Uno de los nuevos paradigmas del dolor afirma que la nocicepción no es necesaria ni suficiente para que se genere dolor.
Los nociceptores son neuronas que detectan estímulos nocivos. Generalmente, salvo en situaciones de lucha-huída, basta con aplicar un estímulo nocivo (calor frío extremos, estiramiento, compresión…) para que en la zona de aplicación percibamos dolor. Es suficiente aplicar nocividad para percibir dolor.
Dado un estímulo nocivo, la probabilidad de sentir dolor es alta.
¿Cuál es la probabilidad inversa? Dado que sentimos dolor, necesariamente debe haber algo nocivo en el lugar dolorido? ¿Es suficiente sentir dolor para concluir que se da una condición nociva?
La respuesta es un tajante ¡NO!
Dada una percepción de dolor la probabilidad de que algo nocivo esté sucediendo es incierta, en muchas ocasiones baja. No es suficiente sentir dolor para concluir que hay daño, nocividad.
La nocividad produce dolor. El dolor no garantiza nocividad.
Tendemos a pensar de otro modo. Equiparamos dolor a daño (nocividad).
Algo nocivo tiene que estar sucediendo, necesariamente, donde duele.
¡FALSO!
Las propuestas oficiales sobre origen del dolor migrañoso incurren en ese error:
Duele la cabeza luego algo debe estar activando los nociceptores del nervio trigémino. Algo los excita. Es necesario que los nociceptores generen señal para que aparezca en la conciencia dolor.
¡FALSO!
Todas las pesquisas giran en torno a preguntarse por el origen de la activación de los nociceptores.
Se sabe que nada perturba a esos nociceptores (detectores de nocividad). No hay ningún estado ni agente nocivo en la cabeza, ni fuera ni dentro. Sin embargo duele… y mucho.
El viejo paradigma de equiparar dolor y daño (nocividad) debe sustituirse por el nuevo que asocia el dolor a la evaluación probabilística de daño.
Duele, luego el cerebro valora una probabilidad de daño y se activa la alerta. El dolor certifica el estado de vigilancia.
– ¿Qué hago cuando duele?
– Consiga que se desactive el estado de alerta
– ¿Cómo?
– Con la convicción absoluta de que no sucede nada nocivo y que el cerebro está aplicando el viejo paradigma de “duele luego algo va mal”. Usted debe tratar de imponer el nuevo: duele “luego el cerebro se equivoca”.
Una crisis de migraña surge de los sistemas de memoria. No podemos borrar sus contenidos pero sí podemos influir a través de la voluntad y conocimiento sobre la carga emocional que esos sistemas contienen. Podemos eliminar el miedo a una supuesta nocividad y concentrarnos en nuestros planes.
El cerebro urge, apremia al individuo a compartir miedos. El dolor cumple con ese objetivo. Amedrenta.
Cada esbozo de crisis es un escenario de diálogo competitivo entre los viejos y los nuevos paradigmas del dolor y el daño.
Duele…
– ¿Qué hago? ¿Me relajo, me agito, tomo la pastilla, me acuesto, salgo, entro..? ¿Es bueno el yoga, el mindfulness, la distracción..?
Si hay un ritual que consigue aplacar o robar la atención del miedo cerebral probablemente lo aplique para conseguir el sosiego. Puede ser una herramienta válida de transición para en un futuro librarse de ella porque ya no es necesaria…
Duele… luego, sabiendo que no hay nocividad ni peligro, debo dejar de prestar atención al miedo.
Miedo es lo que a mi me sobra…..Pero intentare dialogar con mi cerebro, no cabe duda…
Los “¿Qué hago?” son habituales al principio cuando te encuentras con esta información, una de las alumnas del cuarto grupo de migraña dijo ayer que ella no sabía que se podía hacer “algo” para no tener migrañas, lo anoté porque me pareció importante, es parte del momento ¡Ahá!, el darse cuenta de que se puede hacer “algo”, el cerebro no es lo mismo que el YO, el cerebro está equivocado al predecir daño y nosotros podemos introducir racionalidad en la red neuronal dándole argumentos (no órdenes) al cerebro para aplacar su miedo irracional. Dos recomendaciones, una en la línea de la entrada de hoy, y la segunda, para que quede muy claro eso de que el yo y el cerebro no son lo mismo.
Por si… como si…
Jo con el YO!
