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El cerebro protector

Quien bien te quiere te hará llorar…

Cuando seáis mayores nos agradeceréis estos palos…

La letra con sangre entra…

No pain no gain…

Parece que hay en el aprendizaje una tendencia consustancial a la desviación del camino debido, una tendencia que hay que vigilar y corregir con castigos y el falso premio de levantarlos de cuando en cuando.

El cerebro es un evaluador de conductas desviadas, conductas que pudieran, a su entender y temer, resultar peligrosas.

El dolor, como tantas veces se ha dicho ya en este blog, es la expresión perceptiva de ese temor cerebral al daño físico violento.

La criatura a proteger puede salir de condición vulnerable, frágil y con tendencia a probar todo lo que no debiera probar. Residirá en un hábitat lleno de ruidos, luces, olores, tóxicos ocultos, con vientos y humedades que se pegan a los huesos y los hacen gemir. Ganará el pan con el sudor de su frente (o del de enfrente), y apenas podrá reponer energías y sosiego con un sueño habitualmente agitado en un lecho inadecuado.

El cerebro protector intentará que la criatura habite en una burbuja, no salga de casa, evite alimentos y bebidas inciertas, luces, olores y sonidos.

El cerebro protector sabe de la existencia de expertos en protección, gente que conoce lo que debe hacerse u omitirse, que posee antídotos contra todo.

No siempre el peligro da la cara. Acostumbra a ocultarse en lo cotidiano, lo trivial, lo aparentemente inocente.

El natural temeroso y desconfiado del cerebro protector hace que se le desborden los miedos si la calma se prolonga demasiado o si ve a la criatura confiada y alegre, sintiéndose libre.

El cerebro protector teme la libertad de su criatura y trata de cercenarla moliéndola a palos.

Dicen los expertos que hay criaturas genéticamente vulnerables que deben evitar casi todo lo deseable. Antes pensaban que eran las arterias de la mollera las que sufrían los embates del buen vivir. De sabios es rectificar y ahora sostienen que no eran las arterias sino el cerebro hiperexcitable.

El cerebro protector es de condición fácilmente excitable. Necesita templarse a golpe de realidad, superar los miedos afrontando lo irremediable pero prefiere seguir el consejo burbujeante de los expertos y recluir a la criatura en el recinto doméstico u (in)hospitalario.

Decían nuestros frailes de aquellos tiempos que era forzoso enderezar los árboles cuando aún tenían los troncos maleables.

El cerebro protector asiente y se ensaña con la disciplina desde la infancia.

Dicen los expertos que el cerebro migrañoso (hiperexcitable en su función protectora) no tiene enmienda.

Dicen los de la Neurociencia que si algo caracteriza al cerebro es la plasticidad, la disposición al cambio argumentado con razones o experiencias.

El cerebro protector insensato de la migraña puede y debe volverse comedido, librarse de miedos irracionales y ejercer su función considerando todo lo posible desde una probabilidad razonable, ajustada a los hechos y no a las habladurías.

¿Quién nos protegerá del cerebro protector?

– Usted, sólo usted podrá protegerse…


Este blog es solo la punta del iceberg, se puede hacer mucho más.


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    17 comentarios en «El cerebro protector»

    1. Querido D.Arturo,
      Gracias por hablarnos de la plasticidad del cerebro, por decirnos que podemos cambiar.
      ¡Cuántas veces renegué de mi misma, encerrada en un organismo mortificador, del que creí que no se podía escapar! A la mitad de la lectura de su libro (más o menos) empecé a llorar, y no paré hasta el final. No ERA una enferma…Solo estaba terriblemente equivocada.La conciencia de semejante revelación aún me estremece.
      Gracias, como siempre.
      Cruz.

    2. Estoy totalmente de acuerdo con Cruz….gracias por existir,usted y su libro me hacen ver que al final del tunel hay luz….muchas gracias por ser tan amable y compartir con nosotros.

    3. Cruz y Carmen: nada me haría más feliz que saber que habéis tomado para siempre las riendas de ese órgano virtual desbocado llamado cerebro que por obra y gracia de la maldita pedagogía alarmista se empeña en ver peligro a todas horas y en todas partes. Conquistar la libertad no resulta fácil en ningún terreno, ni siquiera en el propio organismo.

      Un abrazo

    4. Arturo, Ciertamente, resulta dificultoso desactivar del cerebro esas memorias probabilísticas de alarma que hemos ido creando en tiempo pasado y que ahora el cerebro percibe sin apenas darnos cuenta. Me refiero a esas sumamente sutiles (ej- estreses…) que casi de forma inconsciente para nosotros ponen en jaque al cerebro y que éste irracionalmente pica el anzuelo. ¿Como identificar a los falsos ladrones? Aquellos, a los que solo el cerebro asustadizo es capaz de (percibir/ evaluar) y que no tienen forma de chocolate, ni vino de aguja, ni viento del sur, ni sol de verano….

      Un saludo

    5. Joaquinwct: el cerebro siempre pondrá preguntas y pedirá respuestas. Si no las encuentras aumentará la incertidumbre y el desasosiego. Una posible respuesta a esas preguntas podría ser: no me preocupan las respuestas… ni las preguntas.

    6. Arturo, gracias por la entrada de hoy. Esta me la guardo para releerla de vez en cuando. Creo que la aplicaré a mis migrañas y a otras conductas en mi día a día. Un saludo.

    7. Sabia respuesta Arturo !!!!…. Hay que dejarlo estar, en definitiva volvemos a lo de siempre. ¿Quién hace las preguntas y desea las respuestas? – El “Yo”, esa identidad del individuo que no quiere sufrir pero que en ocasiones como ésta, se entromete y alimenta las respuestas indeseables de nuestra proteccionista biología del cerebro.
      Un saludo

    8. He tenido la suerte de formar parte del segundo grupo de “migraña” y bueno estoy dando los primeros pasos para “reeducar mi cerebro”. Nuevamente he salvado la semana sin medicación, la migraña de fin de semana tampoco se ha presentado, pero mi contento viene por el día de hoy. Después de haber pasado la noche con frecuentes despertares y con los primeros síntomas de migraña, esa cefalea suave pero incómoda, que se mantiene a pesar de dormir, persistía al levantarme. He recordado lo hablado durante el Curso, he pensado en párrafos leídos en el libro,.si no hubiese tenido la oportunidad de conocer todo ésto a los primeros síntomas me habría medicado con el fin de evitar la fuerte migraña, pero aquí viene lo bueno, mi grata sorpresa y alegría ¡estoy superando el día sin tomar ninguna medicación!. Gracias y disculpen pues creo que me he extendido un poquito. Un saludo.

    9. INMA: es fundamental interiorizar esa presencia del cerebro un poco pasado de rosca con los miedos somáticos. Si no somos conscientes de ello interpretaremos el dolor como la consecuencia de algo inadecuado que hemos hecho o que no funciona debidamente en el organismo cuando, en realidad, se trata de un exceso alarmista cerebral.

      Saludos

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