Ayer tocó revisión, tras dos meses desde el fin de curso, al tercer grupo.
Como es habitual, se inicia la sesión con ronda de comentarios. Nos acompaña la Directora del Centro de Salud de San Martín a quien agradezco su apoyo al proyecto.
La mejoría ha sido, con la excepción de un caso, la norma. El consumo de calmantes, prácticamente desaparecido.
– Quiere venir, a veces, la crisis. Le digo a mi cerebro que me deje en paz… Sigo a lo mío.
– Antes tomaba precauciones, me protegía viéndolas venir. Suspendía cenas, salir a la calle.
– Ya no llevo los calmantes en el bolso
– Para mí, el cerebro es como un adolescente pesado al que no hay por qué contentarle con todo lo que pide
– Hablo con el cerebro. Me pongo ante el espejo y me reafirmo en mi voluntad de no darle la razón.
– He recuperado la confianza en mí misma
– Pienso en mi sistema de recompensa…
El corte de mangas al cerebro, la objección de conocimiento a sus propuestas, la convicción razonada ha sido la estrategia.
Algunas alumnas han leído y releído el libro y las entradas del blog. Otras se han conformado con lo oído en las clases.
Dedicamos mucho tiempo a analizar el caso de la alumna con “fracaso escolar”. Es evidente que no ha captado correctamente los conceptos y que no cree, desde esa incorrecta comprensión, en lo que se ha expuesto. Asume que su personalidad, su vulnerabilidad al estrés, es lo que le genera el dolor y que, está condenada a soportar esa factura. Tras las reflexiones abiertas nos queda la sensación de que retomará la brega.
Para todo el grupo, incluídos los profesionales y Cristina, el encuentro ha sido gozoso. No hay nada tan gratificante como librar a alguien del sufrimiento. Las alumnas se saben ganadoras. Han hecho una apuesta, han puesto coraje, han escuchado, leído, reflexionado… Han pasado por encima de la incompresión de conocidos, se han apoyado en lo aprendido y han afrontado la condición migrañosa desde el marco del nuevo paradigma:
Cerebro sano… pero equivocado, alarmista, hipocondríaco, fóbico, remilgado, alienado por la cultura que lo crió en una idea de hipersensibilidad, hiperexcitabilidad, intolerancia.
Seguramente habrá reticencias externas para el modelo pedagógico. Objeciones desde la Evidencia. Las conocemos.
En Vitoria habrá varias decenas de miles de padecientes con migraña. El sonsonete de “lo siento pero me duele la cabeza y no puedo ir” formará parte del ruido de fondo de la ciudad. Un diminuto grupúsculo de ciudadanas (unas pocas decenas entre las decenas de miles) recién alfabetizadas en biología de la migraña ya no forma parte de ese run-run del dolor irracional. Ya no hay que buscarlas en el cuarto oscuro, en Urgencias o en la Farmacia.
Andan por ahí… de pingos.
Ya se ha dicho en incontables ocasiones, se requiere un momento Ahá, un darse cuenta de que el cerebro anda detrás del dolor sin daño, un “cerebro sano… pero equivocado, alarmista, hipocondríaco, fóbico, remilgado, alienado por la cultura que lo crió en una idea de hipersensibilidad, hiperexcitabilidad, intolerancia” (me ha encantado esta frase).
Cuando nos cuentan esto, una de dos, o todo “cuadra” y se empieza a producir un cambio en las creencias, una ruptura con todo lo anterior y un empezar a “adoptar” lo nuevo, o se rechaza la nueva información porque no cuadra en absoluto con nuestras ideas preconcebidas. También puede ocurrir que no se comprenda la información, y en ese caso, es más complicado el “cambio”.
Entiendo que es difícil derribar creencias tan instauradas en nuestras cabezas por culpa de la transmisión cultural, como la de echar la culpa de todo al estrés o a lo “psicológico”, a la forma de ser de cada uno. La persona que no había conseguido cambiar sus creencias daba todos los argumentos “tópicos” sobre dolor de origen “psicosomático”: estrés, emociones, nervios, disgustos, personalidad “débil”, algo tiene que pasar en el cuerpo cuando la gestión emocional no es correcta… No veía en nada de esto un desencadenante “irracional” de una crisis de migraña, ella veía en el dolor una respuesta “correcta” ante una incorrecta gestión emocional o de personalidad.