Espero que se empiecen a incorporar al blog las alumnas del cuarto grupo…
Un saludo.
Los leere sin falta…MUCHAS GRACIAS Cristinaaa
Arturo : se puede decir más alto…pero no más claro.Excelente.
Solo me gustaría matizar una cuestión : la superación del miedo no tiene nada que ver con la voluntad,antes bien con la convicción.
El miedo no es racional ni razonable,no es lógico,no es por ” poca voluntad”….paradójicamente obcecarnos en una idea aplicando toneladas de voluntad ,en ocasiones,nos impide ver la solución.Nos impide fluir con nuestro yo.
Cerebro obcedado = cerebro estático y equivocado (yo eso creo).
La carga emocional no se libera (a veces sí) de un solo trago.
Quizás porque ,aunque nos pese,no seamos totalmente dueños de nuestras emociones y ÉL (el cerebro) nos engaña pensando que el libre albedrío es nuestra decisión última,cuando no es así ÉL tiene sus propias razones.
La convicción sí nos abre,desde la confianza y el esfuerzo,la puerta que vence al miedo…pero…pero cada cual tiene que reunir el suficiente valor para mirar detrás de la puerta…y no todos somos capaces de hacerlo.
De un lado porque hay quien no lo ve o no logra verlo nunca (léase las adicciones),por aquello de seguir dentro del rebaño.Y de otro porque una vez visto precisa esfuerzo…esfuerzo para creer en uno mísmo,o en Yhavé,o en Alá,o en Belcebú…en aquello que nos hacer fluir.Y en este punto el “sentir” (para mi) es decisivo…cuando sientes lo que “debes hacer”….vas y lo haces y ya está.
En algún sitio leí que es infinitamente más sencillo seguir con nuestras creencias que plantearnos nuevos paradigmas que hagan retemblar nuestro vacilante ego….ÉL necesita paz y seguridad para seguir siendo un experto previsor…¿miedo?
Saludos
Saludos,
Estoy enganchado a este blog, el leerlo y seguirlo día a día se ha convertido en ritual una vez enciendo el ordenador.
Muchísimas gracias por sus post.
Un saludo.
Nikola: “voluntad” es un término complicado. El miedo, como todas las emociones, trata de imponer una conducta del individuo, no siempre adaptativa, rentable. Las emociones siempre tienen un componente evaluativo, racional (irracional a veces). A través del conocimiento, la convicción, podemos mover el cálculo de probabilidades e invertir los modos de conducta frente al dolor. Podremos desde la convicción ir limando el miedo somático, inscrito en los circuitos. Para ello necesitamos saber y decdirnos a afrontar los escenarios sin miedo a los síntomas, ya que estos no son sino expresión del miedo (irracional) del organismo.
Efectivamente hay miedo al cambio de creencias, especialmente si estas definen al grupo mayoritariamente. La identidad social se organiza con frecuencia sobre bases absolutamente descabelladas pero son poderosas, simplemente porque sustentan la identidad del grupo, lo cohesionan.
Saludos
Buenos días y saludos a todos. Me llamo Isidro y soy médico de familia. Primero mi gratitud a Don Arturo por su labor y por haber creado este espacio tan enriquecedor.
Es mi primera intervención, y simplemente espero aportar cosas, no confundir.
Totalmente de acuerdo. Dolor sin daño estructural. El miedo como mala respuesta adaptativa. Trastornos de adaptación están implicados en la génesis de tantos cuadros que cursan con dolor sin daño ( sin nocividad), como los reumatismos difusos de partes blandas ( fibrom…bueno, ya saben a lo que me refiero), las cefaleas, el colon irritable, el síndrome uretral con orina estéril, el vaginismo… En todos estos casos cualquier tratamiento sintomático está condenado al fracaso si no se acompaña de una estrategia de disipación de ese “miedo”. No es fácil, pero la propuesta de pedagogía del dolor me parece una herramienta fantástica. Y los pasos a seguir siempre son los mismos. Percibir y comprender un problema, paso ineludible para la concienciación y para poder inducir cambios de conducta dirigidos a modificar hábitos de vida, hacia estilos de vida más saludables. Esto es educación para la salud, y el esquema vale tanto para los factores de riesgo cardiovascular ( la hipertensión, el colesterol, la diabetes…) como para el dolor crónico.
