema de la espiritualidad no sabría muy bien qué contestarte. Aunque sea psicóloga, soy poco dada a esos temas y no acabo de entender muy bien qué significa el término espiritualidad. No soy adepta a ninguna religión, me defino como atea.
Espero haber respondido a tu pregunta.
Un saludo a tod@s.
Mar: le llamaremos Pedagogía, sin más.
Saludos
No te leí ayer, Arturo. Creo que es lo mejor.
Un saludo.
Arturo, le puedo llamar así con todo respeto?
Gracias por la explicación sobre fibromialgia y esquizofrenia. Estoy aprendiendo.
Respecto a la pedagogía, como paciente, voy a dar mi pequeña opinión: diría que cobra color y sentido cuando no solo se le da el nombre pedagogía sino tambien el apellido: del dolor. Cobra identidad y se sabe a lo que se refiere. Da una especificidad que parece que amerita ser fundamentada,es decir porque del dolor? e ir hacia una conceptualizacion. Si no estoy equivocada, estamos en una época de cambios de paradigmas civilizatorios en donde se necesita construir nuevos conceptos a la par de los aportes de la neurociencia.
Sin buscar tantos resquicios en la corrientes teóricas de la pedagogía, de la andropedagogia, para nuestro caso, como enferma, es como que encontramos sentido diferente para aprender algo nuevo: manejar el dolor. Es esto lo que me atrajo a su blog.
Mar:
No creo que es un tema de ser atea, vivi 35 años así. Llega un punto en donde se busca un sentimiento oceánico como lo define Freud y otros cientificos ateos como Einstein, Victor Frank, en sus vivencias propias. Puede tener x nombres pero hace alusion al espiritu. Me llamó mucho la atención cuando hace poco un encuentro en la Universidad de Brasilia, Brasil, académicos investigadores del grupo de Edgar Morin y sus universidades itinerantes, me invitaron para la discusión preparatoria para la reunión de Rio + 20 de Naciones Unidas, en junio de este año. Un tema que se trabajó como vertebrador fue el de la solidaridad y se topó el tema de lo espiritual. Interesante. Lo espiritual no es igual que practica religiosa. Un ateo puede ser muy espiritual. Y por ello mi pregunta sobre las nuevas investigaciones de la existencia en el cerebro de una parte que capta “lo espiritual” .Fue una investigación con monjas de vida contemplativa y de monjes budistas y uno de los temas fue la salud. Si es así la pedagogía del dolor cobra sentido, los psicologos le llaman resiliencia, pero es esa actitud en el ser humano que existe biologicamente pero que es inmaterial ( las emociones , las pasiones) que mediante una pedagogia tiene un fin muy especifico y que adopta metodos para re-educar el comportamiento errado del cerebro en el dolor
Transcribo una de las pedagogías del siglo XVI. Tiene las siguientes etapas.
1. Situar la realidad en su contexto: en un primer paso se trata de reconstruir y visualizar la realdiad. Esto se traduce en el reconocimiento del alumno con sus diferentes capacidades, sentimientos, intuiciones, etc…
2. Experimentar vivencialmente: es el paso de interiorizar esta realidad haciéndola vivencia interna. Es abrirse con todos los sentidos a toda la realidad.
3. Reflexionar sobre esa experiencia: luego es necesario preguntarse por el significado de lo vivido, tratando en un primer momento de entender, para luego poder hacer un juicio crítico, o sea juzgar la experiencia.
4. Actuar consecuentemente: en este momento del proceso es necesario que la persona toma una decisión, asumiendo libremente el desafío entre distintas alternativas para lograr una mejora en lo vivido.
5. Evaluar la acción y el proceso seguido: es una mirada a la totalidad del proceso pedagógico con una doble mirada: primero hacia los procesos realizados y luego hacia los resultados.
Seguido de esta manera se puede cambiar actitudes y es en base al autoconocimiento que sin él se hace cuesta arriba seguir una terapia conductual.
Como le llamarías a esta modalidad?. Lo coloco para fines de reflexión y me interesa tanto como paciente de firbromialgia.
Cristina. Sigo pensando en lo que me dices.
Por en cuanto comparto un avance:
Desde hace 12 años no tomaba mi carro para salir de la ciudad y lo hice. Igual, sali una noche a tomar canelazos con mi fisioterapista que invitó a otras dos pacientes que tuvieron derrames cerebrales y estan tan bien rehabilitadas gracias a su practica profesional. Ella dirige sus terapias en base a la neurología.
Compartí con mis consuegros el arreglo de su nueva casa. Después agotada, con dolores intensos, segui mi pensamiento en base a la pedagogía del dolor y de mis positivos aprendizajes anteriores.