“La cabeza es sensible, es normal que le afecte todo esto”. Esta creencia no cuadra en absoluto con los conceptos expuestos a lo largo del curso, refleja que no se ha entendido o no se ha creído la idea de que no es normal que la cabeza duela porque sí, que el dolor es una respuesta protectora para defender la integridad física del organismo, un aviso de que hay un peligro de daño (real o “imaginado”) en la zona donde percibimos dolor. Esta idea es básica, al entenderlo se empieza a tirar a la basura toda la información “basura” sobre lo “psicológico”, ¿tiene sentido que se dañe algo dentro de la cabeza por una discusión, un disgusto o por no llegar a fin de mes…? NO!!!!!! Biológicamente no tiene ningún sentido. Otra cosa es que duela la cabeza por ello, pero hay que entender que eso no es “normal”, sino que hay una evaluación “errónea” de peligro de daño para la cabeza en todos esos desencadenantes de tipo emocional… El momento Ahá…
Por lo demás y como ha dicho Arturo, es muy gratificante ver cómo sale otra nueva hornada de casi expadecientes de dolor irracional… personas que en tan poco tiempo han cambiado el chip, las creencias erróneas y las conductas de afrontamiento, y han conseguido reducir la frecuencia e intensidad de las crisis, pero sobre todo, que su vida no esté condicionada por el dolor irracional.
No me cansaré de repetir que estoy encantada de colaborar en este proyecto, 😉
Enhorabuena Arturo, Cristina y todos los involucrados en vuestro proyecto pedagógico. Ya me gustaría estar más cerca geográficamente para invitaros a mi centro de salud y poder seguir vuestros pasos, confeccionando sesiones formativas para profesionales y comunitarias para pacientes migrañosos o con dolor crónico “inespecífico”.
Me dió mucha lástima lo que contó Arturo el otro día. Directores de Centro que mostraban un interés que luego resultaba falso para recibir formación sobre biología del dolor en su centro. Una pena. No tanto porque ellos se lo pierdan. Es que se lo pierden sus pacientes ( padecientes), que seguro son legión.
Intentaré desde mi posición seguir vuestro ejemplo y compaginar riesgo de sufrir una injusta hiperalgesia crónica con riesgo cardiovascular ( por cierto, creo que el día 14 Marzo es el día Europeo para la prevención del RCV ; visiten su centro de salud, que seguro alguna actividad comunitaria al respecto se monta ) .
Un saludo y nuevamente, felicidades.
Isi: contamos con el apoyo decidido de la Directora del Centro de Salud. Después de comprobar personalmente, en vivo y en directo, los buenos resultados de la experiencia, creo que ese apoyo se consolidará aún más.
Saludos
Enhorabuena a todos. Debe ser tan emocionante comprobar que habéis liberado a esas personas de una vida condicionada. Es difícil hasta encontrar las palabras… lo dicho, enhorabuena.
La objetora… podría haber muchas explicaciones. Creo que el dedicar tiempo a investigar dónde se atasca y el asegurar que, por vuestra parte, se ha hecho lo que se debía y podía es lo más que os podéis exigir. Nadar contracorriente no es fácil tampoco para los padecientes.
Ánimo y a seguir…
Mi mas sincera Enhorabuena!!!!, ya podia haber algo similar en Asturias…jo que lastima…al menos soy afortunada de teneros aqui…
Cristina,gracias por tus palabras y por corregirme en esa creencia de que ser exigente conmigo misma o perfeccionista….no tiene que ver en nada con la migrańa…intentare ponerme al dia en el blog…aunque sea via movil…me alegro por todas esas personas tan afortunadas
de haber presenciado el curso, yo ahora creo que estoy mejor,es decir no tam obsesionada…espero q estas dos crisis despue
Esto del movil….pues lo q decia espero que estas dos crisis hayan sido aisladas como le ocurrio a Arturo q despues de tantos años le dio un aura…es que me quede traumatizada de niña con ello…el dolor no me asusta pero lo otro…bufff y ahora creo que lo veo con otra perspectiva o eso creo yo…gracias a vosotros!!!!
Carmen: ya te ha comentado Arturo en más de una ocasión que el programa puede reeditarse porque queda gravado en los archivos de memoria, por ello, has de trabajar es en la dirección de no temer el aura y no contagiarte del miedo cerebral. A mí se me activa de vez en cuando el programa mareo, ayer sin ir más lejos viví un episodio bastante alarmante, pero lo que cambia es el afrontamiento, el no contagiarme y no colaborar en la respuesta para no reverberar más el sistema de alarma, y así… se va pasando sin que yo me muera de angustia e incertidumbre. En resumen, que si ocurre, hay que afrontarlo con racionalidad, argumentando desde el conocimiento de que nada relevante está ocurriendo que lo justifique, y segundo, dejándolo estar, como quien oye llover… Un abrazo.
Muchisimasssss Gracias Cristina¡¡¡¡¡¡ tendré que meterme esa idea en la cabezota esta, pero es dificil,que tal estas???vaya con lo de tu mareo, ayer yo tambien tuve un dia un pelin obsesionado,antes dee dormir tuve que tener la luz encendida un rato…buffff habra que borrar esa dichosa carpeta y ponerse a trabajar más¡¡¡¡un besazo¡¡¡¡