Habitualmente a los pacientes con una crisis migrañosa aguda los mandamos con su analgésico más o menos eficaz a una habitación oscura y sin ruidos. Nos centramos en el tratamiento exclusivamente del dolor, potenciando posiblemente los condicionantes fóbicos ( temores más o menos estructurados e inherentes culturalmente a los ambientes sombríos, salvo quizás, en Japón, donde los ambientes poco iluminados son motivo de elogio) .
Si me lo permiten ( de este estigma que me acompaña no se libra tampoco su blog Don Arturo) , ya lo decía un viejo y pequeño maestro Jedi: “El miedo lleva al lado oscuro”.
No tanto quizás, pero sí al “cuarto oscuro”.
Va siendo hora de sacar a los migrañosos del cuarto oscuro. No solo un tratamiento farmacológico para tratar el dolor. Tratar el miedo. Pedagogía del dolor con todo lo demás, afrontamiento de situaciones de stress, relajación, ejercicio físico suave,…pero que salgan, que salgan. Que vean otra luz,
Isi: es un auténtico placer para mí, ¡por fin!, acoger entre los lectores que comentan a un médico. Especialmente satisfactorio es que, además, seas un médico de familia. Como sabes andamos con un trabajo de grupos de padecientes migrañosas en un Centro de Salud con la colaboración inestimable de tres médicos de atención primaria.
Siempre he pensado que la Atención Primaria es la base del Sistema Sanitario Público… o debiera serlo pero no está suficientemente cuidada por la deriva de los modos hacia la Medicina de las Superespecialidades y las Supertecnologías.
El papel pedagógico del médico de familia es trascendental. El dolor crónico es un vergonzante sumidero en el que se vierten todas las carencias doctrinales y éticas de muchos profesionales. Otro tanto sucede con los padecimientos sin daño, ahora englobados bajo el término de “síndromes de Sensibilización Central”. En el mejor de los casos se pone una etiqueta de síndrome a una serie de síntomas y se organizan colectivos multidisciplinares rimbombantes y no muy eficaces.
La Neurociencia del dolor es joven y conflictiva. Obliga a cambiar paradigmas, a actualizar conocimiento y práctica, a controlar la compulsión a la prescripción sintomática…
Algo parece moverse en el entorno de la Fisioterapia, especialmente bajo la promoción de la SEFID (Sociedad Española de Fisioterapia y Dolor) pero el colectivo médico sigue esperando que Farmaindustria le facilite nuevos fármacos para el dolor, a añadir a la lista de los que ya toman los padecientes con poca convicción…
Reitero mi alegría por contar contigo y espero que aportes tu saber y experiencia.
Saludos
Great post!
Muchas gracias Arturo por la cálida bienvenida.
Suerte tienen los compañeros de primaria que trabajan a tu lado. Solo así, desde el conocimiento y el esfuerzo compartido, la colaboración y la corresponsabilidad pueden cambiar las cosas. Solo así se pueden llegar a alcanzar logros satisfactorios.
Una curiosa coincidencia con lo que dices de los fisioterapéutas. Acabo esta misma mañana de leerme para evaluar un proyecto piloto de los fisios de la Universidad de Alcalá de Henares, un estudio para comparar una intervención novedosa (no farmacológica, claro ) en el tratamiento del dolor cervical SIN daño estructural diagnosticado. Curiosa coincidencia y/o…¡ algo se mueve !
Pero llego aquí más como aprendiz ( ¿cómo se dice? de padawan). Aunque un aprendiz algo ya talludito.
“Si ser médico es no cansarse nunca de estudiar y tener, todos los días, la humildad de aprender la nueva lección de cada día…”
Gregorio Marañón.
Saludos.
Sea muy bienvenido Isidro.
Isi: Estoy de acuerdo con Victoria, somos muchísimos los padecientes y ex padecientes que visitamos diariamente el blog, médicos de atención primaria que quieren aprender creo que hay más bien poquitos por aquí y es una alegría recibir a uno nuevo: Bienvenido!!!!!!!!!!!!!!
Muy amables Victoria y Cristina. Encantado de estar aquí.
¡ Qué gusto leer a un médico de atención primaria en este blog!
Estoy de acuerdo en que la labor del médico en atención primaria es fundamental a la hora de informar y enseñar . Cuando se trata de dolor crónico esto cobra especial relevancia. Uno suele salir la mayoría de las veces de la consulta más confundido de lo que ha entrado , más culpable y más desinformado.