Abrazos
Patricia: si aplicamos la Pedagogía al dolor, hablaremos de Pedagogía del dolor pero esa misma Pedagogía puede aplicarse a otras percepciones somáticas: cansancio, picor, mareo, ansiedad, depresión… Hay una teoría general de la gestión cerebral del individuo más o menos consciente. Es lo que trato de presentar: la presencia del cerebro como gestor de los asuntos del organismo. Es un cerebro que ha sido instruído socialmente y de esa instrucción emanan estados que etiquetamos como síntomas y síndromes a los que buscamos causas y remedios, probablemente desde la misma instrucción, generándose una estructura circular que impide su desactivación.
Saludos
Patricia:
Sigo teniendo el mismo problema con el término de espiritualidad. No pretendo ofender a nadie, pero me parece que es uno de esos términos que inventamos para no aceptar nuestra condición humana. Somos mortales y bastante primarios por mucho que intentemos adornar nuestra especie. Esa búsqueda del sentimiento oceánico me suena a la necesidad de calmar el terror que nos supone saber que vamos a morir irremediablemente. Necesitamos sentirnos parte de algo superior a nosotros mismos. Me parece algo muy humano y respeto las creencias de cada cual en ese sentido pero no puedo verlo de otra forma. No creo en lo espiritual por así decirlo.
Sobre la resiliencia se ha hablado alguna vez en el blog. Que Arturo me corrija si me equivoco pero creo que los psicólogos se han apropiado de una cualidad del organismo (la de reparación del daño) y se la han adjudicado al individuo sin más. Cualidad que el entorno (en sentido amplio) favorece o dificulta.
Voy a hacer un intento de “traducir” la pedagogía del s. XVI que has comentado a lo que se hace en los grupos de migraña. Aunque no sea yo la más indicada para hacerlo puesto que no participo en ellos. Yo diría que el grupo se centra en el punto uno: situar la realidad en su contexto. Traducido: dar información sobre biología del dolor. La experimentación vivencial podría traducirse en el uso de ejercicios de visualización como los propuestos por Sol del Val, pero eso son ideas que se han aportado en el blog y no sé si se comentan en los grupos. Quizá podríamos incluir el uso de metáforas en este punto. Pero no dejarían de ser técnicas de apoyo al primer punto. La actuación consecuente a la información queda de parte del padeciente. La evaluación de resultados se hace a posteriori. Se valoran los cambios conductuales (o en el afrontamiento) y las crisis de dolor. Digamos que sí, que la pedagogía no ha cambiado mucho desde el s. XVI.
Estoy muy de acuerdo en lo de que sin el autoconocimiento es difícil enfrentar un terapia orientada directamente al cambio conductual. Eso sí, entendiendo como autoconocimiento el hecho de tener información “buena” sobre el dolor, o el mareo, o la percepción que sea.
En cualquier caso, creo que lo central en esta historia no es el nombre (a pesar de lo puntillosa que me he puesto con el tema). Si quieres sacar provecho del blog como padeciente, lee y lee sobre la biología del dolor en las cientos de entradas.
Un saludo,
Yo me he quedado un poco liada con todos los comentarios, hoy estoy un poco “espesa”…entonces mi cerebro se alerta porque yo soy una persona catastrofista???, porque serlo lo soy, en estos momentos de mi vida, soy la persona más hipocondriaca y negativa que hay, nunca he sido tan extremista, entonces lo que yo ahora no comprendo es si mi cerebro al ver tanta ” desgracia imaginada ” me puede dar un “susto” o una mala jugada??…EStoy muchisimo mejor de la agorafobia, lo que no consigo es ser “yo”…es decir me cuesta llevar mi vida, la normal, la que tenia antes..me asusta la idea de no volver a ser “normal” y también me aterra el no poder conseguir olvidar del todo esta pesadilla, es decir, tengo miedo alejarme sola de mi entorno por si acaso….y eso me esta desgastando sobremanera mucho…
Mi personalidad tiene que ver en todo esto???…ser exigente conmigo misma???…perfeccionista…la ansiedad???Intento entenderos pero no se si llego a captar el mensaje…Esto no tiene nada que ver o si???
Muchas Gracias¡¡¡
No, Carmen, para nada. Lo del catastrofismo, la personalidad, la exigencia, el perfeccionismo y la ansiedad es a lo que solemos recurrir los psicólogos para explicar el dolor sin daño relevante. Pero nos equivocamos. El dolor sin daño relevante sólo se explica por un error del cerebro que valora que existe una amenaza donde no la hay. En cuanto Cristina te lea, si lo necesitas, te recomendará alguna entrada. Por mi parte, te recomendaría que no le hagas mucho caso a los comentarios de esta entrada.