Me temo que en las facultades hay poco aprendizaje en cuanto a comunicación y relaciones humanas que son , a mi entender , tan relevantes en la relación médico-paciente, por no hablar de la falta de ética y de honestidad (en este y otros colectivos) que es una auténtica plaga.
Por supuesto, me sumo contigo a lo de tratar el miedo para tratar la migraña
¡ Bienvenido!.
Me uno a la bienvenida. Los médicos de atención primaria son la esperanza de nuestro sistema público de salud. Espero que te “contagies” y disfrutes del cambio de paradigma.
Un saludo.
Bueno, como la cosa va de médicos de Atención Primaria y me siento aludido, no puedo evitar hacer algún comentario. Soy Iñaki, el médico de familia que junto a Arturo y otras dos compañeras estamos metidos en este proyecto tan ilusionante de los grupos de migraña y es la primera vez que escribo en el blog. A mi también me ha hecho especial ilusión ver un comentario de un colega de primaria en este blog, así que también mi bienvenida a Isi y espero que podamos coincidir en alguna ocasión en algún evento de los nuestros.
Para mi descubrir a Arturo (tuve el lujo de pasar una semana consulta con él) fue un punto de inflexión a la hora de abordar no sólo ya el dolor, sino otros aspectos de la salud y la enfermedad. Fue como redescubrir el cerebro, ese órgano que está detrás de todo lo que percibimos, sentimos, hacemos, y detrás de muchos de esos síntomas a los que, sobre todo en la Atención Primaria no encontramos explicación, pero del que casi nunca nos acordamos.De todas formas no es fácil el cambio. Primero vivir nuestro propio cambio, cortar de raíz muchas de las creencias que han sostenido hasta entonces nuestro quehacer diario y luego, trasladar ese cambio a nuestros pacientes. Pacientes que se quedan aturdidos cuando su médico que hasta entonces se limitaba a dar analgésicos para su dolor, darle los consejos clásicos de evitación o mandarle al traumatólogo, reumatólogo y otros …ólogos, de repente le empieza a hablar de cerebro. A las primeras de cambio dos pacientes se fueron con otro médico porque ellas lo que querían oir era que su dolor era por la artrosis o por una discopatía y que no les hablaran de otra cosa. Y eso que se supone que yo tengo formación en técnicas de comunicación y entrevista clínica (Sol: desde hace muchos años esta formación es obligatoria en los MIR de medicina de familia, aunque luego muchas veces no se vea en la práctica).
Eso fue uno de los motivos por los que le propuse a Arturo formar los grupos de migraña, porque me resultaba difícil en nuestro medio (muchos pacientes, poco tiempo,..) hacer este abordaje que requiere mucho tiempo de dedicación en consulta.
Mis compañeros del centro de salud conocen bien lo que estamos haciendo porque yo se lo he contado en más de una ocasión y de hecho ellos son los que me mandan los pacientes para el grupo, pero por desgracia salvo esas dos compañeras (Marisol y Manuela), el resto, aunque les parezca bien lo que estamos haciendo, no terminan de engancharse al cambio.
Creo firmemente en la Atención Primaria como base del sistema sanitario y estoy convencido que si de algún sitio tiene que comenzar ese cambio es de aquí. Espero que el trabajo que estamos haciendo pueda contribuir a que el comienzo para que ese cambio pueda producirse. Ya lo veremos.
Iñaki, Isi: tras leer el comentario de Iñaki esta mañana, me gustaría decir que me ha entrado un poco de cargo de conciencia por haber estado ayer tan centrada en defender el papel de la pedagogía (por encima de todo) en los cursos de migraña y no haber hecho algún comentario aquí cuando la ocasión (vuestros extraordinarios testimonios) lo merecía. Ayer decía yo “tímidamente” que no creía que el objetivo principal de los grupos de migraña había sido hacer un estudio científico, hoy veo, por lo que cuenta Iñaki, que efectivamente ese no fue el objetivo “principal”.
La labor de los médicos de atención primaria es FUNDAMENTAL, y como padeciente de dolor crónico (de tipo menos “noble” que la migraña), sé (porque lo he sufrido en mis carnes) que el padeciente es, por lo general, mal tratado y, como consecuencia, acaba sintiéndose bastante “maltratado”.