Carmen: viene a ser como un bucle, tu cerebro hace una valoración catastrofista sobre la realidad, es hipocondríaco y negativo, ve peligro donde no lo hay y te activa una serie de respuestas de enfermedad, como los vértigos, el aura, la ansiedad, la agorafobia… a la vez tú tienes creencias catastrofistas sobre todos estos síntomas, en especial sobre el aura, y reverberas el sistema ya de por sí alarmado. Sigue trabajando en la misma línea, en seguir adquiriendo conocimiento, en derribar creencias erróneas y en hacer un corte de mangas al miedo… es la única forma de romper el bucle, de encontrar la salida del callejón, 😉
Muchas Gracias Mar y Cristina…no sabeis lo que me ayudaissssssssss¡¡¡¡
Mar muchas gracias por tus comentarios.
Picoteo de colibri.
Todos los días abro mi mail para encontrar comentarios y aportes, no hay y les extraño.
He seguido leyendo las entradas del Blog y hay un valioso material de estudio, reflexión, curación..
Tengo en mi ventana un bebedor para colibri y lo observé y vi que mi mente era como un colibri: va de una rama a otra en busca de miel. Pica algo en breves segundos y se va. Sus alas se mueven a mil por hora para mantenerse quieto y su corazón debe latir mucho por la velocidad de la actividad.
El nivel de dispersión es muy grande en mi mente, la ruta que sigue es así:
leo pero no entiendo lo que leo, vuelvo a leer haciendo esfuerzo, poniendo atención y me pongo a picotear en varias actividades diferentes y regreso para seguir leyendo o escribiendo. Soy conciente de que me disperso y aún así vuelvo nuevamente a esta danza. Paso como 1 hora a 2 horas hasta que por fin me concentro. Pero en ese tiempo ya estoy tensa porque no logro producir y trabajar.
Hay algún método o pedagogía para contrarrestar esto?
Me han dicho que es un síntoma de la FM. Es verdad?
Abrazos
Patricia: por si no has leído esta entrada, te la recomiendo, creo que contesta a la perfección a tu pregunta:
http://arturogoicoechea.wordpress.com/2011/12/16/fibromialgia-fibrofog/
Arturo está muy ocupado últimamente impartiendo cursos sobre dolor pero no te preocupes, que enseguida seguiremos alimentando el blog. Ayer puse un comentario contestando a Ana Pilar en otra entrada recomendándole unas lecturas sobre fibromialgia que me parece reflejan muy bien el planteamiento que sobre esta “enfermedad” se defiende en el blog. Te pongo un link a la entrada por si quieres leerla (o releerla), también te recomiendo leer los comentarios porque hay varios donde se recomiendan lecturas del blog muy clarificadoras que puedes leer también, aunque el comentario al que me refería expresamente es el último de todos.
http://arturogoicoechea.wordpress.com/2011/11/25/fibromialgia-el-cerebro-sensibilizado/
Un saludo y mucho ánimo.
Patricia: me he concedido un descanso con el blog pues ando bastante atareado con la preparación de cursos, ponencias y actividades del coro.
Efectivamente, la dispersión forma parte del estilo cognitivo de la fibromialgia pero es una dispersión hacia lo externo porque la atención está concentrada hacia uno mismo. Se rumia una y otra vez el relato autobiográfico y ese ronroneo continuo impide que la atención se enfoque hacia lo que está al otro lado.
Saludos
Bien merecido Arturo. Sobre todo el coro: canta, dirige el coro? Que sana envidia.Una preguntita:
hace 2 días entre en la fase de fatiga importante.( los sintomas aparecen por etapas). Es el cerebro pesado, zumbido oido iz. Ojos con ganas de tenerlos cerrados todo el tiempo,conjuntiva laxa, taponamiento de conducto lagrimar inferior, veo redes tanto con ojos abiertos y cerrados. Esto ya es producto de un daño neuronal?.
En el caso de la fatiga profunda me pasa el síntoma hacia el medio día y lo que hago es acostarme y dormito. Hay alguna otra cosa que se pueda hacer, porque “afuera” se me apilan las investigaciones y sus informes. No voy a la universidad, me permiten trabajar desde mi casa, pero tengo 4 estudiantes bajo mi responsabilidad que les enseño a investigar.
Picoteo de colibrí+ agotamiento+ dolor medio controlado con homeopatía.
le estoy llamando dulce reposo a las ganas de acostarme y dormitar porque al menos no se siente los síntomas. Es una defensa del cerebro o existen neuronas mal conectadas?
Gracias desde ya por la ayuda.
un abrazo
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Cristina. Lo leere.
Ya le escrito al Dr. Arturo otro que?… Sintoma, signo?
Mil gracias, es un gran apoyo tener al otro lado del mar a Ustedes.
Un abrazo