Isi, yo he sonreído cuando he visto que hasta parece que te da miedo nombrar la palabra “fibromialgia”, pero sé que hay muchas personas peleando muchísimo para que se les reconozca que están enfermas de algo que a los médicos les da reparo hasta nombrar. Les entiendo perfectamente, porque sólo recordar cómo a mí me trataron médicos y especialistas (ahora sé que por desconocimiento), se quieren sentir “protegidas” bajo esa etiqueta que avala, por lo menos, que el sufrimiento es real. La verdad, no sé qué más avala la etiqueta… porque yo no quise oír hablar demasiado sobre esa misteriosa “enfermedad” y opté por esta otra vía de afrontamiento. Hay que intentar por todos los medios que se conozca esta otra vía…
Sé que los médicos de atención primaria no tenéis recursos para afrontar tanto padecimiento de dolor crónico sin daño aparente y sé también que no se puede hacer pedagogía en una consulta “típica” de atención primaria. Sé también que el cambio de paradigma no se va a dar así tan fácilmente en los médicos… Por todo eso que “sé”, es tan importante que algunos médicos, como vosotros (y Manuela, y Mari Sol) hayáis “despertado”, y que parece que algo se empieza a mover en las conciencias de los médicos y especialistas (otro ejemplo es Mar) … sé que todavía sois pocos, pero que algo se “empiece” a mover a mí me llena de alegría…
Los cursos en pedagogía del dolor son el formato ideal, lo que no se puede hacer en una consulta típica sí se puede hacer a través de un curso, ojalá que con el tema del “estudio”, si bien no se consiga un “contagio” instantáneo a toda la comunidad médica, sí se consiga al menos que estos cursos se puedan impartir dentro del horario laboral de los médicos que colaboran, está claro que los objetivos han de ser así de básicos de momento…
Pero también se puede hacer “algo” en la consulta típica, intentar no transmitir la información errónea, intentar explicar qué es la sensibilización central de forma sencilla, con el único objetivo de que el padeciente se vaya (enfadado o no) con la idea de que su dolor es REAL, que no es psicológico o psicosomático, y que hay otra “vía” diferente al tratamiento farmacológico oficial. Claro que luego se necesitan los cursos para educar en pedagogía del dolor…
Iñaki, Isi, Manuela, Mari Sol, Mar… (y ojalá se empiecen a sumar muchos otros más…), sois profesionales honestos y buenos, qué bien que hayáis despertado… 😉
Hola Iñaki. Encantado de conocerte virtualmente. Muchas gracias, mi admiración por tu trabajo con Arturo. Debo ser más viejo que tú. No recuerdo que en mi programa docente hace algo más de 20 años que se incluyeran técnicas de comunicación. Claro que está mi cerebro de por medio. Aunque mis investigaciones se han centrado más en lo cardiovascular (EDUCORE.es ) ojalá podamos coincidir en algún evento científico.
Hasta entonces sigamos trabajando con espíritu de aventurero marcándonos objetivos claros.
Hola Cristina. Vaya por Dios. Fibrom…Tienes razón, más siendo una primera intervención puede parecer que no quiero nombrarla por considerarla enfermedad maldita y problemática. No creas, no es miedo ni desprecio al término fibromialgia, ni mucho menos. Aunque es una palabra estigmatizada de alguna manera y de forma aparentemente irreversible. Quieo huir de la “etiqueta” fibromialgia . No huir de la fibromialgiaha. ¿Reumatismo difuso? No, es algo más complejo y relacionado con mala adaptación y sensibilización central al dolor. Las connotaciones de la etiqueta como enfermedad crónica rara ( de rara nada, no en nuestro medio, quizás sí entre esquimales) que termina por llevar a quien la padece a la incomprensión y la incapacidad ( y realmente esto ocurre, cuando a la vez vemos a pacientes con enfermedades reumáticas destructivas y discapacitantes mejor adaptados y que con mucha lucha su objetivo es continuar con su vida lo más plenamente posible ¿qué ocurre?) . Esa concepción tan arraigada ( al menos en mi entorno) de enfermedad subsidiaria de pasar un tribunal médico es la que no acepto. Es algo que con la asociación de fibromiálgicas de mi zona ha resultado una barrera. No nos hemos entendido. Hasta que los médicos encuentren la cura milagrosa la solución pasa por buscar la dichosa sentencia judicial ( mal camino) en vez de buscar la adaptación y la mejoría. ¡Así NO!
La fibromialgia y los cuadros asociados y afines son mucho más que los puntos gatillo descritos por Borenstein. Al igual que la solución no pasa por ganar en los juzgados una incapacidad laboral. Por eso fué el quedarme a medias al nombrarla. Pero no la considero un tormento para mí, de verdad Cristina. En todo caso para el paciente Para mí es un reto, y el reto consiste en lograr que ese paciente logre recuperar la satisfacción de vivir sin dolor, o con el menor posible..
Saludos.
Isi: no he pensado en ningún momento que fuera desprecio ni miedo por tu parte, mucho menos tormento, ni quería recalcar de tu comentario eso precisamente que dices sobre la fibromialgia, ahí sólo quería darte la razón en que son (no pongo “somos” porque no considero que tengo “eso” que dicen que es la fibromialgia y que veo que tú tampoco compartes) padecientes “difíciles”, pero que puedo entenderlo perfectamente por la incomprensión e incredulidad que genera toda la sintomatología asociada.
Yo más bien quería hacer hincapié en lo importantísimo que es que los médicos de atención primaria actualicen sus conocimientos con “esta” información para poder transmitirla a las (más) y los (menos) padecientes. Y también quería recalcar la ilusión que me hace que aparezcan por el blog profesionales como tú y como Mar, que habéis llegado a esta información, os ha convencido y queréis aprender más…
Todos tus comentarios hasta el momento me han parecido estupendos y también veo que sabes ya bastante sobre sensibilización central… y muy en la línea de lo que se defiende en este blog… Más ilusión me hace todavía tu aparición… Estoy encantada de ver que hay médicos de atención primaria que sí saben de qué va el tema en realidad (cuando conocí a Iñaki, Manuela y Mari Sol les manifesté mi “sorpresa”), ya que mi experiencia fue bastante horrible hasta encontrar el blog y a Arturo. “¿Chica joven y delgada con fibromialgia? Imposible”, esa absurdez me transmitió mi médico de cabecera, si hubiera sido sólo eso ni tan mal, lo peor fue que me llevó de la mano directa al mundillo de tu dolor es psicológico y tienes un trastorno ansioso-depresivo… y yo no me lo creía… y tampoco me hacían pruebas para descartar mis miedos … y se rizó aún más el rizo… No sé si seguir aquí o marcharme ya a la entrada de la empatía… tendré que ir allí, no me voy a quedar sin comentar algo en una entrada tan buena…
Encantada de tenerte por aquí y poder leerte Isi.
Eres muy amable Cristina. Ya hace años de mi desencuentro con la asociación de fibromialgia.También he tenido desencuentros individuales,con este y otros temas, como he relatado antes. Pero de todas las experiencias, buenas y malas, se debe aprender. Lo que no hay que perder nunca es ese deseo ( y aquí no distingo entre el médico o el paciente) . Cueste lo que cueste. Eso no es solo lo que nos hace más sabios. También nos fortalece. Por eso yo también estoy encantado de estar aquí.
Yo me topé con el libro de Arturo cuando le escuchaba todos los martes por la radio y la sóla idea de no tener una migraña cada sí y cada también me animó a leerlo. Como ya comenté hace tiempo, con ayuda de un osteópata cercano a Arturo conseguí entender que mi cerebro podía cambiar. Y lo he conseguido!!!!, me ha costado mi trabajo, he tenido mis “conversaciones” con él y todavía me gana alguna batalla, pero hemos llegado a un entendimiento.
Mi madre es una de esas muchas personas que toman hasta 3 pastillas al día para ver si se les quita la migraña y hoy todavía piensa que enseñar al cerebro es imposible y que le escondo que me duele la cabeza.
Ando detrás de ella para que lea el libro y empiece a trabajar en ello. También le hablé de los grupos en los que estáis trabajando (de su mismo centro de salud) y se lo comentó a su médico; ella dijo: “Por leerlo no pierdes nada”, pero no estaba nada convencida (la médico). De momento mi madre tiene el libro en su casa, ese es el primer paso…
Por eso, desde aquí animo a todos los médicos de familia a creer que es posible combatir con las migrañas sin pastillas y a que consigan hacer ver a los pacientes que se puede educar al cerebro.
Usoa: gracias por tu testimonio y enhorabuena por haber puesto apertura mental y esfuerzo en encarrilar (o desencarrilar según se mire) al cerebro.
Esa situación de madre que niega la bendición al cambio de la hija me suena por algún otro caso. Es una pena.
Saludos